¡NO DEJES QUE TE ROBEN TUS SUEÑOS!
Fuente: Renuevo de Plenitud.com
Ante un grupo de niños un hombre narró la siguiente
historia:
Había una vez un muchacho quien era hijo de un
entrenador de caballos. El padre del muchacho era pobre y contaba con apenas
unos pocos recursos para mantener a su familia y mandar al muchacho a la
escuela. Una mañana en la escuela, estando el muchacho en la clase, el profesor
le pidió a los alumnos que escribieran la meta que quisieran alcanzar para
cuando fueran adultos.
El joven escribió una composición de siete páginas esa
noche en la que describía su meta. Escribió su sueño con mucho detalle y hasta
dibujó un plano de todo el proyecto:
el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir; en fin, puso todo su corazón en el proyecto y al día siguiente lo entregó al profesor.
el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir; en fin, puso todo su corazón en el proyecto y al día siguiente lo entregó al profesor.
Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo
reprobado, y con una nota que decía: “venga a verme después de clases”. El
chico del sueño fue a ver a su profesor y le preguntó ¿por qué me reprobó? El
profesor le dijo: “es un sueño poco realista para un chico como tú. No tienes
recursos; vienes de una familia pobre. Para tener lo que quieres hacen falta
muchas cosas y además mucho dinero.
Tienes que comprar el terreno, pagar por la cría
original y después tendrás muchos gastos de mantenimiento. No podrías hacerlo
de ninguna manera. A continuación el profesor agregó: si vuelves a hacer el
trabajo con objetivos más realistas, reconsideraré tu nota”.
El chico volvió a su casa y pensó mucho. También le preguntó
a su padre qué debía hacer. Éste le respondió:” mira hijo, tienes que decidir
por ti mismo; de todos modos, creo que es una decisión importante para ti,
¿cierto?”
Finalmente después de reflexionar durante una semana,
el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno.
Le dijo al profesor: “usted puede quedarse con mi mala
nota, yo me quedaré con mi sueño”.
Al concluir el hombre miró a los niños y les dijo: “les
cuento esta historia porque es mi historia. Aquí estamos en medio de la casa de
mis sueños, dentro del rancho que me propuse conseguir por que esa era la meta
de mi vida. Aún conservo aquella tarea del colegio enmarcada sobre la
chimenea”.
Luego agregó: “lo mejor de la historia es que hace dos
años, ese mismo profesor trajo a treinta chicos a visitar mi rancho”. Y al irse
el profesor me dijo: “mira, ahora puedo decírtelo. Cuando era tu profesor, era
una especie de ladrón de sueños. Durante esos años, le robé un montón de sueños
a los niños. Por suerte tuviste la suficiente fortaleza para no abandonar el
tuyo’.”
No dejemos que nadie nos robe nuestros sueños, ni
tampoco le robemos a otros los suyos.
Salmos 37:4 “Pon asimismo tu delicia en el Señor, y él
te dará las peticiones de tu corazón.”
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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