"PERO BENDECIRÁ LA MORADA DE LOS JUSTOS."
Proverbios
3: 33.
Fuente:
Charles H. Spurgeon
La
Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
El
justo teme al Señor y por tanto está bajo la protección divina incluso en
cuanto al techo que le cubre a él y a su familia.
Su
casa es una morada de amor, una escuela de entrenamiento santo, y un lugar de
luz celestial.
En
ella hay un altar familiar donde el nombre del Señor es tenido diariamente en
reverencia. Por ello el Señor bendice su habitación.
Puede ser una casita humilde o una mansión
señorial; pero la bendición del Señor llega debido al carácter del habitante, y
no debido al tamaño de la morada.
El
hogar en el que el señor y la señora son personas temerosas de Dios, es
sumamente bendecido; pero un hijo o una hija o incluso un sirviente pueden
atraer una bendición sobre todo el hogar.
El
Señor con frecuencia preserva, prospera y provee a toda una familia por causa
de uno o dos de sus miembros, que son personas "justas" en Su
estimación, porque Su gracia los ha hecho así.
Amados,
hemos de tener a Jesús como nuestro huésped constante, así como lo tenían las
hermanas de Betania, y entonces seremos en verdad bendecidos.
Hemos
de procurar ser justos en todas las cosas: en nuestro negocio, en nuestro
juicio sobre los demás, en nuestro trato con los vecinos, y en nuestro propio
carácter personal.
Un
Dios justo no puede bendecir transacciones injustas.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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