sábado, 24 de agosto de 2013

IDENTIFICÁNDONOS CON LOS QUE SUFREN

IDENTIFICÁNDONOS CON LOS QUE SUFREN

“Y vine., y me senté donde ellos estaban sentados,…atónito entre ellos” (Ezequiel 3:15)
En aquel tiempo, Ezequiel descubrió que la identificación era una virtud primordial para ministrar a personas que sufrían. Hoy sigue siendo lo mismo.
Se cuenta que un campesino tenía unos cachorros para vender, y puso un cartel para anunciarlos. Un día sintió que alguien le estiraba el pantalón  que llevaba puesto y vio a un muchacho que tenía algo en la mano. Sonriendo le dijo: “Señor”, “quiero un perrito”. El granjero le respondió: “Muchacho, estas crías son de buena raza y cuestan un montón”. El niño pensó por un momento, y después dijo: “Está bien; sólo tengo 39 céntimos. Dígame, ¿podría verlos si se los doy?”. “Por supuesto”, dijo el granjero, “¡Doly, Doly, ven aquí!”. Y allá vino la perra corriendo cuesta abajo, seguida por sus cuatro perritos. Los ojos del niño se iluminaron.
Entonces, otro perrito salió de la perrera; sin lugar a dudas era el más pequeño de la camada. Se deslizó por la rampa, y cojeando intentó alcanzar a los otros.
“Quiero ése”, dijo el muchacho, apretando su cara en la valla. El granjero le preguntó: “Hijo, ¿y para qué quieres ese perrito si nunca podrá correr ni jugar contigo como te gustaría?”. De pronto el chico se agachó, y subiéndose la pata del pantalón le mostró unas barras de acero que, fijadas a un zapato especial, sujetaban la pierna. Mirando al granjero, le dijo: “Ya ve, señor, yo tampoco corro muy bien, y el perrito necesitará a alguien que le entienda”.
Cada limitación que hayas superado, cada miedo que hayas vencido, te ha preparado para levantar a alguien… ¡de no ser así, serían experiencias inútiles!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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