sábado, 26 de septiembre de 2015

DIOS DE VERDAD

DIOS DE VERDAD
Fuente: Mensajes Cristianos.net

  Dios de fidelidad y sin injusticia, justo y recto es El.

….aquel que juzga con justicia.

Todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.

De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo.

El alma que peque, ésa morirá.

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el SEÑOR hizo que cayera sobre El la iniquidad de todos nosotros.

La misericordia y la verdad se han encontrado, la justicia y la paz se han besado.

La misericordia triunfa sobre el juicio.

La paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Un Dios justo y salvador;  no hay ninguno fuera de mí.

 …para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.

Siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús,

Dt. 32:4   I P2:23   II Co.5:10   Ro.14:12   Ez.18:4   Zac. 13:7   Is.53:6   Sal.85:10   Stg.2:13   Ro.6:23   Is.45:21   Ro.3:26, 24

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ES NECESARIO TENER PACIENCIA Y SABER ESPERAR

ES NECESARIO TENER PACIENCIA Y SABER ESPERAR
Fuente: mensajes cristianos.net

Que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.

En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas, para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo.

Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza.

Bueno es esperar en silencio la salvación del SEÑOR.

Sabiendo que tenéis para vosotros mismos una mejor y más duradera posesión. Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

Nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia, consuele vuestros corazones y os afirme en toda obra y palabra buena.

Stg. 1:4   I P. 1:6, 7   Ro. 5:3, 4   Lam.3:26   Heb.10:34-36   II Ts. 2:16, 17

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ACÉRCATE A DIOS

ACÉRCATE A DIOS
Fuente: Mensajes cristianos.net

Estar cerca de Dios es mi bien.

Oh SEÑOR, yo amo la habitación de tu casa, y el lugar donde habita tu gloria.

Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que morar en las tiendas de impiedad.

Cuán bienaventurado es el que tú escoges, y acercas a ti, para que more en tus atrios. Seremos saciados con el bien de tu casa, tu santo templo.

Bueno es el SEÑOR para los que en El esperan, para el alma que le busca.

El SEÑOR espera para tener piedad de vosotros,  y por eso se levantará para tener compasión de vosotros.

El SEÑOR es un Dios de justicia; ¡cuán bienaventurados son todos los que en El esperan!

Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.

Sal. 73:28;  26:8;  84:10;  65:4   Lam. 3:25   Is. 30:18   He. 10:19, 20,22

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jueves, 24 de septiembre de 2015

EL QUE PIDE, RECIBE

EL QUE PIDE, RECIBE
Extracto del libro Estoy Casada Pero Me Siento Sola. Por Alejandra Stamateas.
Por Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org

Mujer, si quieres recibir, ¡tienes que hablar, tienes que pedir!

Hay mujeres que quieren decir algo, que tienen un deseo en el corazón, que anhelan algo y que no lo pueden decir directamente. Usan frases indirectas como las siguientes: « ¿Sabes? A mi compañera de oficina el marido le preparó una fiesta espectacular para su cumpleaños». « ¡Qué calor, cuánto hace que no tomo un helado!»

En vez de decir: « ¿Me ayudas a preparar mi fiesta de cumpleaños? Quiero hacer una supe fiesta». «Tengo ganas de tomar un helado, ¿quieres venir conmigo a tomar uno?» Hay mujeres que creen que tienen que tener una actitud pasiva frente a la vida, y adoptan como lema: Ya llegará, ya me tocará a mí. Y la consigna de los que la rodean es: Espera sentada, mi amor.

Esperas que algún día llegue, que algún día adviertan que estás ahí, que tienes vida, sueños, ilusiones, metas. Se te sigue pasando el tiempo y sigues con la misma fantasía dentro de tu cabeza, y no puedes decir qué es lo quieres; estás esperando que alguna vez llegue el día en que «él se dé cuenta», el día en que «él venga y me lo diga», porque «tiene que salir de él».

¿Por qué tiene que salir de él? Si tienes ganas de algo, pídelo. Nunca vamos a recibir nada si no nos atrevemos a pedir, porque sólo el que pide recibe.

El invierno ha pasado, la lluvia se ha ido, amiga mía, ¡es tiempo de levantarte!
La gente creerá que si no pides es porque estás satisfecha, será porque en tu mundo está todo bien y porque no tienes ninguna necesidad. Tu marido creerá que, como no le pides, estás súper con él, que está todo bien, que el matrimonio funciona bárbaro. Y así es como la rutina continúa día a día.

