NO NECESITAMOS
SER CAUTIVOS
Fuente: Congregación León de Judá
Veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace
guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que
está en mis miembros. Romanos 7:23
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El SEÑOR tu Dios te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasión de
ti. Deuteronomio 30:3
El propio pueblo de Dios puede venderse a la cautividad por el pecado.
Este es un fruto muy amargo de una raíz sumamente amarga. ¡Cuán terrible es la
servidumbre cuando el hijo de Dios es vendido al pecado, es encadenado por
Satanás, es privado de su libertad, desposeído de su poder en la oración y de
su deleite en el Señor! Debemos vigilar para no caer en tal cautividad; pero si
esto ya nos ha sucedido, de ninguna manera hemos de desesperar.
Pero no podemos ser mantenidos en esclavitud por siempre. El Señor
Jesucristo ha pagado un precio demasiado alto por nuestra redención para
dejarnos en mano del enemigo. El camino a la libertad es "Vuelve a Jehová
tu Dios." Allí donde encontramos la salvación al principio, la
encontraremos otra vez. Confesando el pecado al pie de la cruz de Cristo,
encontraremos perdón y liberación. Además, el Señor quiere que obedezcamos Su
voz de acuerdo a todo lo que nos ha mandado, y debemos hacer esto con todo
nuestro corazón, y con toda nuestra alma, y entonces nuestra cautividad terminará.
Con frecuencia, la depresión de espíritu y un gran abatimiento del alma
son quitados tan pronto abandonamos nuestro ídolos y nos inclinamos en
obediencia delante del Dios vivo. No necesitamos ser cautivos. Podemos retornar
a la ciudadanía de Sion, y podemos hacerlo rápidamente. ¡Señor, haz volver a
Tus cautivos!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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