LAS OLAS
Fuente: Renuevo de
Plenitud.com
Un niño se hizo un barquito de madera y salió a
probarlo en el lago, pero sin darse cuenta, el barquito impulsado por un ligero
viento fue más allá de su alcance.
Apenado corrió a pedir ayuda a un muchacho mayor, que
se hallaba cerca, que le ayudara en su apuro.
Sin decir nada el muchacho empezó a levantar piedras y
echarlas, al parecer en contra del barquito; el pequeño pensó que nunca tendría
su bote otra vez y que el muchacho grandote se estaba burlando de él; hasta que
se dio cuenta que en vez de tocar el bote cada piedra iba un poco más allá de
este y originaba una pequeña ola que hacia retroceder el barco hasta la orilla.
Cada piedra estaba calculada y por último el juguete
fue traído al alcance del niño pequeño, que quedó contento y agradecido con la
posesión de su pequeño tesoro.
A veces ocurren cosas en nuestra vida que parecen
desagradables, sin sentido ni plan y hasta nos parece que más nos hunde; pero
si esperamos y tenemos confianza en Dios, nos daremos cuenta de que cada
prueba, cada tribulación, es como una piedra arrojada sobre las quietas aguas
de nuestra vida, que nos trae más cerca de nuestro objetivo.
Salmos 28:7.
El Señor es mi
fortaleza y mi escudo; en El confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se
gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.
Salmos 3:3
Más tú, oh SEÑOR,
eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Salmos 13:5
Más yo en tu
misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación.
Salmos 16:9
Por tanto, mi
corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará segura,
Salmos 18:2
El SEÑOR es mi
roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi
escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable.
Salmos 26:1
Hazme justicia, oh
SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado, y en el SEÑOR he confiado sin
titubear.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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