sábado, 22 de noviembre de 2014

CUANDO LA CREENCIA DETERMINA EL DESTINO
Extracto del libro “Familias Con Futuro” Por José Luis y Silvia Cinalli
Devocionaldiario.org

Esta historia es verídica. Sucedió en África.

Seis mineros que trabajaban en un túnel muy profundo extrayendo minerales desde las entrañas de la tierra, sufrieron un terrible accidente. Un derrumbe los dejó aislados. Enormes piedras sellaron la salida de la mina. Los expertos mineros evaluaron la situación y, en silencio, cada uno miró a los demás.

Rápidamente se dieron cuenta de que el problema más grave sería la falta de oxígeno. Según las estimaciones iniciales, les quedarían unas tres horas de aire. 

Inmediatamente comenzaron las tareas de salvataje. ¿Podrían rescatarlos antes de que se terminara el aire?

Mientras tanto, en el interior de la mina, los expertos mineros decidieron ahorrar todo el oxígeno que pudieran. Acordaron hacer el menor desgaste físico posible, apagaron las lámparas y se acostaron en el piso. Preocupados por la situación e inmóviles en la oscuridad, era difícil calcular el paso del tiempo. Solamente uno de ellos tenía reloj. Hacia él iban todas las preguntas: “¿Qué hora es? ¿Cuánto nos queda? ¿Y ahora?”.

El paso del tiempo se hacía cada vez más lento. Cada minuto parecía una hora y la desesperación agravaba aún más la situación. El minero más experimentado se dio cuenta de que, si seguían así, la ansiedad los haría respirar más rápido y se consumiría el oxígeno en menor tiempo. Así que ordenó al que tenía el reloj que cada media hora informara al resto. Cuando hubo pasado el tiempo estipulado, el minero del reloj dijo: “Ha pasado media hora”. Hubo un murmullo entre ellos.

El hombre del reloj se dio cuenta de que sería cada vez más difícil comunicarles que el minuto final se acercaba. Sin consultar, ideó un plan. La próxima vez que informó el tiempo, habían pasado en realidad cuarenta y cinco minutos. Nadie notó la diferencia. Apoyado en el éxito del engaño, la tercera vez que lo hizo fue casi una hora después. Dijo: “Ha pasado otra media hora”. Los mineros pensaron que habían estado una hora y media, cuando en realidad llevaban casi el doble de tiempo encerrados en la mina.

Entre tanto, la cuadrilla de rescate trabajaba arduamente. Después de cuatro horas y media llegaron al lugar del derrumbe. Temían lo peor. Sin embargo, encontraron vivos a cinco de los seis mineros. Solamente uno había muerto de asfixia: el que tenía el reloj.

PARA PENSAR Y PRACTICAR

Esta historia nos enseña que:

Quienes se atreven a desafiar las probabilidades son los que alcanzan el éxito.

Si confiamos en que se puede seguir adelante, las posibilidades se multiplican.

Cuanto más piense acerca de una cosa, más ésta se hace parte de su realidad.

Recuerde, las personas y las experiencias difíciles podrán detenerlo temporalmente, pero usted es el único que podrá hacerla permanentemente.

El desaliento destruye la esperanza.

Uno forja su destino sobre la base de lo que piensa. “Nuestras vidas son la obra de nuestros pensamientos” (Marco Aurelio).

La actitud es más importante que la aptitud. “Hay muy poca diferencia entre las personas, pero la pequeña diferencia marca una gran diferencia. La pequeña diferencia es la actitud. La gran diferencia está en si es positiva o negativa” (Clement Stoneo).

El miedo es uno de los mayores enemigos de la fe.

No existen situaciones insalvables; siempre habrá una salida.

Lectura bíblica: “Tal como un hombre piensa en su corazón, así se vuelve” (Proverbios 23:7).

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”



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