PELEA POR TU BENDICIÓN
Fuente:
Daniel Zangaro
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Cuando
leo la historia de Jacob y Esaú en Génesis 27, no deja de asombrarme las
distintas y peculiares reacciones de ambos. Esaú era el primogénito y en el
contexto bíblico esto le daba preeminencia y autoridad sobre aquellos que
venían después de él en su familia. Sin embargo y como sabemos, Esaú no valoró
este privilegio y se lo vendió a su hermano a cambio de un simple plato de
lentejas.
Si
profundizamos un poco más en esta historia, podríamos decir que Esaú representa
a las personas que pese a tener el derecho legal de ocupar una posición, no lo
hacen o la desprecian.
Dejan
pasar las oportunidades que otros estarían muy felices de aprovechar.
Son
personas a las que Dios les has dado mucho, dones, talentos y hasta posición de
liderazgo, sin embargo caminan por la vida como si nada hubieran recibido.
Muchas veces suelen ser quejosos y desagradecidos ya que no son capaces de ver
y disfrutar de todo lo que Dios les ha dado.
En
el otro extremo de esta historia se encuentra Jacob, quien usando de su astucia
y en confabulación con su madre, engañó a un anciano Isaac que difícilmente
podía distinguir con certeza entre un hijo y otro.
Sin
embargo y a pesar de nuestro desacuerdo con la mentira, Jacob puede darnos un
ejemplo positivo, él supo pelear por lo que quería, aunque claro está usando de
malas artes, pero también es cierto que estuvo atento para tomar lo que su
hermano despreció.
Jacob
representa a otro grupo de personas, aquellos que luchan incansablemente por
conseguir las metas que se proponen.
Ellos
no se quedan con la palabra no como si fuera una ley inalterable, sino que
pelean por su bendición hasta obtenerla. Son aquellos que legalmente no son los
primogénitos pero actúan como si lo fueran.
Al
igual que Jacob hay muchas personas que tienen metas y trabajan esforzadamente
para conseguirlas, pero sus métodos no son lícitos, son aquellos que pregonan
el fin justifica los medios. Jacob y su madre parecían adherir a esta manera de
pensar, sin embargo la mentira, el engaño y el pecado, pronto traerían sus
dolorosas consecuencias.
Jacob
representa a los que toman atajos, a los que se creen más astutos que los demás
y hasta cierto punto parecen obtener una buena retribución a su comportamiento.
Sin embargo muchos años de enemistad y persecución tuvieron que ser padecidos
por causa de su engaño.
Un
momento especialmente importante y del cual podemos sacar enseñanza se da
cuando Jacob pelea contra el ángel del Señor: “Y dijo: Déjame, porque raya el
alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices”. (Génesis 32:26).
Algo
muy importante que podemos sacar de esta historia es la tenaz persistencia de
Jacob en ser bendecido. Entonces podríamos preguntarnos ¿Tenemos la misma
determinación para lograr lo que anhelamos?
Te
animo en este tiempo a que al igual que Jacob, sigas peleando incansablemente
en oración, dejando de lado todo desánimo para obtener tu bendición.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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