SI CRISTO TE DIO
VIDA...
Fuente: Faustino de Jesús Zamora Vargas
Congregación León de Judá
Te encargo solemnemente en la
presencia de Dios y de Cristo Jesús y de Sus ángeles escogidos, que conserves
estos principios sin prejuicios, no haciendo nada con espíritu de
parcialidad. 1 Timoteo 5:21
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Descendí hasta las raíces de
los montes, la tierra con sus cerrojos me ponía cerco para siempre; Pero Tú
sacaste de la fosa mi vida, oh SEÑOR, Dios mío. Jonás
2:6
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Tu vida depende de tu
relación con Dios. Separados de Él, nada puedes hacer. Cristo te brinda un
nuevo pasado y un nuevo futuro. Tu pasado quedó en la cruz, tu futuro es la
eternidad con Cristo. Antes de estar en Cristo, Pablo basaba su identidad en
sus éxitos…todo aquello que para mí era ganancia, ahora la considero pérdida
por causa de Cristo. (Fil. 3.7). Vivir bajo este precepto, no sólo es sabio,
sino fundamental.
Si estás ya en Cristo
y sigues aferrado a tu pasado, tu vida será miserable. Todo es nuevo ahora,
incluso tú. Ya no pienses en tus errores, Cristo los borró. Como Dios te ha
hecho una nueva creación tomando del ADN de su hijo Cristo, vive la vida
cristiana con gozo y gratitud al Señor. Estás completo. Tu vida espiritual es
todo. Tu relación con Dios definirá la calidad de tu matrimonio, de tu
paternidad y amor a los demás. Aunque el enemigo de Dios y del mundo insistirá
en recordártelo una y otra vez, ya no eres ladrón, ni embustero; ni siquiera
adúltero u homicida. El diablo se ocupa de ponerte etiquetas, Dios de
quitártelas. El enemigo te recuerda tu humanidad, Dios tu espiritualidad. En tu
espíritu está tu identidad: Hijo de Dios. Nadie te la puede arrebatar, ni
borrar del Libro de la vida.
Si estás en Cristo,
debes demostrar que verdaderamente, en todas las circunstancias, el pasado era
una pérdida. Pérdida de vida, de tiempo, de bendición. Los cristianos que viven
el presente desde su pasado, todavía no han experimentado el amor de Dios. Dios
nos ha dado una nueva identidad en Cristo; por tanto ya no tengo que amoldarme
al mundo para buscar el éxito. Mi éxito reside en mi nueva identidad que es el
ser hijo de Dios por los méritos de Cristo en la cruz. “Y aún más, yo estimo
como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a
Cristo Jesús, mi Señor” (Fil. 3.8).
Conocer a Cristo da
vida. “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17.3).
Todavía retumban en
mis oídos aquellas palabras: -¿Sientes que necesitas a Cristo en tu vida?- Mi
corazón decía sí, mi mente decía no. El hombre es mentalista por naturaleza y
esconde sus emociones. Mi -¡Sí!-, me salió del corazón. Y aunque el corazón es
engañoso, esta vez no me engañaba. Dios dice: “La gente se fija en las
apariencias, pero yo me fijo en el corazón” (1 Samuel 16.7). Tu espíritu cobró
vida (estaba muerto), cuando Dios puso su Espíritu en ti. Por eso eres
espiritual, vasija moldeada por las manos de Dios, aunque todavía no ha
terminado su obrar en ti. Mientras estés de este lado de la eternidad, serás
frágil e inconsistente, pero no olvides que Cristo venció al mundo y que la
aflicción es otra prueba más de su incomparable amor.
Vive para Cristo permaneciendo en Él. El diablo
intenta encasillarte por lo que haces, Dios te ama por lo que eres y nada ni
nadie te separará de su amor (Romanos 8.38)
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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