EL REINO ESPIRITUAL
Fuente:
Cielo
reflexiones-cristianas.org
Porque
el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y
alegría en el Espíritu Santo (Romanos 14: 17).
LO
MÁS IMPORTANTE DEL MENSAJE de Jesús era el aspecto espiritual del reino de
Dios.
Para
Jesús, los que gozarían del reino de Dios eran los pobres en espíritu (Mat. 5:
3): Estos son los que reconocen sus pecados y se humillan delante de Dios
Los
que pertenecen a su reino son los perseguidos por causa de su justicia (Mat. 5:
10). Los que entran en el reino de Dios son los que hacen su voluntad (Mat. 7:
21). Los justos son los que brillarán en el reino de su Padre (Mat. 13: 43).
Para entrar en el reino de Dios hay que ser como niños (Mat. 18: 3). El reino
se les dará a los que produzcan frutos (Mat. 21: 43). Los que se arrepienten
van delante (Mat. 21: 31). El arrepentimiento es un requisito para tener parte
en él. Para entrar en el reino de Dios es necesario tener una justicia mayor que
la de los escribas y fariseos (Mat. 5: 20). Para entrar en el reino de Dios es
necesario nacer de nuevo, esto es, nacer del agua y del Espíritu (Juan 3: 3,
5). El reino de Jesús no es de este mundo (Juan 18: 36).
Los reinos del mundo
se establecen por la lucha y la guerra; el de Cristo se establece por la paz y
la concordia.
Por
otro lado, el que infrinja los mandamientos será muy pequeño en el reino de
Dios (Mat. 5: 19). Ser muy pequeño significa no entrar en él.
Los
que pecan y hacen pecar serán arrancados del reino (Mat. 13: 41; Mar. 9: 47).
El
principio del pecado es antagónico al carácter de Dios.
Es
muy difícil que los ricos entren en el reino de Dios (Mat. 19: 23, 24). La
riqueza material crea egoísmo, y este no entra en el reino de Dios. El que mire
hacia atrás, después de poner la mano en el arado, no es apto para el reino de
Dios (Lc. 9: 62). Implica que tiene otros intereses más importantes.
El
reino cercano
Cuando
oren, digan: «Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino» (Lucas 11: 2).
EL
REINO QUE JESÚS VINO A OFRECER a los judíos, que era tanto material como
espiritual, involucraba un gran sentido de urgencia. Para Jesús, la promesa del
reino de Dios no era una promesa distante.
Hablaba
de algo cercano. Este sentido de prontitud comenzó con la predicación de Juan
el Bautista: «En aquellos días se presentó Juan el Bautista predicando en el
desierto de Judea. Decía: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está
cerca”» (Mat. 3: 1, 2).
Después
del encarcelamiento de Juan, Jesús comenzó a predicar en Galilea: «Desde
entonces comenzó Jesús a predicar: “Arrepiéntanse, porque el reino de los
cielos está cerca”» (Mat. 4: 17). El evangelista Marcos lo registra de esta
manera: «Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca.
¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!» (Mar. 1: 15).
Cuando
Jesús envió a sus discípulos a predicar, les dio esta instrucción: «Cuando
entren en un pueblo y los reciban, coman lo que les sirvan. Sanen a los
enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de
ustedes”.
Pero
cuando entren en un pueblo donde no los reciban, salgan a las plazas y digan:
“Aun el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos
en protesta contra ustedes. Pero tengan por seguro que ya está cerca el reino
de Dios”» (Lc. 10: 8-11). Jesús les dijo que: «Dondequiera que vayan, prediquen
este mensaje: “El reino de los cielos está cerca”» (Mat. 10: 7).
El
ministerio de Jesús se caracterizó por este sentido de cercanía de la venida
del reino.
Es
evidente que el propósito de Dios es establecer pronto su reino. Es decir,
pronto después del ministerio de Jesús. Pero para nosotros, que vivimos dos mil
años después, que tenemos una perspectiva histórica diferente de la que tenían
los oyentes de Jesús, se nos dificulta mucho el entendimiento de esta cercanía
del reino del Señor.
¿Cómo
podemos entender hoy en día este sentido de urgencia que caracterizó la predicación
de Jesús en relación con el reino de Dios? Lo consideraremos mañana.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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