LA GALLETA
Fuente:
parameditar.com
Una
chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto.
Como
debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete con
galletitas.
Se
sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz.
En un asiento de por medio, se ubicó un hombre
que abrió una revista y empezó a leer.
Entre
ellos quedo un paquete de galletitas. Cuando ella tomó la primera, el hombre
también tomó una.
Ella
se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: “¡Qué descarado; si yo
estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se
olvide!”.
Cada
vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba una.
Aquello la indignaba tanto que no conseguía
concentrarse ni reaccionar.
Cuando quedaba apenas una galletita, pensó:
“¿qué hará ahora este abusador?”.
Entonces,
el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad para ella.
¡Ah!
¡No! ¡Aquello le pareció demasiado! ¡Se puso a bufar de la rabia!
Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al
sector del embarque.
Cuando
se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa,
allí estaba su paquete de galletitas… intacto, cerradito.
¡Sintió
tanta vergüenza! Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba.
¡Había
olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!
El hombre había compartido las suyas sin
sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado.
Y
ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas.
Pero sí para razonar: ¿cuántas veces en
nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor?
¿Cuántas
cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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