martes, 24 de diciembre de 2013

UN AMIGO HACIA EL FINAL

UN AMIGO HACIA EL FINAL
Fuente: Jorge Cota
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

¿Cuántas personas estarán en el cielo porque tú les señalaste el camino? La mayoría de los cristianos viven en un mundo seguro y bastante cómodo. La mayoría de nuestros amigos son creyentes y todo nuestro mundo social gira entorno a la iglesia y sus funciones. De manera que es bien fácil perder contacto con el mundo exterior al nuestro, lo cual a veces ocasiona una mentalidad de “nosotros” contra “ellos” y comenzamos a ver a los que no comparten nuestra fe como “enemigos”.
Como puedes ver, la Gran Comisión no fue la gran sugerencia o una noble idea. Dios pudo haber bañado el mundo con calcomanías que dijeran “Sonríe, Cristo te Ama” pero no lo hizo. Dios envío a una persona y todavía lo hace. Esa persona eres tú. Tú y yo somos la única estrategia de marketing que Dios tiene.
La Gran Comisión de Cristo Jesús requiere que nos salgamos de nuestra zona de comodidad y nuestro mundo cristiano y nos relacionemos con las personas que aún no han conectado con el Creador.
El escritor John R. Stoot dijo: “Debemos ir así como Jesús fue, penetrar la sociedad humana, mezclarnos con los incrédulos y fraternizar con los pecadores. ¿Acaso una de las fallas más grande de la Iglesia es ésta? Nos hemos alejado de la comunidad. Hemos llegado a ser distantes en vez de acercarnos”.
Lamentablemente, ésa es la realidad actual. Nos hemos alejado tanto del propósito de Jesús de ir a buscar a los perdidos y por consiguiente la iglesia ha llegado a ser un club social.
El corazón de Dios duele por cada ser un humano que aún no ha conectado con él. Jamás has visto en los ojos de una persona que no le haya importado a Dios. El peor pecador que conoces está solamente a una oración de ser tu hermano en Cristo Jesús. Por eso debes contar la historia y encender una luz en la oscuridad.
Dios no va dejar caer tratados del cielo. Dios no va a escribir el plan de salvación en las nubes. Está en ti. Está en mí. Para bien o para mal, está en nosotros.
Si tú no cuentas la historia; habrá personas que amas deslizándose hacia una eternidad sin Jesús.
Un estudiante lo expresó de esta forma:
Mi amigo, estoy en el juicio ahora
Y siento que debo culparte en cierta forma
Cuando estábamos en la tierra, día a día caminaba contigo
Más nunca señalaste el camino.
Conocías a Dios en verdad y gloria,
Pero nunca me contaste la historia. 
Mi conocimiento en aquel entonces era indiferente, no me dejaba ver
Pudiste haberme llevado a él.
Aun cuando jugábamos juntos cada atardecer 
Jamás me dijiste del volver a nacer
Y ahora, ahora, estoy aquí, condenado
Porque fallaste en hablarme de él.
Me enseñaste muchas cosas, es verdad:
Te llamaba “amigo” y confiaba en tu amistad 
Pero ahora me doy cuenta que ya es muy tarde
Me hubiste podido salvar de este desastre.
Caminábamos y charlábamos juntos día y noche
Pero nunca me mostraste el verdadero amor 
Me dejaste vivir, amar y morir,
Sabiendo adónde me podía ir.
Sí, te consideraba mi amigo del alma
Confié en ti a través del gozo y la adversidad
Pero ahora que he llegado al final, 
No puedo decir que fuiste mi amigo real.


Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”

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