sábado, 29 de junio de 2013

CÓMO HABLAR CON DIOS.

Mateo 6:6. Cuando alguno de ustedes ore…

Generalmente encuentro que las personas se preocupan mucho a la hora de orar. Las preguntas mas frecuentes - especialmente de aquel que sinceramente quiere orar, son:
¿Cómo debo orar?, ¿Hay alguna fórmula que me garantice que Dios me responderá? ¿Qué palabras debo usar?
A veces nosotros complicamos algo que nuestro Señor quiere que sea sencillo, tanto como la conversación de un niñito con su padre.
¿Te imaginas la conversación de un padre con su hijito utilizando términos complicados y teológicos? Seguramente que no.
Allí podrás escuchar palabras de mutua admiración pero muy sencillas, tales como: “Papito… ¡te amo!”… ” ¡Te quiero hasta las estrellas!”… ” ¡Hijito eres hermoso!”… “Te quiero mucho, mucho… ¡ven y abrázame!”.

Esa es la clase de conversación que nuestro Padre Dios quiere que aprendamos.
Veamos completo el texto que precede: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:6.

En esta primera enseñanza veremos que hay algunas características. Teniendo en cuenta que básicamente la palabra orar significa hablar con Dios. En otras palabras, conversar con mi Padre es charlar/platicar con El.

1. “Entra en tu aposento”…debemos apartar un tiempo especial para estar con Dios de manera privada donde - si
Es posible – nadie nos interrumpa. Por ello continúa diciendo…”y cerrada la puerta”…

2. Luego que estamos allí dice: “Ora a tu Padre”, habla con El allí en lo secreto, es donde podemos abrir nuestro corazón, hablar espontáneamente como nos vayan saliendo las palabras de nuestro corazón y expresar como nos sentimos con toda confianza.

Porque Dios se encuentra allí…en el lugar secreto, como una persona más real que cualquier persona física. Así que debemos ser muy sinceros y aún confiarle las cosas que no nos atreveríamos a decirle a nadie…Él nos garantiza guardar nuestros secretos.

Podemos hablar con confianza, por momentos llorar, o tal vez descargar nuestras frustraciones contándole como nos sentimos…contar todo, no importan las palabras.

No hay fórmulas, sólo hablarle con el corazón.

A medida que lo hacemos sentiremos que una gran carga va saliendo de nosotros y la paz de Dios comienza a inundar nuestro corazón.

Iremos pasando por momentos alternativos en nuestras emociones; lloraremos pero también reiremos, sentiremos paz, gozo y le daremos gracias.

Por momentos nos quedamos en silencio para escucharle a El.

Orar no es un monólogo sino un diálogo, donde Él nos susurra por el Espíritu Santo sus palabras de ánimo y consuelo. La mayoría de las veces serán textos bíblicos que nos traerá a la memoria, o nos llevará a buscar en la Biblia, que siempre debemos tener con nosotros en el tiempo de oración.

Así que recuerda lo que debes llevar contigo a tu aposento privado:

La Biblia, para leer antes de orar ó consultar mientras oras. Cuaderno y lápiz, para anotar tus peticiones y lo que el Espíritu Santo te hablare cuando converses con Dios.

3. “Y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Toma nota de la promesa de Dios. El recompensa públicamente a los que pasan tiempo con El en lo secreto (privado) o mejor, en intimidad con El. Es Su promesa y seguramente El no faltará en cumplirla.


¿No te parece que orar es algo maravilloso? La verdadera oración jamás se hace en vano. Siempre produce resultados, genera una respuesta de parte de Dios.
Continuara... 

...Continuación.
En nuestra primera enseñanza de APRENDIENDO A ORAR, nos introdujimos en algunas características importantes acerca de la oración.

También aquí podemos usar el ejemplo de lo que sucede en la vida natural. Luego de los primeros meses de su nacimiento y poco a poco mientras va creciendo un bebé, comienza a agregar palabras a su vocabulario.

Cuando entregamos nuestra vida a Jesucristo y nacemos otra vez, (Juan 3:3), comenzamos espiritualmente una nueva vida y como niños recién nacidos… solo dominamos una que otra palabra, pero a medida que pasa algún tiempo vamos agregando muchas otras palabras. Porque a medida que progresamos en la oración vamos aprendiendo a abrir nuestro corazón al Padre y confiarle todo lo que hay en él.

Por otra parte, paralelamente, estamos leyendo la Biblia día a día, especialmente los Evangelios y Salmos y vamos conociendo más la persona de nuestro Padre Dios, Su carácter Santo, Su amor y misericordia por nosotros. Dios se nos revela en las Escrituras como un Padre de amor que quiere lo mejor para nosotros.

Que generalmente nosotros no entendamos nuestras circunstancias no quiere decir que Dios se haya olvidado de nosotros o que no nos escuche. Muy por el contrario.

EL SIEMPRE NOS ESCUCHA Y QUIERE LO MEJOR PARA NOSOTROS. ¡No te olvides de esto!;”Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan”. Romanos 8:28




“El SEÑOR te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. Isaías 58:11




A continuación veremos algunos consejos sencillos para cuando ores:

1) Debes dirigirte al Padre en el nombre de Jesús. “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo”. Juan 14:13.

