PAZ
EN MEDIO DE LA TORMENTA
Fuente: Dr. Roberto Miranda
Congregación León de Judá
Afligidos en todo, pero no
agobiados; perplejos, pero no desesperados. 2
Corintios 4:8
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Si un ejército acampa contra
mí, no temerá mi corazón; Si contra mí se levanta guerra, a pesar de ello, yo
estaré confiado. Salmos 27:3
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"Alcancé
Salvación" es uno de los himnos más hermosos e influyentes que se hayan
escrito en toda la historia del cristianismo. Fue compuesto por el himnólogo
Horacio Spafford después de pasar por una serie de terribles sufrimientos.
El primero fue la
muerte de su único hijo varón en 1871, seguido poco después por el Gran Fuego
de Chicago, el cual lo arruinó financieramente (había sido un abogado muy
exitoso). Más tarde, en el 1873, envió a su familia delante de él en el barco
Ville du Havre para luego reunirse con ellos en Europa, mientras resolvía unos
problemas de negocios en Chicago.
Mientras su esposa e
hijas cruzaban el Atlántico, la nave en que iban se hundió rápidamente después
de chocar con el barco Loch Earn, y las cuatro hijas de Spafford perecieron. Su
esposa Anna sobrevivió y le envió un famoso telegrama con las escuetas
palabras, “La única salvada”. Poco tiempo después, mientras cruzaba el
Atlántico para encontrarse con su esposa, cerca del lugar donde perecieron sus
cuatro hijas, fue inspirado a escribir las gloriosas palabras de su famoso
himno, el cual le ha dado valor e inspiración a millones de creyentes en todo
el mundo:
De paz inundada mi senda ya esté,
O cúbrala un mar de aflicción,
Mi suerte, cualquiera que sea, diré:
Alcancé, alcancé salvación.
Ya venga la prueba o me tiente Satán
No amenguan mi fe ni mi amor;
Pues Cristo comprende mis luchas, mi afán
Y su sangre vertió en mi favor.
Después de todos estos padecimientos, los Spafford tuvieron tres hijos más, uno de los cuales murió en la infancia. En 1881, inmigraron a Jerusalén y ayudaron a fundar un grupo conocido como La Colonia Americana. La misión de esta organización era servir a los pobres. Esta colonia de inmigrantes cristianos vino a ser el tema principal de la famosa novela, Jerusalén, por la novelista Sueca Selma Lagerlöf, ganadora del Premio Nobel.
Sin duda alguna, Horacio Spafford había aprendido
lo que significa tener paz en medio de la tormenta.
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