Cuántas veces hemos leído y escuchado la historia del hijo pródigo,
aquel que desperdició su herencia viviendo como a él le parecía. Sin embargo
dice la Biblia que recapacitó, y “entonces
regresó a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre corrió
hacia él lleno de amor, y lo recibió con abrazos y besos”. Lucas 15.20
(TLA)
Hoy me gustaría recordarte que tienes un Padre lleno de amor el que ya
olvidó tu pasado y que está lleno de amor esperando por ti con un gran abrazo.
Mira cómo
describía el salmista a su Padre Dios:
“Mi Dios es muy tierno y bondadoso; no se enoja fácilmente, y es muy grande su amor.
No nos reprende todo el tiempo ni nos guarda rencor para siempre.
No nos castigó como merecían nuestros pecados y maldades.
Su amor por quienes lo honran es tan grande e inmenso como grande es el universo.
Apartó de nosotros los pecados que cometimos del mismo modo que apartó
los extremos de la tierra.
Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos.”
Salmos 105:8-13 (TLA)
“Mi Dios es muy tierno y bondadoso; no se enoja fácilmente, y es muy grande su amor.
No nos reprende todo el tiempo ni nos guarda rencor para siempre.
No nos castigó como merecían nuestros pecados y maldades.
Su amor por quienes lo honran es tan grande e inmenso como grande es el universo.
Apartó de nosotros los pecados que cometimos del mismo modo que apartó
los extremos de la tierra.
Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos.”
Salmos 105:8-13 (TLA)
Recuerda que” Todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, son hijos de Dios.
Pues ustedes no han recibido un espíritu de
esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace
hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: « ¡Abba!
¡Padre!» Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de
que ya somos hijos de Dios.
Y puesto que somos sus hijos, también tendremos
parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con
Cristo, puesto que sufrimos con él para estar también con él en su gloria”. Romanos 8:14-17 (Dios Habla
Hoy)
Ahora tú, “que estabas lejos
de Dios, ya has sido acercado a él, pues estás unido a Jesucristo por medio de
su muerte en la cruz. Por eso, ante Dios tú ya no eres extranjero. Al
contrario, ahora formas parte de su
pueblo y tienes todos los derechos; ahora perteneces a la familia de Dios“.
Efesios 2.13, 19 (TLA)
“Dios nos
dio muestras de su amor al enviar al mundo a Jesús, su único Hijo, para que por
medio de él todos nosotros tengamos vida eterna. El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados
por medio de su sacrificio“. 1 Juan 4.9-10 (TLA)
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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