Esto es muy importante. No comenzamos de cualquier manera y con cualquier frase, sino que objetivamente, nos presentamos al Padre como hijos. ¡Qué gran privilegio! “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”. Juan 1:12.

Puedes hacerlo, por ejemplo, con una frase como esta: “Amado Padre, vengo a Ti en el nombre de Jesús…” o “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre…en el nombre de Jesús vengo a Ti…”
Puedes hacerlo con diferentes palabras, pero el concepto es: “Vengo a Ti en el nombre de Jesús”. Esa es tu garantía de ser escuchado siempre.

2) Primero alaba a Dios por todo lo que Él es. Y también por todo lo que hace por ti.
Si no sabes bien cómo hacerlo, te puede Ayudar leer en voz alta los primeros cinco versos del Salmo 103: “Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias” y luego orarlos dando gracias a Dios por todos sus beneficios con tus propias palabras tal como lo hacía el salmista David.


3) Pide por tus necesidades, llévalas delante de Dios; no las des por sobre entendidas. Sí, Dios lo sabe todo, pero a Él le agrada escucharte describir cada aspecto de tu vida, que le cuentes tus necesidades.

Te recuerdo, no es importante que palabras uses, eso no debe
Preocuparte. Como un niño no se preocupa si esta usando términos “correctos” cuando corre a los brazos de su Padre, abre sinceramente tu corazón.

4) Ora por tu familia. Pide por cada uno brevemente según sus necesidades y por otras personas que quieres que conozcan a Dios, etc. Dedica siempre un tiempo de tu oración a las necesidades de otros.


5) Concluye siempre tu tiempo de oración diciendo: “…en el  
Nombre de Jesús… ¡amén!” ó diciendo: “Gracias Padre porque tengo seguridad que me has oído por que he orado a Ti en el Nombre de Jesucristo tu Hijo amado.”

¡Y RECUERDA QUE SOLO LA ORACIÓN CAMBIA LAS COSAS!

¡ASÍ QUE ESPERA GRANDES COSAS DE DIOS!


Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.                                                                                                                         Centro cristiano “Cristo es la Puerta”

10 Cosas que Dios no te preguntata

10 COSAS QUE DIOS NO TE PREGUNTARA

LEELO SOLAMENTE SI TIENES TIEMPO PARA DIOS *,*

Déjame contarte, asegúrate de leer todo esto hasta el final. Yo casi borro este mensaje, pero fui bendecido cuando llegué al final.

Importante: Léelo solamente si tienes tiempo para Dios.

Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose diciendo:

Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo.

Les tendí una trampa, usé cebo que sabía que no podrían resistir. ¡Cayeron todos!

¿Qué vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.

Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió Satanás. Les enseñaré como casarse y divorciarse,

cómo odiar y abusar uno del otro,

a beber y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí.

¡Realmente me voy a divertir!

¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.

Ah, los mataré. Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.

¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.

Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrías tomar?                                                                                                                       Tú los tomas y ellos te odian. Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán.
¡¡Tú no quieres a esa gente!! ¿Cuánto? Preguntó nuevamente Jesús. Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:
Toda tu sangre, tus lágrimas, y tu vida.


Jesús dijo: ¡HECHO!

Y así fue como pago el precio.

NOTAS:

No es curioso lo fácil que es despreciar a Dios y luego preguntarse por qué el mundo se está yendo al infierno

No es curioso cómo alguien puede decir “Creo en Dios” y seguir a Satanás.

No es curioso que envíes miles de mensajes con chistes a través del correo electrónico, los cuales se riegan como pólvora, pero cuando empiezas a enviar mensajes que se refieren a El Señor, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos?

No es curioso que cuando llegue el momento de re enviar este mensaje, lo vas a dejar de enviar a muchas de las personas que tienes registradas en tu libreta de direcciones pues no estás seguro(a) de lo que vayan a pensar de ti.

No es curioso cómo la gente puede estar más preocupada de lo que los demás piensen de ellos que lo que piense Dios.

Oro por todo aquel que re envíe este mensaje a todos los destinatarios de la libreta de direcciones, ellos serán bendecidos por Dios de una manera especial.

Envíenlo también a la persona que te lo envió.

¡QUE EL SEÑOR LOS BENDIGA GRANDEMENTE!

Las 10 cosas que Dios no te preguntara'

1-Dios no te preguntara que modelo de auto usabas; te preguntara a cuanta gente llevaste.

2-Dios no te preguntara los metros cuadrados de tu casa; te preguntara a cuanta gente recibiste en ella.


3-Dios no te preguntara la marca de ropa en tu closet; te preguntara a cuantos ayudaste a vestirse.

4-Dios no te preguntara que tan alto era tu sueldo; te preguntara si lo ganabas limpiamente.

5-Dios no te preguntara cual era tu título; te preguntara si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.

6-Dios no te preguntara cuantos amigos tenías; te preguntara cuanta gente te consideraba su amigo.

