REPARANDO EL DAÑO CAUSADO
La enfermera Susana vívidamente recuerda
cuando el señor Mijares fue admitido al hospital debido a un ataque al corazón…
Cada vez que ella entraba al cuarto, el señor Mijares afanado volteaba a ver
quién era. Cuando se daba cuenta que era la enfermera bajaba la mirada un poco
decepcionado.
Un día,
por fin le dijo a la enfermera: “Señorita, ¿Podría hablarle a
mi hija y traerme un lápiz y papel?
La
enfermera le trajo el lápiz y el papel, salió del cuarto para hacer la llamada
y comunicarse con la hija.
Cuando
la enfermera le comunicó las noticias a la hija de que su padre estaba en el
hospital, se puso muy frenética — ¡No!, no está muerto, ¿verdad? (era más como una súplica
que una pregunta). La hija le contó a la enfermera: “Mi padre y yo tuvimos una discusión muy fuerte hace un año, y
desde entonces no le hablo ni lo veo. Las últimas palabras que le dije fueron
‘cómo te odio’ —Voy
para allá, llego en media hora.
Cuando
la enfermera regresó al cuarto, el señor Mijares estaba inmóvil, no tenía
pulso. Lamentablemente los médicos no pudieron revivirlo… Sandra Mijares llegó
precisamente cuando el cuerpo médico se retiraba del cuarto.
Su peor
temor se había hecho realidad. Se hundió en la pared llena de dolor. Unos
minutos después, se acercó a la cama de su papá para verlo y enterró su cara en
las sábanas llorando incontrolablemente.
Mientras
la enfermera salía del cuarto se dio cuenta que en el piso estaba un pedazo de
papel amarillo, lo recogió del piso y se lo entregó a Sandra. El papel decía: “Mi querida Sandra, te perdono.
Espero que tú también me perdones a mí”.
Desafortunadamente,
intentó reparar el daño un día muy tarde.
¿Cómo
reparamos el daño causado?
1) HÁGALO
PERSONALMENTE – Cuando se trata de reparar el daño nadie
lo puede hacer por usted. Siempre es mejor hacerlo cara a cara. Si no es
posible, haga una llamada y si eso tampoco se puede, escriba una carta.
2) HÁGALO
PACÍFICAMENTE – La intención es reparar el daño. No
comprobar su punto o ganar la discusión. Si va a causar un daño confesar una
culpa que ya no tiene tiempo de reparar, simplemente tendrá que cargar con ese
peso. Nunca compre su paz mental al coste de alguien más. Póngase en el lugar
de la otra persona. Asegúrese de decir “perdóname” no
diga “lo siento si…” Hay
una gran diferencia entre lo siento si y perdóname. No diga: “Lo siento si te ofendí” “Lo
siento si te lastimé”. El
punto es deshacerse del bagaje. Diga: “Perdóname porque te ofendí” “Perdóname porque te herí, te robé,
te lastimé, por favor perdóname”.
3) HÁGALO
POSITIVAMENTE – Se necesita ser bien humilde y bien
honesto para admitir que hemos hecho daño y buscar la manera de repararlo.
Confíe en que Dios va adelante. Confíe en que Dios ha preparado el corazón de
esa persona y le dará las palabras qué decir.
Si aún
tiene la oportunidad de reparar el daño causado. Hágalo ahora mismo. No espere
más. Hable con esa persona, restaure la relación; porque cuando se muere
será demasiado tarde.
Recibe una Bendición y
un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano "Cristo es la Puerta"
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