OBJETIVOS PARA EL NUEVO AÑO 2015
Fuente: Camilo
Cvclavoz
Este artículo fue
producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Al comienzo de un nuevo año muchas personas se fijan
nuevos objetivos. Para algunos los
objetivos son simples como el tener una mejor dieta, el hacer deporte o el ver
menos televisión. Para otros las metas
son un poco más complejas e involucran el hacer cambios drásticos como el
cambiar de carrera o el mudarse a una distante cuidad. El trazarse objetivos para el nuevo año no es
malo. Lo malo es cuando se trazan metas,
ya sean simples o complejas, sin tomar en cuenta la voluntad de Dios.
El Apóstol Santiago enseña en Santiago 4:13-17 la
manera correcta de entablar futuros proyectos, Ahora escuchen esto, ustedes que
dicen: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos
negocios y ganaremos dinero. ¡Y eso que
ni siquiera saben qué sucederá mañana!
¿Qué es su vida? Ustedes son como
la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere,
viviremos y haremos esto o aquello. Pero
ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala. Así que comete pecado todo el que sabe hacer
el bien y no lo hace.
Al escribir estos versículos el Apóstol Santiago no
está diciendo que es malo tener planes futuros.
La meta de Santiago no es el que las personas se queden con los brazos
cruzados y tomen una actitud fatalista hacia la vida diciendo, “Los que será,
será”. Santiago no les escribe a
personas que están sin hacer nada sino a aquellos que emprenden planes para el
futuro. Es a estas personas que el
Apóstol Santiago les ofrece tres principios fundamentales al emprender futuros
proyectos.
El primer principio que resalta el autor en estos
versículos es la debilidad humana.
Aunque Dios le ha dado al ser humanos diferentes dones, talentos y
habilidades, las personas carecen del poder para predecir con exactitud el
futuro, lo que sucederá mañana. Tampoco
la persona sabe con exactitud la fecha, día y hora de su muerte. Adicionalmente, no hay una manera certera de
saber cuándo una tragedia, enfermedad o revés afectará la vida de la
persona. Ya que el ser humano no puede
predecir el futuro es de suma importancia el que las personas encomienden su
futuro a Dios quien tiene el poder para dar la vida y quien diseñó un plan de
vida con futuros planes para cada persona.
El segundo principio para considerar al entablar planes
futuros es el evitar la arrogancia. El
pensar que cada persona tiene el poder para hacer y deshacer, para el ir y
venir y alcanzar sus metas con sus propias fuerzas no le agrada a Dios. El Apóstol enseña que la persona que trata de
salir adelante sin buscar la ayuda de Dios es fanfarrona o jactanciosa. Un seguidor de Cristo jamás es autosuficiente
y con la ayuda del Espíritu Santo remplaza la autosuficiencia con una
dependencia y sumisión a Dios. Es solo
cuando una persona se rinde a Cristo que se dejan las fanfarronerías al lado y
se aprender a decir “Si el Señor quiere”.
El tercer principio referente a la planificación es el
no pecar por omisión. En otras palabras,
se peca cuando a una persona Dios le pone en su corazón el hacer el bien y el
Señor le presenta oportunidades para hacer ese bien pero la persona rehúsa a
actuar en rectitud. No es la voluntad de
Dios el que las personas vivan vidas egoístas pensando solo en sí mismos. El primer mandamiento es el Amar a Dios por
sobre todas las cosas y el segundo mandamiento es el amar al prójimo como a sí
mismo (Mateo 22:37-39). Por lo cual
dentro de los futuros propósitos de cada persona se deben de incluir planes que
honren a Dios y sirvan para traer bendición a otros.
Es mi deseo que en este nuevo año Dios te colme de
múltiples bendiciones. Esperamos que te
vaya bien por lo cual te queremos recomendar que antes de entablar planes para
este año nuevo recuerde que somos débiles y que sin Dios nada podemos hacer
(Juan 15:5). También no actués con
arrogancia o jactancia sino en sumisión a Dios.
Por último, no rehúses de hacer el bien sino propóngase a vivir en
rectitud y el ser benevolente para con Dios y los demás. ¡Feliz Año Nuevo!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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