7-Dios no te preguntara en que vecindario vivías; te preguntara como tratabas a tus vecinos.

8-Dios no te preguntara por el color de tu piel; te preguntara por la pureza de tu interior.

9-Dios no te preguntara porque tardaste tanto en buscar la salvación; te llevara con amor a su casa en el cielo y no a las puertas del infierno.

10-Dios no te preguntara a cuantas personas compartiste este mensaje; simplemente te preguntara si te dio vergüenza hacerlo.....

Jesucristo dijo: “Si tú me niegas frente de tus amigos, Yo te voy a negar frente a mi Padre”
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.                                                                                                                                                                                                                               Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”



 NO PERMITAS ESTOS SENTIMIENTOS.

               ¿Conoces personas aisladas, encerradas en sí mismas? Gente que “no se da” con otros, no abre su corazón y se encierra en su mundo…
               Tal vez tú eres uno de ellos. Tal vez sientas que nadie aprecia lo que haces o peor aún, que nadie aprecia lo que tú eres.
Este sentimiento no viene solo, ha sido puesto en ti por alguna causa, y la mayoría de las veces es porque alguien te ha hecho o dicho algo.
               Y lo que sucedió fue que lo que hizo y/o dijo esa persona se quedó dentro de tu corazón, tal vez en un rincón oscuro, tal vez en un lugar de prominencia, pero se quedó allí.
¡Si has dejado que eso se quede allí, por días, meses o años, le estás quitando alegría y color a tu vida!
               Jesús nos dijo, casi como gritando y enfatizándolo: "¡Escuchen bien lo que tengo que decirles!: Amen a sus enemigos, y traten bien a quienes los maltraten. A quienes los insulten, respóndanles con buenas palabras. Si alguien los rechaza, oren por esa persona.
Si sólo aman a la gente que los ama, no hacen nada extraordinario. ¡Hasta los pecadores hacen eso! Y si sólo tratan bien a la gente que los trata bien, tampoco hacen nada extraordinario. ¡Hasta los pecadores hacen eso!”
Lucas 6:27-28 y 32-33 (TLA)
               Cuando permites que un insulto o mala actitud hacia ti se quede dentro de ti estás viviendo bajo la maldición del enemigo. Estás dejando que él use eso para minimizarte y hasta a veces querer vengarte.
               Cuando vives con el deseo de que algo malo le pase a la persona que te hirió, vives como el diablo quiere y bajo su maldición. La venganza es del Señor y él hará justicia a SU tiempo.
Perdona al que te ofendió, suelta al que te hirió, haz lo que Jesús hizo por ti: Se olvidó de tus pecados, los borró y NUNCA MÁS los traerá a memoria.
               ¡Sé que no es fácil hacer esto, pero cuando lo hagas no sólo vivirás mejor, estarás más alegre, te será más fácil enfocarte en las cosas importantes de tu vida y te aseguro que si estabas enfermo te sanarás! Es la bendición del perdón. Pruébalo…
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.                                                                                                                  Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
LO QUE DIOS VE.

Recuerda que Dios nunca deja de amarte: No importa quién eres, o lo que has hecho, DIOS SIGUE AMÁNDOTE y lo hará hasta que Él venga por ti.
Dios no piensa como nosotros (¡Qué Bueno!). Dios no mira como nosotros. Él te mira con ojos de Padre, de amigo consejero. Él no mira tú exterior ni tampoco tu pasado. No mira cómo te vistes, qué te pones y qué te dejas de poner o lo que has hecho ayer o hace dos años.
¡Él no mira eso! Los que miran eso son las personas que tienes a tu alrededor. ¿Pero entonces qué es lo que mira Dios? ¿Qué es lo que Él quiere?
Pienso que ya lo sabes, pero te lo digo: DIOS MIRA TU CORAZÓN. Es tu corazón donde se esconde la razón por la cual haces lo que haces y dices lo que dices. El anhela tener tu corazón, la fuente de donde salen tus ideas, tus actos y decisiones.
¿Por qué Él quiere tu corazón? Porque es el elemento que te hace como eres, que te hace único y porque NADIE AQUÍ EN LA TIERRA LO CONOCE COMO ÉL. Porque Él hizo tu corazón, y Él te formó a ti.
Por eso el salmista declaró: "Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre. Tú fuiste quien formó cada parte de mi cuerpo. Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias. Todo lo que haces es maravilloso, ¡de eso estoy bien seguro!
Tú viste cuando mi cuerpo fue cobrando forma en las profundidades de la tierra; ¡aún no había vivido un solo día, cuando tú ya habías decidido cuánto tiempo viviría! ¡Lo habías anotado en tu libro!" Salmos 139: 13-16 (TLA)
Ora conmigo como lo hizo David tantos años atrás:
Que lo repitan los que adoran a Dios:"¡Dios nunca deja de amarnos!”
Perdida ya toda esperanza, llamé a mi Dios, y él me respondió, ¡me liberó de la angustia! Dios está conmigo: no tengo miedo. Nadie puede hacerme daño, Dios está conmigo y me brinda su ayuda. Salmo 118:4-7ª (TLA)  
    

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye                                                                              Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”