...Continuación.
En nuestra primera enseñanza de APRENDIENDO A ORAR, nos
introdujimos en algunas características importantes acerca de la oración.
También aquí podemos usar el ejemplo de lo que sucede en la vida
natural. Luego de los primeros meses de su nacimiento y poco a poco mientras va
creciendo un bebé, comienza a agregar palabras a su vocabulario.
Cuando entregamos nuestra vida a Jesucristo y nacemos otra vez, (Juan 3:3),
comenzamos espiritualmente una nueva vida y como niños recién nacidos… solo
dominamos una que otra palabra, pero a medida que pasa algún tiempo vamos
agregando muchas otras palabras. Porque a medida que progresamos en la oración
vamos aprendiendo a abrir nuestro corazón al Padre y confiarle todo lo que hay
en él.
Por otra parte, paralelamente, estamos leyendo la Biblia día a día,
especialmente los Evangelios y Salmos y vamos conociendo más la persona de
nuestro Padre Dios, Su carácter Santo, Su amor y misericordia por nosotros.
Dios se nos revela en las Escrituras como un Padre de amor que quiere lo mejor
para nosotros.
Que generalmente nosotros no entendamos nuestras circunstancias no
quiere decir que Dios se haya olvidado de nosotros o que no nos escuche. Muy
por el contrario.
EL
SIEMPRE NOS ESCUCHA Y QUIERE LO MEJOR PARA NOSOTROS. ¡No te
olvides de esto!;”Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los
que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan”. Romanos
8:28
“El SEÑOR te guiará
siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como
jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. Isaías
58:11
A continuación veremos algunos consejos sencillos para cuando ores:
1) Debes
dirigirte al Padre en el nombre de Jesús. “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será
glorificado el Padre en el Hijo”. Juan 14:13.
Esto es muy importante. No comenzamos de cualquier manera y con
cualquier frase, sino que objetivamente, nos presentamos al Padre como hijos.
¡Qué gran privilegio! “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
el derecho de ser hijos de Dios”. Juan 1:12.
Puedes hacerlo, por ejemplo, con una frase como esta: “Amado Padre,
vengo a Ti en el nombre de Jesús…” o “Padre
nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre…en el nombre de
Jesús vengo a Ti…”
Puedes hacerlo con diferentes palabras, pero el concepto es: “Vengo a Ti en
el nombre de Jesús”. Esa es
tu garantía de ser escuchado siempre.
2) Primero alaba a Dios por todo lo que Él es. Y también por todo
lo que hace por ti.
Si no sabes bien cómo hacerlo, te puede Ayudar leer en voz alta los
primeros cinco versos del Salmo 103: “Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo
mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus
beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias”
y luego orarlos dando gracias
a Dios por todos sus beneficios con tus propias palabras tal como lo hacía el
salmista David.
3) Pide por tus necesidades, llévalas delante de Dios; no las des por sobre
entendidas. Sí, Dios lo sabe todo, pero a Él le agrada escucharte describir
cada aspecto de tu vida, que le cuentes tus necesidades.
Te recuerdo, no es importante que palabras uses, eso no debe
Preocuparte. Como un niño no se preocupa si esta usando términos “correctos” cuando corre a los brazos de
su Padre, abre sinceramente tu corazón.
4) Ora por tu familia. Pide por cada uno brevemente según sus necesidades
y por otras personas que quieres que conozcan a Dios, etc. Dedica siempre un
tiempo de tu oración a las necesidades de otros.
5) Concluye siempre tu tiempo de oración
diciendo: “…en el
Nombre
de Jesús… ¡amén!” ó diciendo: “Gracias Padre porque tengo seguridad que
me has oído por que he orado a Ti en el Nombre de Jesucristo tu Hijo amado.”
¡Y RECUERDA QUE SOLO LA ORACIÓN CAMBIA
LAS COSAS!
¡ASÍ
QUE ESPERA GRANDES COSAS DE DIOS!
Recibe una Bendición y
un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro
cristiano “Cristo es la Puerta”
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