AÑO NUEVO, HÁBITO NUEVO
Fuente:
Reflexiones cortas.net
¿Te
propones metas para el año que comienza? ¿Has dejado de hacerlo por el mal
resultado de tus intentos anteriores? Si es así, ¿has probado a diseñarte una
buena estrategia?
El
uno de enero nos inspira el deseo de cambiar a mejor y muchos queremos cumplir
con el dicho: “Año nuevo, vida nueva“.
De ahí que nos propongamos metas como, por
ejemplo, pasar más tiempo con los seres queridos, ahorrar, comer mejor, hacer ejercicio…
y esas cosas.
El
problema es que, sin una estrategia para conseguir ese objetivo, es muy difícil
mantener las buenas intenciones más allá de las primeras semanas del año.
Eso
es lo que vamos a abordar aquí: la estrategia que transforme la buena intención
en un cambio sólido y duradero.
¿Cómo
se consigue eso? Construyendo hábitos en las áreas que gustes cambiar. Y el
proceso comienza por un paso ineludible: una determinación firme.
1.
Toma la decisión
Aquí
es donde vas a apuntalar los pilares de tu motivación. Decide qué cambio
quieres que se produzca en tu vida y asegúrate de que es algo que
verdaderamente te interesa a ti, más allá de que sea conveniente y de que a tu
entorno le guste.
Una
vez que estás seguro de lo que quieres y que has tomado la determinación de
luchar por ello, el resto es más llevadero.
A
esto añádele toda la convicción que puedas. ¿Cómo? Dándole una patada a las
dudas y a otras formas de auto sabotaje.
No
es que quieras hacer ejercicio. No es que vas a probar a aprender algo nuevo.
No es que empezarás a comer sano cuando terminen las fiestas.
Es
que VAS a hacer ejercicio. VAS a aprender eso. Y VAS a comer sano. Comprométete en serio.
2.
Elabora el plan
Dependiendo
de lo que te hayas propuesto y de tu estilo de vida, así será el plan. Puedes
comenzar por reestructurar tus horarios para hacerle sitio a lo nuevo. No lo
añadas sin más.
3.
Cuenta con los obstáculos
Cuanto
más grande sea el reto, más grandes y numerosos serán los obstáculos. Tenlo
presente desde el principio.
Habrá
imprevistos. Habrá días en los que no estés motivado. Habrá personas que se
interpongan. Habrá errores, muchos errores. Habrá pasos atrás…
¿Qué
harás cuando encuentres obstáculos en el camino? Hay personas que abandonan su
propósito, porque no piensan en ello de antemano. Tal vez creen que es
pesimista pensar en que habrá momentos difíciles.
Pero
sí los habrá. Tú lo sabes por otros objetivos que has tenido entre manos. Así
es que cuenta con eso y prepárate para afrontar las dificultades lo mejor que
puedas.
4.
Empieza por poco
Sé
muy específico cuando formules tu objetivo. Por ejemplo: “Quiero correr media
hora de lunes a viernes.”
Y,
a la hora de empezar, póntelo tan fácil como sea posible. En lugar de correr
media hora, comienza por un paseo por el barrio de diez minutos, por ejemplo.
Lo
primero de todo es construir el hábito, acostumbrarte a realizar esa acción con
frecuencia. Después te ocupas del progreso.
5.
Registra tus avances
Registra
cada día que cumples con tu hábito, aunque se trate de algo tan simple como
marcar una X en el calendario. De esto no te vas a arrepentir.
(Yo
uso un registro muy simple: Una libreta donde anoto el día y dos o tres frases
con lo que he hecho.)
El
registro va a motivarte cuando lo ojees más adelante. Te servirá para celebrar
tu progreso, para constatar las dificultades que superaste o para realizar
cambios en tu plan.
Espero
que algo de lo anterior te sirva. Y brindo porque nuestros esfuerzos lleguen a
buen puerto durante el año que está por comenzar.
Recibe
una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
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