Él dice: « ¡Ella está bárbara!», « ¡a ella le encanta estar todo el día en casa con los chicos!», « ¡qué más puede pedir!». Como nunca le pides nada, tu marido piensa que te sientes como una reina. Si no lo dices, nunca sabrá qué más necesitas. ¡Sal de la pasividad! ¡Comienza a pedir! Reclama lo que te pertenece. Los sueños los cumplen los valientes, los que se animan, los que desafían a los gigantes y a los imposibles, los que saben pedir.

No vivas más pensando: «ya vendrá», «ya vendrán tiempos mejores», «ya se darán cuenta», «ya me ocurrirá», «ya me tocará a mí». No esperes que el príncipe azul te rescate y te dé lo que te mereces; prodúcelo tú misma. Eres tu propia rescatadora. Inicia ese sueño que vienes postergando, sólo depende de que te pongas en marcha y decidas no postergar más tu felicidad.

No esperes que lo que tanto sueñas te llegue del cielo. No es tiempo de hadas; es tiempo de acción. Camina hacia tus sueños. Muévete, camina, acciona.

Tal vez hoy sientas que no tienes derecho a hablar, ni a decir, ni a expresarte así. Quizás en tu casa te sientas como una ciudadana de segunda categoría. A pesar de la opinión de los demás, lucha y desafía este sistema de reglas obsoletas. Pelea, saca a la luz todo tu potencial y desafíate a ti misma. Fíjate hasta dónde eres capaz de llegar, y hazlo con sabiduría.

No desafíes a los demás, desafíate a ti misma; cuando tus hijos y tu marido vean que te estás desafiando, comenzarán a respetarte.

¿No terminaste la secundaria?

¿Cuántas materias te quedan para terminar la universidad?

¿Hiciste ese viaje que tanto habías planeado?

¿Te compraste ese abrigo tan admirado, compra que año a año vienes postergando?

¿Por qué seguir postergando lo que te corresponde?

Éste es el tiempo de un nuevo comienzo. No calles, no te detengas. Cuando comiences a desafiarte a ti misma la sangre comenzará a correr por tu cuerpo, y el potencial que hasta hoy estaba escondido será manifestado al mundo.

Desafíate, y no habrá muros ni límites que te frenen. Y recuerda: El que pide, recibe; las puertas se abren ante aquellos que las golpean.

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CÓMO SE PUEDE DETECTAR LA SOLEDAD

CÓMO SE PUEDE DETECTAR LA SOLEDAD
Extracto del libro Estoy Casada Pero Me Siento Sola. Por Alejandra Stamateas.
Por Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org

1. ¿Cómo se puede detectar la soledad?

Cuando una persona comienza a sentirse incomprendida y no puede expresar libremente sus sentimientos, comienza a esconderse y a encerrarse en sí misma. Y así es cómo comienza a caminar en un laberinto que no tiene salida. La soledad hará que pensamientos de baja estima comiencen a susurrarte al oído, de tal manera que preferirías no establecer relación alguna. ¿Cómo expresar todos los miedos que te invaden, cómo dar a conocer el dolor de aquello que te llevó a estar hoy así?, ¿por dónde empezar…?

Y así es como cada vez más te encierras en ti misma, no hablas, y construyes una pared que nadie puede atravesar. Sin embargo, para poder destruir esa pared y permitir que otros puedan traspasarla, necesitas sanar esta emoción.

Tal vez te estarás preguntando: ¿Y por dónde empiezo? Sería muy bueno que comencemos por conocernos a nosotras mismas para que una vez que lo hayamos logrado, podamos volver a relacionarnos sanamente con los otros.

2. ¿Qué elementos activan la soledad?

Los conflictos personales tales como la baja estima, la impotencia, el egoísmo, iras reprimidas y conflictos de roles pueden activar la soledad. ¿Cuántas mujeres sintieron alguna vez que se olvidaron de vivir? Sientes que has ayudado a todo el mundo y todos realizaron sus sueños, pero miras tus manos y las ves vacías de logros, de objetivos alcanzados, de satisfacciones personales. En este momento sientes: «Yo me olvidé de vivir».

¿Cuántas veces dijiste «Necesito que me pase algo nuevo en la vida»? ¿Cuántas veces sentiste que necesitabas un cambio urgente en tu vida?

«Ya estoy aburrida de esta rutina, necesito que algo venga, algo nuevo, algo distinto, algo que me mueva, que me cambie». No puedes creer que dejaste pasar años escuchando las peticiones de los demás pero no pudiste escuchar tu voz interna, aquella voz que en un momento te llenaba de pasión y de vida.

Por años las mujeres han callado, no nos permitíamos decir directamente lo que queríamos o esperábamos, y menos aún contradecir al «hombre de la casa». Cuando eras chica ni te imaginabas cuestionar lo que tu papá te decía, y a tu marido… ¡¡¡menos!!!! A ver si se enoja y se va de casa. Por años nos hemos callado y nos sumergimos en un silencio que se devoró todos nuestros sueños y que decidió por nosotras.

«Ya estoy aburrida de esta rutina, necesito que algo venga, algo nuevo, algo distinto, algo que me mueva, que me cambie»

No nos animamos a decir: «A mí me gustaría tener esto, o hacer tal cosa, o lograr tal meta». No lo pudimos decir, no se lo contamos a nadie. Tenemos esas ganas contenidas, las tenemos en nuestra mente como un hermoso sueño o una gran fantasía, pero no las podemos expresar.

Mujeres que esperan: Una fiesta sorpresa para su cumpleaños; un chocolate; un ramo de jazmines; que el otro recuerde el aniversario de bodas; que el otro un día diga: «Deja, amor, hoy cocino yo, no hagas nada».

Mujeres que dicen: «A veces estoy esperando que alguien me llame y me invite a cenar; porque quiero salir a pasear y salir de toda la rutina, pero no me animo llamar a alguien y decirle que quiero ir a cenar». «A mí me gustaría decirle a mi marido que quiero que salgamos a divertirnos, o que por una semana nos vayamos a un lugar los dos solos, para disfrutar, pero no se lo puedo expresar, no se lo puedo decir; es como que estoy frente a él y me da miedo decírselo, o no me salen las palabras».

Y pasa el tiempo y nada de lo quieres sucede y te desilusionas y te resignas y te dices a ti misma: «Está bien, pobre, tiene mucho trabajo, por eso no se acuerda», o «pobre, no se dio cuenta». Y así vas acumulando sueños y deseos inconclusos. Sin embargo, hay una solución que puedes poner en marcha hoy: para recibir, primero tenemos que pedir. El que pide, recibe.

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¿DÓNDE ESTOY PARADA?

¿DÓNDE ESTOY PARADA?
Extracto del libro Estoy Casada Pero Me Siento Sola, Por Alejandra Stamateas.
Por Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org

1. Me siento sola y desamparada.

Seguramente, en muchas y distintas ocasiones dijiste «me siento sola, la verdad es que estoy sola para todo, no quiero estar más sola», « ¿para qué me casé?» Quizá la vida que soñaste tener no es la que hoy estás viviendo. Tal vez hoy estés rodeada de personas que no suman a tu vida, y eso hace que te sientas sola. Quizá te toca vivir situaciones que te llenan de frustración, de culpas, de angustia y de soledad. Situaciones que terminan afectando tu vida, llevándote a decidir y a elegir equivocadamente.

Todos los seres humanos, en algún momento de nuestras vidas, por distintas circunstancias, pudimos habernos sentido solos. Sin embargo, eso no es malo. Todo lo contrario. Es bueno y es sano poder encontrarse con uno mismo. Lo que sí necesitamos diferenciar es si es por momentos que nos sentimos solos o si estamos viviendo continuamente esa permanente sensación.

Habrá momentos o etapas en nuestra vida en la que es normal sentirse solo, como puede serlo frente a la muerte de un ser querido, al romper con una pareja. Pero cabe señalar que ese período debe ser sólo por un tiempo, es necesario sanar ese sentimiento de soledad para volver a relacionarnos con los otros y con todo lo que nos rodea, ya que somos seres sociales.

No podemos resignarnos a vivir en una soledad interminable que nos cause dolor, sea cual fuere la situación que nos haya tocado atravesar. No obstante frente a situaciones traumáticas solemos desear estar solas, ¿por qué? Porque de hacerlo, de elegir ese estado, sentimos que nos estamos protegiendo de no sufrir.

Por ejemplo:

Fuiste traicionada en tu relación de pareja, y no quieres volver a sentirte sola nunca más, y en lugar de arriesgar prefieres permanecer sola evocando el refrán que dice: «Mejor sola que mal acompañada».

Enviudaste y no puedes superarlo, y sientes que el duelo no va a terminar nunca; siempre fuiste abandonada, por tus padres primero, por tu pareja, por tus amigos, y elegiste aislarte, antes que sufrir una pérdida más.

Hay mujeres que hacen de la necesidad de estar con un hombre su única meta y, al no concretar ese deseo, que les parece inalcanzable, sienten que su soledad aumenta aún más. Mujeres que viven obsesionadas con su meta «mayor»: conseguir un hombre. Y recorren cielo y tierra para encontrarlo. Y él no encontrarlo las hace sentir que viven en una crónica y permanente soledad.

2. ¿Qué tipos de soledad estás experimentando?

Existen diferentes tipos de soledad:

¿Estás viviendo sola por elección o por no ser capaz de revertir una situación dolorosa?

¿Estás viviendo sola porque no te permites ser ayudada, y de esa manera alejas a todo quien quiera tenderte una mano?

¿Estás viviendo sola por una circunstancia de la vida que no está bajo tu control?

¿Vives con otros pero igual te sientes sola?

Mujeres que viven sintiéndose solas, sea cual fuere su estado civil.

Mujeres que por no haberse permitido estar a solas con ellas mismas han cedido a las diferentes presiones culturales y hoy están en compañía pero solas.

Mujeres que apenas aparece un hombre se lo llevan a convivir a la casa y le dan de todo para que no se vaya, porque necesitan paliar su soledad. Por ejemplo, pueden darle el dinero que tenían ahorrado para ese viaje tan anhelado, quedándose sin el viaje y sin el dinero.

Hay mujeres que necesitan un hombre obsesivamente debido a una presión cultural que obedecen sin cuestionar. Sin darse cuenta son presionadas por la sociedad para formar una pareja. Es más, «mejor que la consiga antes de determinada edad porque, si no, dirán que es una loca, una histérica, o que nadie la aguanta». Entonces, al estar sola te sientes condenada por estas reglas socioculturales, las que te dicen que tienes que formar pareja a cualquier precio.

¿Y quién quiere eso para su vida?

En medio de esta búsqueda y de esta urgencia, te asustas y te lastimas, aceptas como pareja al primer hombre que se te acerca, o quizás a aquel hombre que es tan diferente, aquel hombre que no podrá compartir ni tus sueños ni tu proyecto de vida. Como lo único que quieres es tener un hombre al lado, no te das cuenta de su verdadera esencia y de la clase de vida que vas a tener con él.

Pero como desde chicas a las mujeres se nos ha enseñado a ser obedientes y a no cuestionar, obedecemos estos patrones culturales para sentirnos mujeres. Pareciera que una mujer sólo está completa si tiene un hombre al lado. Sin embargo, no hay nada más falso que esta creencia. Somos por nosotras mismas, ciento por ciento mujeres.

Por el contrario, las mujeres para las que tener pareja es una meta más, entre otras, tienen en claro que darán lo mejor de ellas para formar una pareja sana y feliz, teniendo en cuenta no sólo lo que esperan dar sino también lo que esperan recibir en esta nueva etapa de la vida. Mujeres que con una pareja «no están cubriendo una necesidad sino realizando un proyecto».

El otro, tu pareja, no tiene que cubrir tus necesidades, sino crear junto a ti un proyecto de vida.

Si aceptas que el otro cubra tus necesidades emocionales y económicas, seguramente con el tiempo te vas a frustrar, porque te vas a encontrar durante todo el día encerrada en la casa, abandonando tu profesión, tu trabajo y tus sueños.

¿Por qué? Porque creías que era el otro el que te completaba, el que te daba vida, pero ahora estás casada y vuelves a sentir, aun en mayor grado, esa soledad que en un momento sentiste.

El objetivo de este libro no es hacernos sentir culpables ni remontarnos al pasado, sino sanar todas esas emociones que nos llevaron a establecer relaciones interpersonales que nos detuvieron y nos hicieron olvidar todos los sueños y metas que una vez nos habíamos propuesto alcanzar.

Recuperar nuestro propósito y nuestros sueños significa elegirnos a nosotras mismas. Es no hablar mal de nosotras mismas, ni rechazarnos, ni castigarnos, sino aceptarnos como mujeres completas, íntegras y capaces. Mujeres al ciento por ciento solas o acompañadas.

¿Por qué? Porque creías que era el otro el que te completaba, el que te daba la vida, pero ahora estás casada y vuelves a sentir, aún en mayor grado, esa soledad que en un momento sentiste.

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EL PODER RESTAURADOR Y CONCILIADOR DEL AMOR DE DIOS

EL PODER RESTAURADOR Y CONCILIADOR DEL AMOR DE DIOS
Fuente: J .Mª V.M.
iglesiaevangelicaelalfarero.com

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen..." (Mateo 5:43-47).

 Debemos tener en cuenta, hermanos y amigos, que el perdón de las injurias recibidas es quizá el mandamiento más excelso y  firme que Jesucristo ha dado a los suyos a través del Evangelio. La ley antigua sólo obligaba a amar a aquellos que nos amaban, pero el Señor Jesucristo llevó este mandato a un término de ineludible compromiso: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos..." (vers. 46). No debemos confundir el llamado amor afectivo, insuficiente para llenar toda la perfección de este mandato de Jesús, con el tipo de amor abnegado que Él nos demanda. Para amar al enemigo, a aquellos que nos maldicen, a los que nos aborrecen, ultrajan y persiguen, es necesario que nuestros corazones rebosen y ardan del amor de Dios: "Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados" (1ª Pedro 4:8).

