¿BOTÓN O DEFENSOR?
Por
Daniel Cattaneo. Por Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org
Siendo
hijo único en mi niñez constituí una sociedad con dos niños que vivían enfrente
de mi casa. Íbamos a todos lados juntos, Fernando era de mi edad y era con el
que mejor me entendía, con el que siempre jugaba. Leandro era unos dos años
mayor y su función era cuidarnos de nosotros mismos y de los demás. Siendo
mayor, Leo, iba a otro turno de colegio, pero cuando alguien nos amenazaba o
nos agredía recuerdo que amenazábamos o nos decíamos entre nosotros: Ya va a
venir Leandro. Era nuestra garantía de que no iba a quedar impune ningún
atropello. Hoy a la distancia recuerdo con cariño a este par y a Leo
cuidándome… Todos necesitamos a alguien que nos defienda.
Si
llega Timoteo, procuren que se sienta cómodo entre ustedes, porque él trabaja
como yo en la obra del Señor. Por tanto, que nadie lo menosprecie. Ayúdenlo a
seguir su viaje en paz para que pueda volver a reunirse conmigo, pues estoy
esperándolo junto con los hermanos. (1 Co 16:10-11).
Pablo
está terminando de escribirle a los Corintios y les dice: Una cosa más, me
tratan bien a Timoteo. Parece ser que Timoteo era de esas personas que sufrían
a menudo atropellos. Tal vez por ser el secretario de Pablo era blanco de los
celos de los hermanos. A todos les gusta estar en la mesa del pastor y cuando
ese lugar lo ocupa otro, a menudo, aparecen las envidias. Sé que no debería ser
así… pero a veces escucho como tratan a algunos líderes y me doy cuenta que
tras la broma le están tirando un “golpe al hígado” gratuitamente.
Tal
vez era de esas personas que, como decimos en Argentina, están para el
cachetazo. Son personas que tienen una personalidad amable o son algo torpes en
algunos sentidos y entonces son víctima de constantes atropellos de parte de
algunos prepotentes.
Quizás
Timoteo era muy joven en su edad y no era considerado por su función sino por
su experiencia casi nula. Pablo en su carta personal a Timoteo le vuelve a
repetir: “Que nadie te menosprecie por ser joven” (1 Tim 4:12)
Lo
cierto es que sea por una o todas estas cosas Pablo sale a la defensa de
Timoteo. Pienso que bueno es tener a alguien que nos defienda. Cuando yo me
peleaba con Fernando o con Leandro, la mamá de ellos, mi “tía” Angelita me
defendía a mí… esa mujer me amaba. ¡¡¡Qué bien que se siente que te
defiendan!!!
Pienso
en el hijo menor de la parábola de Lucas 15 y de cómo el hermano mayor en vez
de defenderlo le echa tierra. Como lo acusa con su padre… Qué triste esa
actitud… Que dolor no querer entrar a la fiesta de su hermano por celos, por envidia…
Tristísimo.
Uno
de los rasgos que la Biblia nos habla de Cristo es que El me defiende: Yo los
quiero a ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no
pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante Dios el
Padre. (1 Jn.2:1 TLA)
Y
como no podía ser de otra manera, el diablo hace la contra parte delante de
Dios: El diablo ha sido arrojado del cielo, pues día y noche, delante de
nuestro Dios, acusaba a los nuestros. (Ap.12:10b)
¡Qué
pedazo de “botón”! ¡El diablo vive para acusarnos! ¿No tiene otra cosa para
hacer? … pero tranquilos… Tenemos a Cristo y repito: Que bueno es tener a
alguien que nos defienda.
El
desafío de hoy es: Estar tranquilo porque tengo a alguien que me defiende de mí
mismo y de los peligros externos. Leo y yo hemos crecido y por distancias no
nos vemos… solo queda el recuerdo de lo que fue… pero Jesús vive siempre para
interceder por mí. (Hb.7:25)
Volverme
el “Pablo” para algunos “Timoteos” que están en el mundo. Ser un hermano mayor
verdadero y no un “Trucho” (sinónimo de falso en Argentina) como el de la
parábola de Lucas 15. Qué bueno es proteger a alguien, ser el mecenas de otro,
convertirme en el impulsor de alguien. No es otra cosa que devolver el favor
que a diario recibo de Jesús.
Señor
deja que alguien cada día agradezca que yo existo como de seguro Timoteo
agradecía que tenía a Pablo, como cada día yo agradezco que te tengo a ti.
Todos necesitamos a alguien que nos defienda… ayúdame a ser con otros como tú
eres conmigo. Gracias Jesús. Amén.
Botón:
palabra que en lunfardo (léxico de los inmigrantes argentinos, que pasó a ser
el idioma del tango) se usa para designar al policía, al que te entrega para
meterte en la cárcel. Un “Botonazo” es
un alcahuete, alguien que vive hablando mal de otro.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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