lunes, 30 de diciembre de 2013

TIENE QUE COSTARME

TIENE QUE COSTARME
Fuente: Edgardo Tosoni
Devocional Diario.org

Pasaje clave: 1º Crónicas 21
1. NO ESCUCHES AL ADVERSARIO
¿Quién tienta a David y a qué lo tienta? (vs.1)
Satanás significa “adversario”, “oponente”. Él es tu peor enemigo. Satanás te odia. Él se opone a todo lo bueno y sano de Dios para tu vida. Él hará todo lo diabólicamente posible para apartarte del propósito de Dios. Te lanzará todos sus misiles de mentiras, manipulaciones y miedos para que dejes de creerle al Señor, y dudes de su amor, de su perdón y de su Palabra. Satanás te desprecia total y absolutamente porque llevas la imagen y la semejanza de Dios en tu vida, y si además tienes a Cristo en tu corazón (y por lo tanto la presencia del Espíritu Santo) entonces, su odio es absoluto, y hará todo lo que pueda para verte caído, derrotado, aplastado, humillado y frustrado. Y bien, bien lejos del Señor y de la gente de fe, porque cuanto más te alejes de Dios más cerca estarás de él. Y como lo hizo con David, lo hará contigo: te provocará para que hagas la tuya, para que hagas cosas y tomes decisiones que Dios desaprueba.
¿Y qué hizo David? (vs.2)
¡Hizo lo que quiso! Hizo lo que Satanás puso en su corazón y en su mente. No consultó con el Señor. Y ni siquiera lo tuvo en cuenta. Piensa en las decisiones que has tomado o en las cosas que vienes haciendo. ¿Dios las aprueba? ¿Hablaste con él? ¿Buscaste su dirección? ¿O te dejaste llevar por tus propios impulsos haciendo lo que querías?
¿Quién trata de “frenarlo” a David y con qué resultados? (vs.3-4)
No está claro por qué hacer el censo era pecado y por qué Dios lo desaprobaba, pero podemos suponer dos posibilidades. Una, porque eso indicaba que David confiaba más en la fuerza militar que poseía que en el poder de Dios. La otra, porque la manera de realizar el censo era contraria a las instrucciones dadas por Dios (Ex.30:11-16). Si es la primer opción, el pecado estaría en la motivación de David. Si es la segunda opción, el pecado estaría en la manera de llevarlo a cabo. Pero sea cual sea la razón, la idea no venía de Dios sino de Satanás.
¿Qué resultados arrojó el censo? (vs.5-6)
Pero a quién le importa el resultado si a Dios le desagrada (vs.7)
2. 3 AÑOS, 3 MESES, 3 DÍAS
¿Cómo reacciona David? (vs.8)
¿Y qué hace Dios? (vs.9-12)
Elige uno de estos males:
3 años de hambre. Miles morirán.
3 meses de batallas perdidas y derrotas. Miles morirán.
3 días de pestes. Miles morirán.
¿Tú, qué escogerías si tuvieras que pagar por tu pecado?
¿Qué escoge David y por qué? (vs.13)
¿Cuántos mueren por su pecado? (vs.14)
¿Pero qué sucede en medio de semejante destrucción? (vs.15)
Me encanta. Dios movido por misericordia se arrepiente. Dice ¡basta!
¿Qué ve David y qué decisión toma? (vs.16-17)
¿Hace cuánto que no ves al Señor en la Palabra, en la oración y en la adoración? ¿Hace cuánto que tienes tus ojos tan cerrados que sientes que no tienes que arrepentirte de nada? Abre tus ojos y vuelve a mirar lo que Dios quiere que mires.
¿Qué indicaciones recibe David de Dios y qué hace? (vs.18-19)
¿Qué le pide David a Ornán y qué le ofrece Ornán? (vs.22-23)
David le pide “algo”, Ornán está dispuesto a darlo “todo”.
¿Cuál es la decisión de David? (vs.24-25)
David le compra la propiedad entera y no sólo la porción de tierra para el altar. David le compra “todo”. Está dispuesto a pagar el precio necesario para recuperar la presencia y la bendición de Dios sobre su vida y sobre toda la nación. El altar era el símbolo de la presencia de Dios, y sobre él ofrecería holocaustos y ofrendas de paz. Allí invoca el nombre del Señor y él le responde (vs.26-28).
¿Cuál es el precio que estás dispuesto a pagar para que la presencia de Dios se manifieste poderosamente en tu vida?
¿Cuál es el precio que estás dispuesto a pagar para que Dios desate su gloria y su bendición en todo lo que emprendas?
Si la quieres te tiene que costar, tienes que pagar el precio. Y el precio es tiempo de búsqueda de Dios orando, adorando y creyendo su Palabra. El precio es arrepentimiento profundo. El precio es renuncia de todo lo que Él no aprueba. El precio es entrega total a Dios. ¿Estás dispuesto a pagarlo?
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”

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