DETRÁS DE LA VENTANA
Fuente: Ana María
Frege Issa
Este artículo fue
producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Se
cuenta que una señora tenía algunos huéspedes en su casa para ayudarse a vivir.
Un día, a la hora cuando el sol llegaba a su ocaso,
entró en la habitación de uno de sus huéspedes
y lo halló mirando en dirección a la ventana. El hombre estaba en muda
contemplación, absorto ante el
maravilloso espectáculo de la puesta del sol.
La mujer se acercó y se quedó parada mirando en la
misma dirección, sin hablar una palabra.
El hombre, creyendo que, al igual que él mismo, la
señora de la casa había quedado como extasiada de admiración, siguió en su
actitud callada.
De pronto ella, con voz de vergüenza, dijo:
- Sí, señor, tiene usted mucha razón. La ventana está
demasiado sucia. Le prometo limpiarla hoy mismo.
En muchas oportunidades, al igual que la señora de la
historia, nos hemos parado frente a una ventana y no hemos sido capaces de ver
más allá de las manchas que había en ella. La ventana podría haber sido una
circunstancia difícil y lo único que vimos fue el momento que vivíamos, no
pudimos ver lo que había detrás del vidrio, las oportunidades o bendiciones que
había detrás del problema.
Por los afanes de la vida, decepciones, problemas u
otros factores, muchas veces nos enfocamos en lo más próximo a nuestra vista,
siendo incapaces de ver el hermoso paisaje que hay detrás de la ventana.
Inclusive dejamos de ver la vida como un milagro y damos por sentado que nos
pertenece, dejamos de apreciar y agradecer por la salud, los alimentos, por el
trabajo y la familia, sin percatarnos de que todo eso son bendiciones de Dios.
No debemos olvidar que nuestra vista tiene un alcance
muy limitado, que Dios ve mucho más allá que nosotros y que si somos capaces de
confiar en sus planes, de creer que hay cosas mejores, entonces, podremos vivir
en paz y confiadamente.
“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el
Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una
esperanza”. Jeremías 29:11
Cuando estés frente a una ventana mira más allá del
vidrio, haz memoria de todas las bendiciones pasadas y presentes, confía en que
Dios tiene un plan especial para tu vida, que lo mejor aún no ha llegado y
podrás contemplar el paisaje impresionante que te rodea.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario