SOMOS LO QUE PENSAMOS QUE
SOMOS
Extracto del libro
“Mentalidad de Avivamiento”
Por Bernardo Stamateas
Devocionaldiario.org
“Y dice el Señor: Este es el pacto que haré con ellos…
Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré” (Hebreos
10:16)
Mentalidad corporativa: “Tengo que Congregarme”.
El pueblo de Israel llegó a un lugar llamado Refidín, y
empezaron a discutir y vino Amalee, el enemigo y los atacó. Moisés le dijo a
Josué: “Anda a pelear vos y nosotros vamos a ir a la montaña. Mientras yo
levante las manos vamos a vencer”. A Moisés le levantaron las manos y Josué
derrotó al enemigo. Este principio que he enseñado por el mundo, quiero que lo
recuerdes todos los días de tu vida: si hay División Interna, habrá Opresión
Externa.
Por eso no chismees, no hables negativo, porque todo lo
que te sucede adentro determinará lo que te suceda afuera.
Descubrí que Pablo no le escribía a una persona sino a
una iglesia entera, a una iglesia corporativa, a la unción de cuerpo, porque
Pablo entendía este principio. Moisés se dio cuenta de eso y juntó a Aarón y a
Hur y les dijo: “Vamos a unirnos, tómenme de las manos y levántenmelas, se
unieron y donde se unieron, en el mismo Refidín, Josué decapitó a Amalee porque
la Unidad Interna trae Victoria Externa.
Todo lo que necesitas, lo tienes que decretar en el cuerpo:
en tu barca, cuando te reunís con tus hermanos: “Porque si dos o tres se
juntan, invocan mi nombre, lo que decretes internamente sucederá externamente”.
Por eso a los apartados les va mal, porque no tienen unidad interna, tienen
unidad con la cabeza, pero ¿para qué quieren la cabeza si no tienen cuerpo?
Había un hombre que tenía acostumbrado ponerle cargas
tan pesadas al burro, que la pobre criatura a duras penas se podía mantener en
pie. El caballo, por lo general, llevaba una carga ligera y siempre estaba de
ánimo para trotar. Ambos animales iban bajando un día por la carretera detrás
de su amo cuando de repente el burro dijo: “Amigo caballo, el peso de esta
carga es demasiado para mí. No creo que pueda llevarlo más tiempo. ¿Puedes
quitarme así sea una parte de la carga para que yo pueda recuperar mis
fuerzas?” El caballo, contento con su propio cargamento, ignoró los ruegos del
burro y continuó la marcha. Después de dar unos cuantos pasos, el burro cayó al
piso, muerto. El amo quitó la carga atada al burro y la puso encima del
caballo, y después colocó el cadáver del burro encima del cargamento.
“Me lo merezco por no haberle ayudado antes”, gimió el
caballo. “Ahora tengo que llevar la carga del burro además del peso de mi
compañero muerto”. Enseñanza: Una actitud no corporativa acarrea sus propias
consecuencias adversas.
LA UNIDAD INTERNA TRAE VICTORIA EXTERNA.
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Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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