PADRE NUESTRO
Fuente: Congregación León de Judá
Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que
recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. Hebreos 4:16
|
||
Como un padre se compadece de sus hijos, Así se compadece el SEÑOR de
los que Le temen. Hebreos 4:16
|
El Padrenuestro es la oración modelo que el Señor Jesucristo le proveyó
a sus discípulos en respuesta a la petición de estos a que les enseñara a orar.
Su forma, orden y contenido nos muestra a nosotros cuáles deben ser los
elementos y actitudes que caracterizan a toda oración apropiada.
El Señor comienza su oración diciendo: “Padre nuestro”. Esta manera de
dirigirse a Dios debió resultar sorprendente e inusitada para los discípulos.
La religión judía más bien presentaba a un Dios severo, distante e
inaccesiblemente santo. Un fariseo jamás hubiera pensado en referirse a Dios
como “Padre”.
En una ocasión el Señor se dirigió hacia Dios con la palabra “Abba”, que
quiere decir, “papi” o “papá”. Seguramente, los estrictos fariseos que tanto
criticaban a Jesús por su perspectiva poco convencional de la religión se
hubieran escandalizado de esa forma para ellos irreverente de referirse al
Creador del universo.
Pero Jesús conocía íntimamente al Padre. Conocía de su infinito amor, su
ilimitada misericordia, su eterno deseo de tener una relación de ternura e
intimidad con sus hijos. Por eso se sintió libre para dirigirse a Dios
llamándolo “Padre”, y para animarnos a nosotros a allegarnos a Él con el mismo
sentido de confianza y afecto.
El escritor de hebreos nos alienta a acercarnos “confiadamente al trono
de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro”. Cuando le oramos a Dios, lo debemos visualizar como nuestro Padre,
paciente y misericordioso, deseoso de bendecirnos y socorrernos a nosotros, sus
hijos amados. No tenemos que mendigarle. Jamás debemos sentirnos como que lo
estamos importunando o pidiendo ilegítimamente.
¡Acércate confiadamente al trono de la gracia! Pide con confianza y
ambiciosamente. Dios jamás escatima sus bendiciones. Su mayor placer es atender
a nuestras necesidades y socorrernos en el tiempo de la necesidad. ¡Su corazón
es, ciertamente, el corazón de un padre!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario