EL DIOS QUE NOS CONSUELA
Fuente: devocionaldiario.org
Pasaje bíblico: 2 Corintios 1.3-7: “Alabemos al Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que
siempre nos consuela. Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros
podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él
nos ha dado a nosotros. Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan
sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así también
por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo. Pues si nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si Dios nos consuela, también es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes, porque nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo que viene de Dios”.
por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo. Pues si nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si Dios nos consuela, también es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes, porque nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo que viene de Dios”.
Pablo comienza esta carta con su acostumbrada acción de gracias a Dios. Y a continuación escribe a los corintios mostrándoles que tienen un Dios con ciertas características sobre las cuales quiero invitarles a pensar por un momento.
Un Dios que nos consuela. ¿Se fijaron cuántas veces están citadas en
estos pocos versículos el sustantivo consolación y el verbo consolar?
Subráyenlo en el texto bíblico y cuenten las veces que se encuentran.
Consolar: “esta palabra en el Nuevo Testamento (dice Barclay) significa mucho más que una compasión que alivia. Siempre coincide con el significado de su raíz, la palabra latina fortis que significa bravura”.
El consuelo que nos da Dios es aquel que brinda coraje, que permite al que pasa por dificultades enfrentarlas con fuerzas.
Es el Padre que nos tiene compasión. Es decir que se pone en la situación de sufrimiento del hombre y comparte su dolor. Y no es un extraño que se entromete, es el Padre. Es el Abba Padre, el papá que se coloca en la situación de ser humano necesitado o sufriente.
Y que énfasis que pone Pablo:
- SIEMPRE nos consuela
- Nos consuela en TODOS nuestros sufrimientos
Y Pablo encuentra que ese consuelo que Dios le da, lo capacita para consolar a los que están a su cuidado. Y esto no porque Pablo fuera un superdotado (aunque en parte lo era), sino porque el consuelo de Dios obraba en su vida transformándolo en un canal a través del cual ese consuelo se desborda hacia aquellos que lo rodeaban y necesitaban consuelo.
Muchas veces en nuestra función de médicos, psicólogos o pastores nos vemos desbordados en nuestras fuerzas. Las personas nos vienen con problemas que nos sobrepasan. Recordemos esta característica de nuestro Dios: es el Padre, que tiene compasión de nosotros. Es nuestro papá que siempre nos consuela. Es quien nos da coraje, nos da fuerzas en nuestras dificultades, y quiere usarnos para que seamos canales de su consuelo hacia aquellos que concurren a nosotros en busca de una solución para los problemas que los aquejan.
No es nuestro consuelo el que vamos a dar, sino el consuelo divino, que Dios nos da a nosotros y se desborda a nuestro alrededor.
Oración: Querido Padre, gracias por tener en ti a alguien que me entiende, y tiene compasión de mí. Gracias por estar dispuesto a consolarme. Ayúdame a ser humilde para acudir a ti y disfrutar de tu consuelo. Ayúdame a quitar mi soberbia, para no creer que soy yo el que brinda consuelo a mis hermanos, sino a darme cuenta que soy un instrumento en tus manos. Amén.
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Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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