"A JEHOVÁ PRESTA EL QUE DA AL POBRE, Y EL BIEN QUE HA HECHO,
SE LO VOLVERÁ A PAGAR."
Proverbios
19: 17.
Fuente:
Charles H. Spurgeon
Hemos
de dar a los pobres movidos por la misericordia. No para ser vistos ni
aplaudidos y mucho menos para ganar influencia sobre ellos; más bien hemos de
proporcionarles ayuda movidos por pura simpatía y compasión.
No
debemos esperar recibir todo de regreso de los pobres, y ni siquiera gratitud;
sino que hemos de considerar lo que hemos hecho como un préstamo al Señor. Él
asume la obligación, y, si lo vemos a Él en este asunto, no debemos mirar a la
otra parte involucrada.
¡Qué honor nos concede el Señor cuando
condesciende a pedirnos prestado! El comerciante que tiene registrado al Señor
en sus libros de contabilidad, es grandemente favorecido.
Sería
una lástima tener registrado tal nombre por una magra porción; convirtámosla en
una cuantiosa suma. Ayudemos a la siguiente persona necesitada que nos
encontremos en el camino.
En
cuanto al reembolso del préstamo, difícilmente podríamos pensar en ello, y, sin
embargo, aquí tenemos la nota firmada por la mano del Señor. Bendito sea Su
nombre, porque Su promesa de pago es mejor que el oro y la plata.
¿Nos
estamos quedando cortos debido a la depresión de los tiempos? Nos podemos
aventurar a presentar humildemente este pagaré en el Banco de la Fe.
¿Ha
actuado alguno de nuestros lectores como un tacaño para con los pobres? Pobre
alma. Que el Señor lo perdone.
Recibe
una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
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