domingo, 12 de julio de 2015

CIMIENTO VERDADERO

CIMIENTO VERDADERO
Fuente: Daniel Cattaneo
Devocionaldiario.org

Ro.10:11. Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado».

Pablo está hablando de la elección de Dios, de cómo los  que no son parte de Israel reciben salvación y del poder salvador de la confesión de fe. Entonces para reforzar su posición cita como argumento un pasaje de Is.28:16 que dice: Por eso dice el Señor omnipotente: « ¡Yo pongo en Sion una piedra probada!, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que confíe no andará desorientado.

La versión de Reina Valera lo traduce “el que confié no se apresurará”. Quiero pensar en esta mañana en estas tres traducciones. El que confíe:

1. No será defraudado. La piedra angular era el lugar donde asentaba toda la casa. Cristo como principal piedra del ángulo nunca te defrauda, podes echar toda la carga sobre El, jamás te va a fallar. En Italia hay una famosa torre, la de Pisa que está inclinada, el peso puesto sobre una superficie endeble ha hecho que pierda su verticalidad. El tamaño del cimiento determina la edificación. No hay nada que no puedas poner sobre Jesús… Sus hombros son tan anchos que la orden de 1º P.5:7 es: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.”

2. No andará desorientado. La piedra angular por lo general estaba marcada como tal. Era el lugar donde se remitía toda la estructura. Nadie la podía confundir, cualquiera, hasta un muchachito la podía distinguir. Por ello cuando Sansón pide que se lo guie donde reposaba la casa, un simple siervo lo guío al lugar correcto. El que cree en Jesús sabe que es el, que no es otro, que no se debe a otra cosa, sino a Él. A Él es a quien acudo, Él es la piedra establecida para mi vida. Me uno con Pedro quién declaró valientemente: Hch.4:11. “Jesucristo es: “la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular”. 12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.”

3. No se apresurará. Las casas de la antigüedad si no tenían un buen fundamento, eran inestables, usted podía ver la casa moverse ante una tempestad de viento o un terreno inestable. La persona estaba pendiente que su estructura no colapsara y vivía preparado para salir corriendo ante el desmoronamiento de la construcción. El que cree en Jesús habitará confiado, ¿por qué? (Mat 7:24) »Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.”

Dios ha determinado que Jesús sea la clave de mi vida. “En ningún otro hay salvación”. Cuando yo confío en El nunca seré defraudado, nunca estaré confundido o desorientado, nunca estaré atemorizado.

Hoy es un día para seguir echando mi carga sobre El. Toda mi vida está dependiendo de mi relación con Jesús y de la confesión (edificación) de mi vida sobre él. Hoy me confieso Bendecido, Prosperado y en Victoria. ¿Pedante? No confiado, “yo sé en quién he creído”, sé que no seré defraudado. Hoy adoro a la “Roca inconmovible de los siglos” y me levanto, descanso y mantengo mi fe en que “en nada seré avergonzado”. 

¡¡¡Jesús es mi seguridad!!!

Sal.18:2. El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”



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