 A muchos cristianos les parece un mandamiento bien dificultoso, pero la gracia de nuestro Redentor todo lo hace fácil. El Espíritu Santo hace la obra que nosotros no podemos; apareciendo su precioso fruto en nuestras vidas (Gálatas 5:22-23). Pero para ello, debemos comprender y asumir la justicia, perfección y magnanimidad de este mandamiento, porque no hay pasión más injusta y estéril que la venganza. 

Pero aún peor que la venganza es el desterrar de nuestras vidas a aquella persona que consideramos indigna de nuestro perdón. Algunos cristianos, arrastrados por el funesto neo fariseísmo tan en boga en muchas iglesias -en equívoca defensa de un estéril e hipócrita legalismo-, anatematizan injustamente a hermanos que necesitan ser restaurados con nuestra comprensión y misericordia -nunca permisión- mostrando una actitud de acercamiento y perdón. El autor de este devocional -con extremo dolor y tristeza- pudo vivir y experimentar, aún sin motivo alguno para ello- una respuesta de esta índole.

Algunos afirman que perdonar al enemigo es cosa muy dura y trabajosa; pero desde aquí preguntamos: ¿No lo será aún más el vengarse? ¿Qué turbación, que inquietud permanente, qué flaqueza de ánimo no padece un corazón poseído por un propósito de venganza?

 Mirad, hermanos amados; el odio, el rencor, la enemistad, despedaza primero el corazón del que es incapaz de perdonar a su prójimo  o enemigo. Así como el fuego devora su propia materia antes de pasar a la extraña, aquel que toma su propia venganza es la primera víctima de ella.

 Consideremos, pues, en oración, estos versículos: "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios 4:32). "Y perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores" (Mateo 6:12); ¿Es éste el deseo íntimo de nuestro corazón ante Dios?  El de Él sí que lo es.

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“¿A QUIÉN TENGO YO EN LOS CIELOS SINO A TI? Y FUERA DE TI NADA DESEO EN LA TIERRA. MI CARNE Y MI CORAZÓN DESFALLECEN; MAS LA ROCA DE MI CORAZÓN Y MI PORCIÓN ES DIOS PARA SIEMPRE.” (SALMOS 73:25, 26 RVR60)

“¿A QUIÉN TENGO YO EN LOS CIELOS SINO A TI? Y FUERA DE TI NADA DESEO EN LA TIERRA. MI CARNE Y MI CORAZÓN DESFALLECEN; MAS LA ROCA DE MI CORAZÓN Y MI PORCIÓN ES DIOS PARA SIEMPRE.” (SALMOS 73:25, 26 RVR60)
Fuente: Jesús Vázquez Toro (Fully-SUIZA)
Iglesiaevangelicaelalfarero.com

Al empezar a leer estos versículos, no podemos dudar en mirar al cielo por un momento y pararnos a ver su grandeza e inmensidad. Nuestros ojos desean verlo todo, abarcarlo todo, pero no logran captar su gran esplendor. Sea de noche, con sus brillantes estrellas, o de día con su bello y esplendente sol, no podemos retener ni absorber toda su infinita belleza.

Pero el salmista Asaf reconoce, después de contemplar esa maravillosa creación, que sólo su Creador y Señor es el que se enseñorea en los cielos. Por ello, exclama exultante: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?” (v. 25)

 Muchos y reconocidos poetas han cantado y exaltado la magnificencia del cielo y las estrellas con hermosas palabras que han sido repetidas en multitud de ocasiones y a través de diferentes generaciones hasta nuestros días. De igual manera, las podemos encontrar en novedosas películas de Hollywood; pero sólo en la Palabra de Dios se canta a los cielos y a las estrellas -morada del Dios Altísimo- de la manera sublime, gozosa en la que lo hace este poeta de Dios.

Pero al mismo tiempo, Asaf considera, y cree, con estas palabras, decirle a su Dios que no tiene ningún apoyo en esta tierra, si no es en la mirada amorosa del Señor desde los celestes cielos hacia él. Y lo más profundo, sincero y desgarrador que su alma confiesa es: "... fuera de Ti nada deseo en la tierra"(v.25).

Desear, querer, obtener... son verbos que sólo tienen validez y sentido espiritual en cuanto a su Señor. Acercarse a Dios es su bien y su esperanza (v.28).

