Lugar Para Jesús.
Lc. 2: 7.
La señorita Mildred Cabell cuenta de un hotel singular donde ella respiró una deliciosa atmósfera de paz. Respondiendo a una pregunta, la propietaria, en cuyo rostro se revelaba la más grande amabilidad, dijo:
“Cuando tomamos este hotel, acabábamos de dejar a Jesús entrar en nuestro corazón, y cuando inspeccionamos todas las cosas, mi esposo y yo llegamos a la conclusión de que no había lugar para Jesús y al mismo tiempo para muchas otras cosas que los hoteles siempre tienen.
Así pues, suprimimos el salón de billares, el salón de baile y el salón de juego, y perdimos muchos clientes.
Algunas veces nos sentíamos fuertemente tentados, porque nos parecía que ganaríamos mucho dinero en caso de que no nos apegáramos a estas reglas; pero siempre que esto sucedía caíamos de rodillas y decíamos: “Señor, en este hotel habrá siempre lugar para ti’, y procuraremos obedecer fielmente lo que dices: ‘No hay lugar para mí y para esas cosas al mismo tiempo.’”
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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