CIMIENTO VERDADERO
Fuente:
Daniel Cattaneo
Devocionaldiario.org
Ro.10:11.
Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado».
Pablo
está hablando de la elección de Dios, de cómo los que no son parte de Israel reciben salvación
y del poder salvador de la confesión de fe. Entonces para reforzar su posición
cita como argumento un pasaje de Is.28:16 que dice: Por eso dice el Señor omnipotente:
« ¡Yo pongo en Sion una piedra probada!, piedra angular y preciosa para un
cimiento firme; el que confíe no andará desorientado.
La
versión de Reina Valera lo traduce “el que confié no se apresurará”. Quiero
pensar en esta mañana en estas tres traducciones. El que confíe:
1.
No será defraudado. La piedra angular era el lugar donde asentaba toda la casa.
Cristo como principal piedra del ángulo nunca te defrauda, podes echar toda la
carga sobre El, jamás te va a fallar. En Italia hay una famosa torre, la de
Pisa que está inclinada, el peso puesto sobre una superficie endeble ha hecho
que pierda su verticalidad. El tamaño del cimiento determina la edificación. No
hay nada que no puedas poner sobre Jesús… Sus hombros son tan anchos que la
orden de 1º P.5:7 es: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de
ustedes.”
2.
No andará desorientado. La piedra angular por lo general estaba marcada como
tal. Era el lugar donde se remitía toda la estructura. Nadie la podía
confundir, cualquiera, hasta un muchachito la podía distinguir. Por ello cuando
Sansón pide que se lo guie donde reposaba la casa, un simple siervo lo guío al
lugar correcto. El que cree en Jesús sabe que es el, que no es otro, que no se
debe a otra cosa, sino a Él. A Él es a quien acudo, Él es la piedra establecida
para mi vida. Me uno con Pedro quién declaró valientemente: Hch.4:11.
“Jesucristo es: “la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha
llegado a ser la piedra angular”. 12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque
no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos
ser salvos.”
3.
No se apresurará. Las casas de la antigüedad si no tenían un buen fundamento,
eran inestables, usted podía ver la casa moverse ante una tempestad de viento o
un terreno inestable. La persona estaba pendiente que su estructura no
colapsara y vivía preparado para salir corriendo ante el desmoronamiento de la
construcción. El que cree en Jesús habitará confiado, ¿por qué? (Mat 7:24) »Por
tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un
hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias,
crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo,
la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.”
Dios
ha determinado que Jesús sea la clave de mi vida. “En ningún otro hay
salvación”. Cuando yo confío en El nunca seré defraudado, nunca estaré
confundido o desorientado, nunca estaré atemorizado.
Hoy
es un día para seguir echando mi carga sobre El. Toda mi vida está dependiendo
de mi relación con Jesús y de la confesión (edificación) de mi vida sobre él.
Hoy me confieso Bendecido, Prosperado y en Victoria. ¿Pedante? No confiado, “yo
sé en quién he creído”, sé que no seré defraudado. Hoy adoro a la “Roca
inconmovible de los siglos” y me levanto, descanso y mantengo mi fe en que “en
nada seré avergonzado”.
¡¡¡Jesús es mi seguridad!!!
Sal.18:2.
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me
refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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