 Al salir de tu país, al alejarte del pequeño círculo que conforma tu vida -como es mi caso-, analizas el estado y la situación de la Iglesia de Jesucristo con una visión reposada y coherente. Observas con preocupación, que la iglesia actual está sufriendo un gran desamparo y ceguera espiritual al no saber -ni querer- mirar a los cielos y desgarrar su corazón, para que le lleve a decir -con una actitud contrita y humillada- como el salmista: "... fuera de Ti nada deseo en la tierra".

 ¡Cuánta riqueza espiritual revela el Espíritu por medio del levita Asaf en tan cortos versículos! ¡Mi carne (cuerpo) y mi corazón (alma),-todo mi ser entero-, desfallecen si no te veo, si no te siento, si no percibo tu aliento, si a mi corazón no llega tu consuelo, si tus manos no acarician mi alma!.... ¡oh, cuán maravilloso eres a mi vida, Señor!

Finalmente, considera que su vida está plantada sobre la roca, la Palabra de Dios, y sobre Jesucristo, al que David, otro ungido cantor de Dios, dirige un encendido cántico: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio” (Salmo 18:1-2). Su corazón arde en esa porción de la Palabra de Dios.

 De igual manera, Asaf anhela escuchar la voz de Dios, pero para ello debe acercarse y conocerle; saber de Él, escuchar quietamente su voz, como el joven Samuel, y meditar en su Palabra bendita de día y de noche (Salmo 1:2). Igualmente, le es necesario encaminar sus deseos hacia Él y dejarlos en su reposo eterno.

 Hermanos, acerquémonos al trono de Dios y digámosle cuánto le necesitamos y cuánto significa Él para nosotros. Si hay este deseo en tu corazón, como lo tuvo el salmista Asaf, eres nacido de nuevo, eres un hijo de Dios, estás sobre la Roca fuerte; estás sentado en los lugares celestiales con Cristo y te gozarás en su presencia ¡Aleluya!

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¿QUÉ ES LO QUE DEBEMOS ARROJAR FUERA DE NUESTRAS VIDAS?

¿QUÉ ES LO QUE DEBEMOS ARROJAR FUERA DE NUESTRAS VIDAS?
Jesús Vázquez Toro (J. Mª V. M)
iglesiaevangelicaelalfarero.com

“Entonces mandó el rey...que sacasen del templo de Jehová todos los utensilios que habían sido hechos para Baal...y los quemó fuera de Jerusalén”  (2ºReyes 23:4-16).

 Es parte de nuestra cultura latina el guardar en nuestras casas todo aquello que ya no nos sirve pensando -entiendo que erróneamente-, que más adelante puede sernos de utilidad. No llego a comprender cómo algo que demuestra su inutilidad puede servirnos en el futuro. Posiblemente, todos hemos heredado parte del pensamiento de la posguerra, cuando las cosas se guardaban "por si acaso".

 O, tal vez, todos tengamos algo del “síndrome de Diógenes”, aquel que -según interpretación popular no muy acertada- se caracteriza por un afán acumulativo de grandes cantidades de deshechos materiales en las casas. La verdad, es que vivimos rodeados de cosas que ocupan, inútilmente, un lugar en nuestra vida cotidiana, en menoscabo de aquellas que realmente sí deben de importarnos. Nos falta la determinación necesaria para desechar aquello que nos entorpece y condiciona negativamente adquiriendo, de esta forma, un protagonismo que no merece. En cierta manera, podemos considerarlo como “la dictadura del pasado”.

 Esto mismo ocurre en la vida espiritual. Muchos cristianos sienten nostalgia por aquellas cosas heredadas del pasado, tales como vestimentas y costumbres de los pueblos sin Dios; juegos de azar, horóscopos, aficiones no compatibles, fetiches, festividades, tradiciones religiosas (primeras comuniones, bautizos, fiestas católicas),diversiones del mundo, obras de la carne (Gálatas 4:8-11; 5:17-21) etc., y les cuesta desprenderse de ellas, a pesar de las continuas advertencias del Señor por medio de su Palabra (Efesios 4:22-32).

 En el texto inicial, encontramos al piadoso rey Josías, hijo del rey Amón (el cual “hizo lo malo ante los ojos de Jehová” 2º Reyes 21:20), restaurando el templo agrietado, entronizando la Palabra abandonada en su lugar, confirmando el pacto de Dios y purificando la casa de Jehová de  imágenes impías y de utensilios contaminados que su padre había introducido en el Templo, las cuales fueron quemadas sin contemplaciones (2º Reyes 23:4-16) (comp. 29:15-19). Entonces, sólo entonces, se podría celebrar la Pascua del Señor en ese lugar purificado y santificado (vers. 21-22).

