EL HOMBRE
RESTAURADO POR EL HOMBRE.
Fuente: Palabra
Viva
El principio del reino es que todo lo que fue
perdido por el hombre debe ser recuperado y restaurado por el hombre, de otro
modo, jamás puede reinar y por tanto el reino no puede ser establecido.
“Porque por cuanto la muerte entró por
un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así
como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1 Cor.
15: 21-22).
JESÚS,
EL HOMBRE Y SU VICTORIA.
Pero aún y cuando el hombre había de redimir
al hombre, no se halló a nadie digno de hacerlo. Ni en el cielo, ni en la
tierra, ni debajo de la tierra (Apoc. 5). Por esta razón, Cristo Jesús se hizo
hombre.
El hombre perdió la imagen de Dios,
por lo que Cristo tomó la imagen del hombre a fin de traer al hombre a la
imagen de Dios.
“Porque hay un solo Dios y un solo
mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo Hombre” (1 Tim. 2:5).
“Más venido el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley” (Gál. 4.4).
“Por cuanto los hijos participaron de
carne y sangre, Él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la
muerte al que tenía el imperio de la muerte (éste es al diablo)” (Heb.2:14).
El Señor debía nacer como hombre y
vivir sin pecado. Ser probado en todo y salir vencedor en toda circunstancia
como hombre, manteniendo su libertad no haciéndose esclavo del pecado para
llegar a ser el Redentor. “Uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado” (Heb. 4:15).
“Porque convenía…que, habiendo de
llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la
salvación de ellos” (heb. 2:1).
“Y aunque era hijo, por lo que
padeció aprendió la obediencia; Y habiendo sido perfeccionado (como hombre),
vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”
(Heb.5:9-10).
Por todo esto el diablo lo tentó
tratando de lograr que actuase en su propio poder como Hijo de Dios, dejando
así de ser el hijo del hombre: “…si eres Hijo de Dios…” –le dijo en el desierto
(Mt. 4:3,6) y en la cruz (Mt. 27:40).
Antes de su muerte Cristo Jesús fue
examinado como el hijo del hombre perfecto. Nadie pudo inculparlo de pecado
(Jn. 8:46).
Judíos,
griegos y romanos, lo mismo que el cielo
y el infierno lo hallaron completamente inocente y perfecto. Jesús dijo antes
de ir a la cruz: “viene el príncipe de este mundo y él nada tiene en mí” (Jn.
14-30). ¡Aleluya! Nada de tinieblas hay en Jesús. El veneno de la serpiente no
pudo tocarlo. Él es el Cordero sin defecto que podía ser recibido por Dios en
sacrificio como expiación y compra de la creación.
Jesús, el Hombre, trató con todos los
problemas que la humanidad ha enfrentado y no le produjeron ni el más mínimo
mal. Ni un solo rencor, envidia o mal pensamiento. Él “vino a deshacer las
obras del diablo” (1 Jn. 3-8).
Por
todo esto, Cristo es llamado “el postrer Adán”.
En vista de lo anterior, Cristo
fue probado y aprobado. Esto le concedió el derecho legal para redimir
al hombre y a la creación que originalmente se le había confiado.
Recibe una
Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
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