viernes, 27 de diciembre de 2013

CÓMO ENTRAR EN LA ZONA DE QUIETUD

CÓMO ENTRAR EN LA ZONA DE QUIETUD
Fuente: Dr. Roberto Miranda
Congregación León de Judá
Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. Hebreos 4:16
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, porque en Ti se refugia mi alma; En la sombra de Tus alas me ampararé hasta que la destrucción pase. Salmos 57:1

¿Cómo puede uno entrar en esa zona de quietud poderosa de la cual hemos hablado en las últimas meditaciones? ¿Cómo cultivar la paz de Dios en medio de la tormenta?
Primeramente, no esperes a que venga la prueba o la crisis para poner tu mirada en el Señor. Aun en tiempos de normalidad, cultiva una sana vida devocional. Como hizo Josafat al principio de su reinado al edificar fortalezas en diferentes ciudades de su nación preventivamente, acumula reservas espirituales y fortalécete espiritual y emocionalmente por medio de la oración y la meditación diaria, a fin de que cuando venga la prueba te encuentres en buena forma espiritual para resistir y vencer.
Segundo, cuando entres en tiempos de prueba, recuerda que debes orar más, ¡no menos! En tiempos de dificultad, la tendencia natural es entrar en una modalidad de crisis y activismo frenético, y descuidar las disciplinas espirituales. Debe ser todo lo contrario. La oración te enfoca en lo eterno, calma el pánico, quita los ojos de las circunstancias y te ayuda a poner la mirada sobre las promesas divinas. Esto, a su vez, trae paz a tu alma y te infunde esperanza.
Tercero, memoriza la palabra de Dios, particularmente versículos de poder y victoria. Cuando venga la prueba, esos textos poderosos se convertirán en una fuente de vitalidad y consuelo para tu alma. La Palabra de Dios estará expresándose dentro de ti al repetirla, y fortalecerá tus emociones. A través de los años, he descubierto que esos salmos y textos que me he aprendido de memoria se han convertido en valiosos aliados para mis batallas. En tiempos de ansiedad y de lucha, recitarlos suavemente ha tenido un efecto tranquilizante dentro de mí. Han sido como proyectiles que he logrado lanzar contra la frente de los gigantes, palabra profética que ha activado el contenido espiritual de esos textos a mi favor. Por eso es importante memorizar la palabra de Dios. Cuando venga la guerra, descubriremos que la Palabra ya está dentro de nosotros, integrada a nuestra sensibilidad, sus nutrientes esparcidos a través de todo nuestro ser.
Finalmente, espera pacientemente la salvación de Jehová. ¡No abandones la pelea prematuramente! Dios tiene sus tiempos, sus procesos y sus propósitos para cada uno de sus hijos. Como hemos visto, la prueba no viene solamente de parte del Enemigo. En ocasiones, Dios la permite, o la inicia activamente, para fortalecernos, podarnos, quebrantarnos y hacernos más como Cristo. En otras ocasiones, como ya hemos discutido, Dios no nos quita la prueba inmediatamente, aunque ha sido iniciada por el Enemigo, porque a pesar de su origen diabólico esta tiene un efecto positivo sobre nosotros, humillándonos, orientándonos más hacia la oración y la búsqueda de Dios, y obligándonos a depender más de Él. Recuerda que “a los que a Dios aman, todas las cosas ayudan a bien”.
Aun los ataques del Enemigo, si los atravesamos agarrados de la mano de Dios, redundarán en bendición para nuestras almas. El escritor de Hebreos nos anima a no abandonar la carrera prematuramente, sino a mantenernos en ella hasta el fin, hasta que Dios haya revelado su propósito completo en los procesos misteriosos de nuestra carrera espiritual: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”                               (He 12: 35, 36).
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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