 Amado hermano, la Palabra nos confirma que somos “templo del Espíritu Santo”, el cual está en nosotros (1ª Corintios 6:19); pero también nos interpela: "¿Qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?" (2ª Corintios 6:16). Más adelante, exhorta: 

“...limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (7:1). "Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois" (1ª Corintios 5:7) En tu confiada dejadez, posiblemente estés olvidando que “la noche está avanzada, y se acerca el día" (Romanos 13:12). Por ello, todo aquel que tiene la esperanza de ver a Jesús “tal como él es...se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1ª Juan 3:2-3). ¿Te has decidido, como el rey Josías, a arrojar al fuego aquellas cosas contaminadas, inútiles, que tienes guardadas en tu corazón? ¡Hazlo ahora mismo en el nombre de Jesucristo!       
             
“¡Pero cuántas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo!" (Filipenses 3:7)

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miércoles, 23 de septiembre de 2015

COSAS USADAS

COSAS USADAS
Por Daniel Cattaneo. Por Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org

Conozco muchas personas que han crecido usando cosas usadas. Cuando en una familia son varios hermanos el mayor empieza usando una ropa nueva y se la hereda al del medio y este al menor.  Yo como he sido hijo único nunca tuve ese problema, pero me han heredado otras cosas usadas. Alguno dirá que no es lindo recibir cosas usadas y eso es discutible, depende de lo que se reciba. Heredar una casa usada, no es lo mismo que heredar un pantalón usado o heredar un vaso de vidrio no es lo mismo que heredar un juego de copas de cristal. Hay cosas usadas que son muy buenas y que a todos nos gustaría recibir.

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. (2º Co.1:3-4)

Pablo habla que Dios lo ha consolado y que ese mismo consuelo es el que utiliza para ministrar a los que sufren. Indudablemente los que sufren reciben algo usado pero igualmente efectivo en ellos como en los primeros. Todos concordaremos que cuando el consuelo viene de alguien que sufrió la misma situación que estás atravesando la fuerza de sus palabras tienen otro vigor, distinta a aquellas que pronuncia alguien que nunca pasó por lo que tú estás pasando.

Esta visión le da un sentido de utilidad a Pablo de su propio sufrimiento: Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. (2º Co.1:6)

No hay peor cosa que sufrir sin sentido. Pero cuando el sufrimiento tiene utilidad entonces es más manejable. Pablo entiende que las situaciones en su vida vienen para ministrar. Tanto el sufrimiento como el consuelo antes de pasar a los corintios ha hecho escala en la vida de Pablo para darle herramientas de ministración.

 Parecería que Pablo se decía en cada situación de su vida: Esto me va ayudar a ministrar más y mejor.

Esto que estoy aprendiendo lo voy a impartir, heredar a otros… nada de lo que pasa en mi vida carece de propósito. Este dolor, esta decepción, esta ministración del Espíritu, está palabra “rhema” de hoy… Todo esto me ayudará a ayudar a alguien en el futuro.

Creo firmemente en esto… me lo enseñaron a cantar siendo niño: Todo lo que pasa en mi vida aquí / Dios me lo prepara para bien de mí / En mis pruebas duras/ Dios es siempre fiel/ ¿Por qué pues las dudas? / Yo descanso en El.

De tanto en tanto, veo a algunos que no quieren recibir estas cosas usadas de otros. Por mi parte, hoy quisiera, ser tan humilde que pueda usar lo que otros han recibido con la alegría de saber que cuando Dios proveyó a otros lo hizo pensando en mí.

No quiero ser tan soberbio que no acepte el traje que otros usaron por querer ser el único por donde debe pasar todo.

El otro día vi una niña de la iglesia usando un abrigo que había sido de mi hija Dámaris. Han pasado 12 años, tal vez más… pero lo reconocí, ese abrigo era de Dámaris cuando tenía 10 o 12 años.

Por último, quisiera en este día aprender a mirar mis situaciones particulares como necesarias para ministrar a otros. Estoy usando algo que mañana alguien usará para cubrirse. El dolor que experimento me ayudará a ministrar a otros en el día de mañana y el consuelo que recibo le quedará perfecto a algún hermano menor.

Señor ayúdame a dar el aliento en medio de la noche que recibimos siempre de ti, la alegría de servirte que siempre nos diste, la fe para creer que Tu Poder en nosotros puede hacer cosas maravillosas, la certeza de saber que siempre en Ti hay una nueva oportunidad. Que pueda heredar esto que he recibido de Ti a otros, ese es mi deseo.

 Amén.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”



¿BOTÓN O DEFENSOR?

