COSAS DE VALOR QUE NO SE VEN
Leobardo
Estrada C.
parameditar.com
Se
dice que un joven le decía a un ministro evangélico que él creería en Dios cuando
pudiera verlo.
El ministro le preguntó:
—
¿Joven, usted cree que su madre lo ama?
El
joven respondió:
—
Yo no solamente creo, sino que yo sé que me ama.
Entonces
el ministro le preguntó si él podía ver el amor de su madre, si podía pesarlo,
o medirlo.
El
joven contestó:
—
Yo no puedo ver, ni pesar, ni medir el amor de mi madre; pero yo sé que me ama.
Entonces
el ministro poniendo su mano amorosa sobre el hombro izquierdo del joven, le
dijo:
—
Joven, Dios es amor.
Así
como es el amor, hay muchas otras cosas que no se ven; pero son tan reales o
más reales que las cosas que se ven.
Todos
sabemos que todas las cosas que los hombres han hecho son producto de lo que no
se ve, o sean las ideas o pensamientos de los hombres: la imprenta, antes que
los hombres la vieran, estuvo en la mente de su inventor.
Lo
mismo podemos decir de la luz eléctrica, del telégrafo, del aeroplano, de la
radio, de la televisión, etcétera.
Un
edificio, antes de ser construido, está en la mente de alguna persona o
personas; después el arquitecto o los arquitectos ponen esas ideas en papel,
hacen los planos, y más tarde construyen el edificio.
No
olvidemos, pues, que todo lo que nos rodea, que ha hecho el hombre, es producto
de lo que no se ve: de la mente humana.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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