jueves, 12 de enero de 2017

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Fuente: Devoción Total.com

“Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿A un profeta? Sí, les digo, y más que profeta.” Lucas 7:26 (NVI)

La opinión de los expertos vale mucho y por lo general no regalan nada.

En la firma donde trabajaba nos especializábamos en mejorar procesos. Asistíamos a las compañías para entender el funcionamiento de sus tareas, mejorar la eficiencia de sus controles y detectar potenciales riesgos.

Son puntos que un ojo entrenado puede detectar donde aquellos que realizan al tarea todos los días no pueden observarlos. Es un servicio de expertos y vale.

La consulta a un experto en inversiones no es gratis. Te asesora como invertir en opciones seguras con un determinado rendimiento.

Pero no lo hace filantrópicamente. Si el rinde es satisfactorio, el costo es proporcional.

Los expertos generalmente solo marcan errores y asumen que lo que se hace bien es la obligación del responsable de la tarea. No alaban innecesariamente. Y son bastante reacios a resaltar las virtudes.

Para el pueblo de Israel, ser un profeta era una distinción más que especial.

Eran personas seleccionadas por Dios para cumplir una tarea específica.

Dios no elegía a cualquiera, y en el historial había próceres nacionales.

Samuel, Jeremías, Isaías, Elías eran considerados con extremos respeto personas que estaban por sobre el común denominador de la población.

Quien hace este comentario fue Cristo hablado de Juan el bautista.

El más experto de todos los expertos hablando del hombre que le abrió el camino para su ministerio público.

¿Y qué dice de él? Que Juan el Bautista, era más que un profeta. No había calificación más alta para un hombre.

Y la dice nada menos que Dios mismo. Que hablen bien de vos tus amigos o tu mamá es fácil porque te quieren, pero obtener un buen comentario de un experto en la materia es muy difícil, porque busca la excelencia en cada tema.

Jesucristo ponderó a Juan el Bautista por lo que había hecho.

Por su compromiso y dedicación, por su esfuerzo y sacrificio, por sus ideales altos que no fueron modificados por las presiones políticas, por ser fiel al mensaje aunque estuviera él solo.

Más que un profeta fue el hombre que murió degollado por el capricho de una mujer.

No tenía ni 35 años. Su vida fue corta, pero impactó terriblemente en donde estuvo.

Si Jesucristo tuviera que decir algo de ti, ¿Qué diría?

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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