ENGRANDECE A DIOS EN TU VIDA
Fuente:
Devoción Total.com
“Porque el nombre de Jehová proclamaré.
Engrandeced a nuestro Dios.” Deuteronomio 32:3
“Engrandeced
a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.” Salmo 34: 3
Tanto
Moisés como David nos dan el mismo consejo, permite que Dios crezca en tu
corazón cada día más y más. De esa manera, mientras más grande sea el Señor en
tu corazón, más fácil será enfrentarte a las batallas que surgen cada día.
El
propósito más grande de Dios al crearnos fue que le conozcamos en una forma
real e íntima. Dios no está lejos, solo está a una oración de distancia.
Él
no es un Dios que se hace rogar, sino que tan pronto como tú clamas a Él, Él te
responde, pues Él lo prometió: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré
cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” Jeremías 33:3
Me
gustó mucho la sección donde se habla de aquellos dioses creados por los
hombres: “tienen pies, mas no andan.”
Si
ni ellos mismos se pueden trasladar, mucho menos nos podrán llevar a nosotros.
Cada uno de estos dioses tiene su propio día cuando se les festeja y sus
seguidores los tienen que visitar y cargar para sacarlos a que den una vuelta
por el pueblo o la ciudad. Qué horrible tener un dios que tú tienes que cargar,
pero qué glorioso es tener un Dios que te carga a ti.
“¿Por qué te quejas? ¿Por qué crees que Dios
no se preocupa por ti? Tú debes saber que Dios no se cansa como nosotros; debes
saber que su inteligencia es más de lo que imaginamos. Y debes saber que su
poder ha creado todo lo que existe. Dios les da nuevas fuerzas a los débiles y
cansados. Los jóvenes se cansan por más fuertes que sean, pero los que confían
en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán
caminar sin cansarse y correr sin fatigarse.” Isaías 40:27-31 (TLA)
Decide
hoy mismo engrandecer a Dios en tu corazón y verás cómo los problemas y
situaciones difíciles se hacen más pequeños ante Él. Dios es más grande que tu
situación, Él es más poderoso que cualquier problema que a ti te parezca
gigante.
Decide
alabarlo por SU grandeza y por quién es Él:
“Dios
mío, ¡levántame, dame ánimo!
Yo
soy muy pobre y humilde, pero te alabaré con mis canciones, ¡te pondré en alto
con mi alabanza!
Eso
te será más agradable que recibir muchas ofrendas.
Cuando
vean esto los pobres que te buscan, se pondrán muy alegres, y recobrarán el
ánimo.
Tú,
Dios mío, atiendes a los pobres; ¡no te olvidas de tu pueblo que se encuentra
cautivo!” Salmos 69:29-33 (TLA)
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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