LA LEY DEL CAMIÓN DE
BASURA
Fuente: Renuevo de
Plenitud.com
Me subí a un taxi rumbo a la Estación Central del
Ferrocarril y cuando íbamos por el carril de la derecha, por poco nos
estrellamos con un carro que así de repente y de la nada salió como bólido de
donde estaba estacionado.
El conductor del taxi en que iba alcanzó a frenar a
todo lo que daba, el taxi se derrapó y por un pelo de rana casi le pegamos al
auto que quedó frente a nosotros.
Después de esto, el conductor del OTRO auto, el tipo
que casi causó el accidente, asomando la cabeza por la ventanilla comenzó a
gritarnos una cantidad horrible de insultos y majaderías.
Todavía recuperándome del susto, lo que acabó de
sacarme de mis casillas fue la actitud del chofer de mi taxi, quien en forma
extremadamente amistosa y cortés le sonreía y saludaba con la mano al conductor
del otro auto.
Yo estaba furioso y confundido, pero no me quedé con
las ganas y le pregunté al chofer de mi taxi que por qué se ponía a sonreír y
saludar al tipo que casi nos hizo chocar, arruinar su taxi y posiblemente hasta
enviarnos al hospital.
Entonces, el taxista con voz pausada me contó lo que ahora
yo llamo "La Ley del Camión de Basura".
Mire, me dijo: ¿Ve aquel camión de basura? Sí, le dije,
¿y eso qué tiene que ver?
-Pues, así como esos camiones de basura existen, hay
muchas personas que van por la vida llenos de basura, frustración, rabia, y
decepción.
Tan pronto como la basura se les va acumulando
necesitan encontrar un lugar donde vaciarla, y si usted los deja seguramente le
vaciarían su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones. Por eso
cuando alguien quiere vaciar su basura en mí, no me lo tomo personal; sino tan
sólo sonrío, saludo, le deseo todo el bien del mundo y sigo mi camino. Hágalo
usted también y le agradará el haberlo hecho, se lo garantizo.
A partir de ese día comencé a pensar qué tan a menudo
permito que estos Camiones de Basura me atropellen; y me pregunto a mí mismo
cuán a menudo recojo esa basura y la esparzo a otra gente en casa, en el
trabajo o en la calle.
Así que me prometí que ya jamás lo iba a permitir.
Comencé a ver camiones de basura y así como el niño de la película "El
Sexto Sentido" decía que veía a los muertos, bueno ahora así yo veo a los
Camiones de Basura. Veo la carga que traen, los veo que me quieren echar encima
su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones y tal y como el
taxista me lo recomendó, no me lo tomo personal, tan sólo sonrío, saludo, les
deseo lo mejor y sigo adelante.
Los buenos líderes saben que tienen que estar listos
para su próxima reunión. Los buenos padres saben que tienen que recibir a sus
hijos con besos y abrazos.
Los líderes y los padres saben que tienen que estar
física y mentalmente presentes y en su mejor estado para la gente que realmente
es importante para ellos.
En resumen, la gente exitosa no permite que los
Camiones de Basura absorban su día.
Prov.15:1
"La blanda
respuesta quita la ira: Más la palabra áspera hace subir el furor."
1 Tesalonicenses
5:16
Estad siempre
gozosos.
Salmos 16:11
Me mostrarás la
senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra
para siempre.
Isaías 65:18
Más os gozaréis y os alegraréis para siempre en las
cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo alegría y gozo
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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