POR LA RENOVACIÓN DE NUESTRA MENTE
Fuente:
Cielo
Reflexiones-cristianas.org
No
os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable
y perfecta. Romanos 12:2.
Sería
muy interesante que un joven buscara a una señorita y le dijese: “Te amo con
toda mi mente” ¿No te parece?
¿Te
diste cuenta de que el corazón siempre carga con la culpa por lo que sentimos y
el cuerpo por lo que hacemos?
Lo
que Pablo está queriendo decirnos en el versículo de hoy es que, para ser más
semejantes a Jesús, tenemos que comenzar con la mente. “Transformaos por medio
de la renovación de vuestro entendimiento”, es el consejo del apóstol.
En
realidad, los actos pecaminosos nacen en la mente, se transforman en
sentimientos y acaban plasmándose en acciones. Por eso, en la hora de la
conversión, Dios promete darnos “la mente de Cristo”
Si
queremos ser felices en la vida cristiana necesitamos un cambio de mente; es
decir, de naturaleza, de corazón.
El
ser humano con mente enemiga o naturaleza pecaminosa, o corazón de carne, sólo
amará las cosas de este mundo, la basura de la vida, y vivirá buscando los
placeres de la Tierra.
Pero
el cristiano que un día encontró a Jesús en su vida y lo aceptó como su
Salvador, ya no puede conformarse a este siglo.
En
el momento que acepta a Jesús, el Salvador crea en él la naturaleza divina.
Entonces
el hombre pasa a tener la mente de Cristo, y a medida que vive en comunión con
la fuente de justicia, su mente se va transformando y aparecen nuevos
pensamientos que inspiran sentimientos nobles y terminan traduciéndose en
buenas obras.
¿Cómo
puede alguien, que no experimentó la conversión y no vive una vida diaria de
comunión con Cristo, saber cuál es “la buena, agradable y perfecta voluntad de
Dios”?, Es imposible.
Tan
imposible como enseñar a un lobo a comer hierba.
Los
padres queremos que nuestros hijos tengan la mente de Cristo, no simplemente
que se porten bien.
Y
lo mismo pasa con los líderes de la iglesia. Quieren que la iglesia viva una
vida de permanente comunión con Cristo.
Tenemos
que comenzar por la transformación o renovación de nuestro entendimiento.
Comenzar
en el lugar equivocado puede ser fatal, porque “tratando de diseñar un picaflor
podemos producir un murciélago”, dijo en cierta ocasión un colega pastor.
Antes
de salir hoy para las actividades del día, propón en tu corazón que a la tarde
estarás más cerca de Jesús.
Haz
de este día un día de comunión con él.
Deléitate
en pensar en él, concentra tus pensamientos en él, relaciona todo con él, todo
lo que tengas que hacer.
Conserva
un cántico en el corazón, sé feliz y victorioso en Jesús, y deléitate en
conocer cuál sea su buena voluntad, agradable y perfecta.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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