¿BOTÓN O DEFENSOR?
Por Daniel Cattaneo. Por Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org

Siendo hijo único en mi niñez constituí una sociedad con dos niños que vivían enfrente de mi casa. Íbamos a todos lados juntos, Fernando era de mi edad y era con el que mejor me entendía, con el que siempre jugaba. Leandro era unos dos años mayor y su función era cuidarnos de nosotros mismos y de los demás. Siendo mayor, Leo, iba a otro turno de colegio, pero cuando alguien nos amenazaba o nos agredía recuerdo que amenazábamos o nos decíamos entre nosotros: Ya va a venir Leandro. Era nuestra garantía de que no iba a quedar impune ningún atropello. Hoy a la distancia recuerdo con cariño a este par y a Leo cuidándome… Todos necesitamos a alguien que nos defienda.

Si llega Timoteo, procuren que se sienta cómodo entre ustedes, porque él trabaja como yo en la obra del Señor. Por tanto, que nadie lo menosprecie. Ayúdenlo a seguir su viaje en paz para que pueda volver a reunirse conmigo, pues estoy esperándolo junto con los hermanos. (1 Co 16:10-11).

Pablo está terminando de escribirle a los Corintios y les dice: Una cosa más, me tratan bien a Timoteo. Parece ser que Timoteo era de esas personas que sufrían a menudo atropellos. Tal vez por ser el secretario de Pablo era blanco de los celos de los hermanos. A todos les gusta estar en la mesa del pastor y cuando ese lugar lo ocupa otro, a menudo, aparecen las envidias. Sé que no debería ser así… pero a veces escucho como tratan a algunos líderes y me doy cuenta que tras la broma le están tirando un “golpe al hígado” gratuitamente.

Tal vez era de esas personas que, como decimos en Argentina, están para el cachetazo. Son personas que tienen una personalidad amable o son algo torpes en algunos sentidos y entonces son víctima de constantes atropellos de parte de algunos prepotentes.

Quizás Timoteo era muy joven en su edad y no era considerado por su función sino por su experiencia casi nula. Pablo en su carta personal a Timoteo le vuelve a repetir: “Que nadie te menosprecie por ser joven” (1 Tim 4:12)

Lo cierto es que sea por una o todas estas cosas Pablo sale a la defensa de Timoteo. Pienso que bueno es tener a alguien que nos defienda. Cuando yo me peleaba con Fernando o con Leandro, la mamá de ellos, mi “tía” Angelita me defendía a mí… esa mujer me amaba. ¡¡¡Qué bien que se siente que te defiendan!!!

Pienso en el hijo menor de la parábola de Lucas 15 y de cómo el hermano mayor en vez de defenderlo le echa tierra. Como lo acusa con su padre… Qué triste esa actitud… Que dolor no querer entrar a la fiesta de su hermano por celos, por envidia… Tristísimo.

Uno de los rasgos que la Biblia nos habla de Cristo es que El me defiende: Yo los quiero a ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante Dios el Padre. (1 Jn.2:1 TLA)

Y como no podía ser de otra manera, el diablo hace la contra parte delante de Dios: El diablo ha sido arrojado del cielo, pues día y noche, delante de nuestro Dios, acusaba a los nuestros. (Ap.12:10b)

¡Qué pedazo de “botón”! ¡El diablo vive para acusarnos! ¿No tiene otra cosa para hacer? … pero tranquilos… Tenemos a Cristo y repito: Que bueno es tener a alguien que nos defienda.

El desafío de hoy es: Estar tranquilo porque tengo a alguien que me defiende de mí mismo y de los peligros externos. Leo y yo hemos crecido y por distancias no nos vemos… solo queda el recuerdo de lo que fue… pero Jesús vive siempre para interceder por mí. (Hb.7:25)

Volverme el “Pablo” para algunos “Timoteos” que están en el mundo. Ser un hermano mayor verdadero y no un “Trucho” (sinónimo de falso en Argentina) como el de la parábola de Lucas 15. Qué bueno es proteger a alguien, ser el mecenas de otro, convertirme en el impulsor de alguien. No es otra cosa que devolver el favor que a diario recibo de Jesús.

Señor deja que alguien cada día agradezca que yo existo como de seguro Timoteo agradecía que tenía a Pablo, como cada día yo agradezco que te tengo a ti. Todos necesitamos a alguien que nos defienda… ayúdame a ser con otros como tú eres conmigo. Gracias Jesús. Amén.

Botón: palabra que en lunfardo (léxico de los inmigrantes argentinos, que pasó a ser el idioma del tango) se usa para designar al policía, al que te entrega para meterte en la cárcel. Un “Botonazo”  es un alcahuete, alguien que vive hablando mal de otro.

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Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”