viernes, 16 de octubre de 2015

CUÁNDO VS. CUÁNTO

CUÁNDO VS. CUÁNTO
Por Daniel Cattaneo.  Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org

Me apasiona ver el mar golpeando contra las rocas. Me gusta ver como las olas van y van contra esos bloques inmensos y ver como desaparecen en esos surcos. Me fascina saber que aunque el agua es débil en comparación a la composición de la roca su increíble persistencia hace que le abra heridas a esa compacta masa y le haga huellas en su incesante vals. Es la persistencia de la gota la que orada la piedra.

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. (Gal.6:9).

No nos cansemos. La persistencia es una determinación. Hay muchas personas que tienen contabilizadas la veces que se estrellaron contra esa roca… el mar no las cuenta… no interesa saber cuantas veces… lo que interesa es alcanzar el objetivo. Si nos enfocamos en lo que fallamos cada golpe será un decepción… si nos enfocamos en el objetivo entenderemos que el golpe anterior, necesita de este y este necesita del próximo. No nos cansemos.

¿Tanto sufrir, para nada? (Gal.6:4).

El que pregunta es Pablo a las mismas personas y lo que busca producir es esa determinación… Lo que he hecho amerita que siga haciéndolo… no cuento cuantas veces lo hice sino que cada vez estoy más cerca de mi objetivo.

Me hablaban de un hombre que se dio por vencido… que lástima que haya hecho vano tanto esfuerzo. Me contaron de una líder que fue fascinada por una lealtad menor…

 ¡Qué pena que se haya cansado de sembrar integridad!

 En cuanto a mí, quiero mantener la actitud de Pablo: No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Fil.3:12-14).

Yo sigo, dice Pablo. Mi mirada no está puesta en lo que recorro sino en donde quiero llegar.

¿Saben por qué un maratón consiste en una carrera de 42, 195 km? Porque fue la distancia que debía correr Filípides desde Maratón a Atenas. Filípides murió en el km 37 por fatiga, ya que dos días antes había corrido 225 km y el día de la carrera peleó en una batalla cuerpo a cuerpo… pero su intento de correr a la meta es honrado cada año cuando miles de deportistas corren su carrera.

Que muramos en lo correcto antes que abandonar la carrera. Hoy es un día para correr, para seguir sembrando… no interesa cuantas veces lo hice sino que aún debo seguir haciéndolo porque lo que espero aún no se ha producido. Hoy decido seguir sembrando fe, el correcto hacer, devoción, búsqueda, amor, paciencia, trabajo, esfuerzo y cuanta semilla esté interesado en cosechar. No cuento el cuanto, sino que espero el cuándo. Habrá un cuando en esta historia… será el momento cuando coseche todo lo sembrado y ese día…  será otro cantar.

El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas. (Sal.126:5-6).

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristianos “Cristo es la Puerta”



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