RENUNCIANDO A TODO
Fuente:
Sergio Meza Padilla
reflexiones-cristianas.org
Para
llevar una vida agradable para Dios hay que dejar muchas cosas viejas atrás.
Cuando
regresé a los caminos del Señor sabía que debía renunciar a mucho si quería
agradarle.
Y
es que por Jesús hay que enterrar al viejo hombre, dejarlo atrás y estar
dispuesto a empezar una nueva vida en Él y justamente eso es lo que mucha gente
no logra entender.
Te
dicen, ahora que eres “aleluya” no bailas, ya no tomas, no rumbeas, eres todo “aguacatado”,
en fin, no logran comprender que nuestro gozo ahora es diferente y esas cosas
que hacíamos antes en el mundo, ya no llenan nuestra vida.
Mira
lo que lo nos enseña la Palabra:
“Así,
pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser
mi discípulo” (Lucas 14:33 – RVR1960).
Tremenda
estas cosas que nos dice el Señor Jesús, y se refiere a “vosotros”, es decir
todos nosotros. El Señor nos exhorta a abandonar aquello o aquellas cosas que
nos ata(n) a este mundo y nos impide(n) seguirle en obediencia y fidelidad.
Quizá para muchos este pasaje se refiera a
todas las riquezas, a las cosas materiales, pero en el plano espiritual hay que
considerar otras cosas más.
Ser
considerado un discípulo de Cristo tiene un precio. Si analizamos lo que
hicieron los doce apóstoles con detenimiento, nos damos cuenta que lo dejaron
absolutamente TODO por seguir a Jesús; dejaron familia, posesiones, inclusive
sus propias vidas con el objetivo de ponerlo al servicio de Cristo y bajo Su
dirección. Gálatas 2:20 – RVR1960 dice, “ya no vivo yo, es Cristo que vive en
mí”.
Eso
mismo pasó con los doce, vivían por y para Cristo. Para seguir a Cristo hay que
tomar decisiones radicales que quizá nos cuesten al principio, pero con tiempo
nos damos cuenta que valen la pena.
No
sé cuáles cosas aún no estás dispuesto a dejar para seguir a Cristo fielmente.
Probablemente
tu familia sea ese obstáculo que te impida ver esa bendición que significa
tener a Jesús en tu corazón.
Las
tradiciones y las religiones son un gran velo, un gran impedimento para que
Dios realice Su propósito en ti.
Quizá
tengas una relación con una persona inconversa, pero le amas y no quieres
dejarlo porque te duele.
A
lo mejor te gustan las cervezas y no ves la lógica en dejar los tragos del fin
de semana para congregarte en la iglesia.
De
pronto es el cigarrillo y te preguntas cómo es posible que el cigarrillo dañe
mi relación con Dios, ¿verdad? Probablemente, la rumba de los fines de semana
con los “amigos” son muy difíciles de dejar, y te dices no vale la pena.
Créeme,
la decisión más importante de tu vida la tomas cuando decides dejar todo por
seguir a Jesús. Desconozco el impedimento que atrase el plan de Dios para tu
vida, más lo único que puedo decirte es que ya es hora que tomes una decisión
radical y le permitas morar en ti.
El
Señor Jesús en Lucas 18 cuando habla del joven rico le dice a los doce en los
verso 29 y 30 lo siguiente: “de cierto os digo, que no hay nadie que haya
dejado su casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos por el reino de los
cielos que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero
la vida eterna”.
Seguir
a Cristo tiene un alto precio, no obstante, la recompensa es mucho mayor. En el
tiempo presente el Señor te promete recibir mucho más de lo que dejaste, pero
después viene la vida eterna.
Debes
decidir qué vas a hacer, la decisión que vas a tomar es la más importante de tu
vida. Si decides vivir para Cristo tendrás su respaldo y Él será tu fortaleza
(Filipenses 4: 13 – RVR1960).
Recuerda
que Cristo desea hacer cosas nuevas en ti todos los días, tal cual lo dice La
Palabra también en 2 Corintios 5:17 – RVR1960, “de modo que si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas”.
Si
en ti hay un llamado, es tiempo de escuchar la voz de tu Pastor y renunciar a
todo de una buena vez, decídete porque vivir por Cristo sí que vale la pena.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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