PALABRAS PARA EL AMOR DE MI VIDA
Por
Dante Gebel. Por Edgardo Tosoni
Devocionaldiario.org
Antes
despertaba y la luz no era la misma, ahora al pensar en ti sonrío. Antes, mis
problemas parecían laberintos. Tu voz me guía y siempre encuentro salidas.
Caminar en la calle se ha convertido en un ejercicio para mi corazón, porque
pienso en ti, y en mis caminos, mi corazón se contenta tanto que despierta y se
enamora cada vez más de ti. Tú ejercitas mi corazón y mi alma.
Me
haces tan feliz.
Antes
el café siempre me sabía amargo, cariño, ahora parece el mejor café del mundo y
su amargura la amo. Recuerdo que siempre sabía que existías, y ya te amaba
antes de conocerte, porque era tanta la seguridad que tenía de que te
encontraría, que vivía feliz esperando el momento de verte por primera vez. Esa
primera vez que nunca olvidaré y que no quiero olvidar mientras esté en vida.
Ahora
mis deseos son para ti, solo quiero cuidarte, acariciarte con mis dedos y mis
manos. Tocar tu pelo y besarte despacio en silencio. Quiero que sientas un silencio
inmenso a mi lado y que así puedas sentirte en una burbuja de paz y cariño. En
un lugar de bien y de amor.
Te
sientas mujer, niña y todo lo que deseas…
Quiero
sentirte en mí y que tú me sientas, pero que al mismo tiempo te sientas más a
ti que nunca. Quiero que a mi lado te conozcas aún más y puedas sentir que
había cosas de ti que ni conocías. Te sentirás una mujer segura, amada,
ilusionada y contenta. Y los días que así no sea, no me iré a dormir hasta
cambiar tu alma… No dejaré jamás que eso pase cariño. Te daré la clama. Te
sentirás una mujer orgullosa y satisfecha, y siempre que tú lo desees me iré,
siempre que desees tener soledad y espacio, yo dejaré que así sea. Hasta que
volvamos a estar juntos. Viviremos juntos y al mismo tiempo separados.
Sí
mi amor, así siempre nos amaremos.
No
amaremos con cuidado y tiempo.
Con
cariño y verdad.
Con
dedicación y sonrisa.
Con
los labios y la voz.
Nos
amaremos con la sonrisa y los llantos.
Nos
amaremos de verdad cariño.
Yo
viviré atento para que esto jamás muera…
Y
así cómo un faro siempre da su luz en los momentos más necesitados. Mi luz será
siempre tuya, para que, si lo necesitas, puedas ver y encontrar el rumbo que
sueñes.
Yo
seré tú faro y tú mi mar.
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Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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