DIOS ESTÁ CONTIGO Y TE BRINDA SU AYUDA
Fuente:
Devoción Total.com
La
Biblia relata que en una ocasión “los gobernantes filisteos se enteraron de que
Israel se había reunido en Mizpa, (entonces) movilizaron a su ejército y
avanzaron. El miedo invadió a los israelitas cuando supieron que los filisteos
se acercaban. « ¡No dejes de rogarle al
SEÑOR nuestro Dios que nos salve de los filisteos!», le suplicaron a Samuel.
Entonces Samuel tomó un cordero y lo ofreció al SEÑOR como ofrenda quemada
entera. Rogó al SEÑOR que ayudara a Israel, y el SEÑOR le contestó.
Entonces,
justo en el momento en que Samuel sacrificaba la ofrenda quemada, llegaron los
filisteos para atacar a Israel. Pero ese día el SEÑOR habló con una poderosa
voz de trueno desde el cielo y causó tal confusión entre los filisteos, que los
israelitas los derrotaron.
Luego
Samuel tomó una piedra grande y la colocó entre las ciudades de Mizpa y Jesana.
La llamó Ebenezer (que significa «la piedra de ayuda») porque dijo: « ¡Hasta
aquí el SEÑOR nos ha ayudado!».” 1 Samuel 7:7-12 (Nueva Traducción Viviente)
Ya
sea que sientas temor de lo que está ocurriendo a tu alrededor o estés
tranquilo en este momento, es tiempo de decirle a Dios “gracias porque hasta
aquí me has ayudado.”
Es
hora de decirle: “¡Bendito seas, Dios mío, por atender a mis ruegos! Tú eres mi
fuerza; me proteges como un escudo. En ti confío de corazón, pues de ti recibo
ayuda. El corazón se me llena de alegría, por eso te alabo en mis cantos.”
Salmos 28:6,7 (TLA)
“Felices
son los que tienen como ayudador al Dios de Israel, los que han puesto su
esperanza en el SEÑOR su Dios.” Salmos 146:5 (NTV)
Por
eso “vale más confiar en Dios que confiar en gente importante.” Salmos 118:8,9
(TLA)
Así
que “¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor
nuestro! ¡Dios calma la sed del sediento, y el hambre del hambriento!” Salmos
107:8,9 (TLA)
El
día de hoy elige creerle a Dios y proclama con seguridad: “Dios está conmigo:
no tengo miedo. Nadie puede hacerme daño, Dios está conmigo y me brinda su
ayuda. Me empujaron con violencia para hacerme tropezar, pero Dios vino en mi
ayuda. Dios me da fuerzas, Dios inspira mi canto; ¡Dios es mi salvador!” Salmos
118: 6-7,13-14 (TLA)
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Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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