¿QUÉ DEBO HACER PARA SEGUIR A JESÚS?
Fuente:
Sergio Meza Padilla.
Reflexiones
Cristianas
Cuando
venimos a los pies de Cristo, hay muchas áreas de nuestra vida que debemos
entregarle.
Para algunas personas esto puede ser fácil y
renunciar a ellas sería algo natural. No obstante, para otras renunciar y
entregar ciertas áreas de su vida podría ser un poco más difícil.
Para
aquellos que les cuesta más trabajo dejar ciertas áreas de su vida, olvidan un
principio bastante básico y que nos enseña la Palabra: TODO LO PUEDO EN CRISTO
QUE ME FORTALECE (Filipenses 4: 13 – RVR1960).
La
Palabra es invalidada cuando hay un área de tu vida que te cuesta trabajo
entregársela al Señor Jesús.
Si
hay un área de tu vida con la cual aún luchas, entonces tu fortaleza no es
Cristo, esa área de tu vida es una fortaleza mental que el enemigo ha puesto en
tu mente para hacerte esclavo, pero del pecado.
¿Qué
nos enseña la Biblia respecto a este tema? Vayamos a Mateo 19: 16-22 – RVR1960:
“Entonces
vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él
le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?
Ninguno
hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los
mandamientos.
Le
dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás
falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a
ti mismo.
El
joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
Jesús
le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Oyendo
el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Si
miramos la historia del joven rico, este desde su juventud había hecho y
guardado la Palabra, lo cual bíblicamente está bien, pues la Palabra dice “sed
hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos” (Santiago 1: 22- RVR1960).
Pero
no basta con solo ser hacedores de la Palabra, sino también con dejar aquello
que permite que tropecemos y que no andemos en rectitud delante de Jehová Dios.
Para el joven rico dejar sus pertenencias no era negociable, todo lo demás sí.
¿Cuál
es esa área de tu vida que te ha costado trabajo entregársela al Señor?
¿Cuál
es esa área de tu vida que no es negociable?
¿Qué
cosas debo dejar para seguir a Jesús?
Vayamos
a otro texto bíblico rápidamente, a Lucas 5: 8-11, el cual habla del
llamamiento de Simón Pedro:
“Viendo
esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor,
porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se
había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo
y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Pero
Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando
trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.
La
diferencia entre el joven rico y el llamamiento de Pedro es grande.
Este
joven tuvo su llamado, pero quise ponerse en buenos términos delante del Señor
Jesús.
Él
pensó que era bueno, pues desde su juventud había puesto por obra la Palabra,
lo cual está bien. Sin embargo, no reconoció su necesidad de Jesús. En el caso
de Pedro, primero reconoce su necesidad y, luego sin importar nada, lo deja
todo para seguir al Maestro.
Para
muchos dejarlo todo puede ser un tanto difícil. Para otros un poco más fácil
como les decía al principio.
Hoy
quiero decirte que esta condición es necesaria y es el mismo Señor Jesús quien
la establece. Mira lo que dice Lucas 14: 33 – RVR1960: “así pues, cualquiera de
vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”.
¿Crees
tú que hay algo negociable aquí? No, ¿verdad? Creo que el Señor está pidiendo
que le entreguemos TODO nuestro ser, que le rindamos cada rincón de nuestras
vidas a Él.
Entonces,
a la pregunta qué debo hacer para seguir a Jesús, he aquí las respuestas:
PRIMERO:
RENUNCIAR A TODO
Lucas
14:33 nos enseña que una condición para poder ser llamados y reconocidos como
discípulos es renunciar a todo.
¿Cuál
es esa área de tu vida que te ha costado trabajo entregársela al Señor?
Recuerda que en el caso del joven rico, cuando Jesús le dijo que dejara sus
riquezas se entristeció mucho.
¿Qué
te entristece porque no has querido entregarlo a Jesús? No invalides lo que la
Palabra nos enseña: todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Dios
te bendiga sobreabundantemente. Bajo la guía del Espíritu Santo.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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