"Y ALLÍ OS ACORDARÉIS DE VUESTROS CAMINOS, Y DE TODOS VUESTROS
HECHOS EN QUE OS CONTAMINASTEIS; Y OS ABORRECERÉIS A VOSOTROS MISMOS A CAUSA DE
TODOS VUESTROS PECADOS QUE COMETISTEIS."
Ezequiel 20: 43.
Fuente: Charles H.
Spurgeon
La Chequera del
Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
Cuando somos aceptados por el Señor, y estamos
colocados en el lugar de favor, y paz, y seguridad, entonces somos conducidos a
arrepentirnos de todas nuestras fallas y extravíos para con nuestro Dios lleno
de gracia.
El arrepentimiento es tan precioso, que lo podemos
llamar un diamante de hermosas aguas, y esto está dulcemente prometido al
pueblo de Dios como uno de los resultados más santificantes de la salvación.
Aquel que acepta el arrepentimiento, también da el
arrepentimiento; y no lo da proveniente de "la caja amarga" sino que
lo toma de entre "las hojuelas con miel" con las que alimenta a Su
pueblo.
Un sentido del perdón comprado con sangre y de la
misericordia inmerecida, es el mejor medio para derretir a un corazón de
piedra.
¿Tenemos duros sentimientos? Pensemos en el amor del
pacto, y entonces dejaremos el pecado, lamentaremos el pecado y odiaremos el
pecado; sí, nos aborreceremos a nosotros mismos por pecar contra un amor tan
infinito.
Acerquémonos a
Dios con esta promesa de penitencia, y pidámosle que nos ayude a recordar, y a
arrepentirnos, y a lamentarnos, y a regresar.
¡Oh, que
pudiéramos gozar del derretimiento provocado por la aflicción santa!
¡Qué alivio sería una inundación de lágrimas!
¡Señor, golpea
la roca, o háblale a la roca, y haz que las aguas fluyan!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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