EL HOMBRE Y EL DERECHO LEGAL A RECUPERAR.

EL HOMBRE Y EL DERECHO LEGAL A RECUPERAR.

Fuente: Palabra Viva

  Aún y cuando otro se apoderó del mundo terrenal, tal dominio es considerado por Dios como usurpador o ilegitimo; pues si bien el enemigo tomó derecho legal sobre el hombre; no tiene derecho legal con respecto a Dios, pues está fuera de su voluntad. Por todo esto, Dios no dejó las cosas así, sino que preparó de antemano la restauración del hombre.

          “El diablo es homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira” (Jn. 8:44).

          Por su parte, Dios es restaurador. No puede dejar lo dañado en esa condición. Él siempre está reparando y mejorando las cosas.

          Dios restaura las cosas a un estado mejor que el que tenían antes de ser dañadas; por ejemplo: Cuando Dios restauro a Job le dio el doble de lo que antes poseía (Job 42:12-13)

          La ley de Moisés establecía que para restaurar lo dañado había de pagarse de dos a cuatro tantos el valor inicial (ex. 22:1,4).

          Cuando David dictó sentencia sobre sí mismo, ante la parábola del profeta Natán, dijo: “debe pagar cuatro veces el valor…” (2 Sam.12:5-6).

          Cuando Zaqueo fue alcanzado por la salvación exclamó: “la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado” (Lc. 19:8).

          “Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble” (Zac. 9:12).

          La gloria de la casa postrera es mayor que la primera; y el vino nuevo es mejor que el viejo.

          De manera que al restaurar al hombre Dios y su derecho legal sobre la tierra, a saber, el reino, es de esperarse que dicha restauración hará las cosas más gloriosas que al principio. Dios sólo se agrada de lo que es perfecto; por ejemplo, después de cada día de la creación Dios declaro que era bueno, pero no dijo lo mismo después de crear al hombre, por el contrario, dijo: “no es bueno que el hombre esté solo”. 

El hombre aún no era completo, le faltaba Eva. Ahora sí, Dios declaró: “es bueno en gran manera”. Dios solo se agrada de lo que es perfecto. 

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”