ÉL ME INFUNDIRÁ ALIENTO
Fuente: Dr. Serafín Contreras Galeano
Renuevo de Plenitud.com
“Tu vara y tu cayado me infunden
aliento.” Salmo 23:4.
Ese día me levanté con el pie izquierdo. Así se
dice en mi pueblo para expresar que el desánimo tocó mi vida desde el amanecer
y eso me abrió un camino de desventuras y desaciertos. Nada podía levantar las
murallas despedazadas de mi ánimo y aliento. Sentía que todo en mi
drenaba sin parar.
Con desgano tomé la Biblia y
justo el Salmo 23 me confrontó la vista y alma. Y allí,
recatado, tímido y humilde estaba el verso 4 y sobretodo la última línea que
parecía susurrarme con confianza. “Tú Vara y tu cayado me infundieran aliento”. Y fue
suficiente. Solo meditar en este verso me llevó a experimentar energía espiritual
como si hubiese sido inyectado por un médico de gran experiencia.
Uno de los enemigos más fuertes
del ser humano es el desaliento. Hombres y mujeres de la Biblia como
Jonás. Elías o Moisés vivieron lo que es el desaliento. Por esa razón, Dios
sabiendo nuestra debilidad viene como Padre a traernos aliento. Regularmente el
desaliento viene en el momento en que pasamos por sombra de muerte.
”tu vara y tu cayado me infunden aliento”.
¿A través de qué medios Dios nos da aliento? A
través de muchos medios, pero acá el salmista menciona dos que son poderosos.
Vara: La Palabra hebrea Shebet: Que es
Vara de autoridad.
Cuando acepto su autoridad en mí, Él me da aliento.
Era la vara que usaba el pastor de ovejas para lanzarla contra los osos, leones
o lobos que querían atrapar una oveja. Cuando el pastor enviaba esa vara, el
silbido en el aire por encima de las ovejas les daba aliento a ellas sabiendo
que su pastor las defendía.
Y
Cayado: de la Palabra hebrea Mishenah. Que implica Apoyo.
El Cayado tenía una curva en uno de los extremos y
la usaba el pastor para enganchar la oveja cuando esta quería extraviarse. Eso
es apoyo. A veces en mi rebeldía me quiero extraviar tomando mi propio camino y
Dios tiernamente me engancha con su cayado.
Aliento: es Consolar, Compasión,
Cambiar mente, Pensar mejor, Dar descanso.
Aliento es una de las hermosas herramientas de la
paternidad divina usando la vara y el cayado.
Señor,
Gracias por ser mi autoridad y mi apoyo. Eso me infunde mucho aliento al saber
que cerca de mi estás para protegerme con tu autoridad y atraerme con tu
cayado. Hoy tú me infundirás aliento. Amén.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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