¡CÓMO PASAR UNA FELIZ NAVIDAD, SI MI VIDA ESTÁ EN CRISIS!
Psicóloga-Psicopedagoga
Tatiana Carrillo Gamboa.
Renuevo de
Plenitud.com
Esta es una época realmente particular, porque el
consumismo nos arrastra cual tornado. Hay un ataque masivo que nos invita a
comprar, a consumir y a celebrar. Es aún más difícil para las personas que
tienen niños y niñas porque no existe “presa” más vulnerable que ellos y
ellas….
Sin embargo, tristemente es también una época difícil
porque las heridas del alma tienden a abrirse o a doler más durante estas
épocas. Las pérdidas de los seres queridos, la pérdida de la pareja por un
inminente divorcio o una separación, los problemas familiares…. En fin, ante
estas situaciones, quisiera compartir con usted estos pensamientos que espero
le ayuden en algo.
Recuerde que esta es una época comercial y
lastimosamente para el comercio las emociones venden. No es casual que veamos
en los anuncios de televisión propaganda basada en familias que compran juntas
o que se entregan regalos mientras comparten todos sonrientes una cena…. Sí,
esto puede pasar; algunas familias tienen la bendición de poder compartir
juntos estas fechas; sin embargo, difícilmente verá propaganda dirigida a
mujeres solas que crían hijos, o parejas en pleno proceso de divorcio, o ¿¿¿cómo
vender a una familia que está sobrellevando un duelo????
Hace algunos días compartía con una mujer que lloraba
pensando en qué haría ésta navidad sin su esposo. Él había decidido dejar el
hogar. La mujer en medio de su llanto, recordaba las cenas de navidad que
habían pasado juntos y todo lo que habían compartido en esas épocas. Después de
una larga conversación, llegamos a la conclusión que en realidad la separación
hubiese sido igual de difícil en cualquier mes del año. Lo doloroso no era en
sí la navidad, pues de haber estado juntos, no tenía la garantía de poder tener
una linda celebración, ya que la relación se había deteriorado tanto, que en
los últimos meses cada vez que uno se cruzaba frente al otro, se armaba una
batalla campal. Era importante que ella llorara su pérdida y que sobre todo
enfrentara los cambios que venían a su vida con la separación, sin ligarlo todo
a la navidad.
Para los que hemos perdido un ser querido ésta es una
época dura. La ausencia se siente más durante los primeros años, aún más cuando
la pérdida es el resultado de una muerte inesperada o traumática.
Si usted se encuentra en una de estas situaciones, tome
en consideración lo siguiente:
Nadie dice que usted tiene que estar en un 100% en
éstas fechas. No es requisito indispensable que usted reproduzca las imágenes
que le venden en la publicidad. Sea consciente de que si usted está viviendo una
pérdida en éste momento, usted tiene todo el derecho de vivir su pérdida cómo
usted quiera.
Haga su mejor esfuerzo; pero no se sobre exija ni se
auto engañe pensando que todo es igual.
Comunique a sus seres queridos que usted está
intentando sobrellevar su pérdida y que va a tratar de unirse a la celebración,
pero que de ser necesario se apartará de la misma si así lo siente. Busque su
paz interna en estos días y no se deje llevar por la fiebre de la celebración.
No se trata de aislarse. Usted no se murió. Sigue
teniendo familia, hijos/as, amigos, amigas. Ellos pueden convertirse en un
apoyo para sobrellevar estos momentos difíciles. Pero a la familia, a los
amigos/as, a los hijos/as; también debemos enseñarles a reconocer los
sentimientos y las emociones de los demás y a que comprendan que todos tenemos
derecho a sentirnos en algún momento de nuestras vidas tristes o hasta
perdidos.
Sin querer
menospreciar un evento, creo que la separación de la pareja a veces puede ser
más dolorosa que una muerte; porque en la muerte perdimos para siempre a
nuestro ser amado, no va a estar ya más con nosotros, no porque él o ella así
lo quisieran, sino porque así lo quiso Dios; y ante esto no hay quien se
oponga. Sin embargo, en una separación sucede que, no estamos con la persona
porque alguno de los dos lo decidió así y es aún más difícil sobreponerse a
esta situación cuando hay que tras de todo, soportar el peso y el dolor de una
infidelidad.
En las separaciones, se conjugan en esta época las
disputas por compartir con los hijos; la supervisión de qué regala quien y
cuánto cuesta; si hay personas “ajenas” que van a compartir con los hijos/as,
cuando celebraran con papá y cuando con mamá….
Ante todo, trate de negociar; en la medida de lo
posible antes de que lleguen estas fechas. Establezca que es negociable para
usted y que no es negociable. La otra parte también debe hacerlo.
Eviten poner a los niños/as en medio, no los pongan a
escoger, porque decidan lo que decidan pueden llevarlos a experimentar
sentimientos de culpa por haber “dejado” a alguno de los dos; en cambio, si
ustedes deciden, ellos solo asumirán lo designado. Esto en caso de ser niños
pequeños. A los adolescentes, si es importante tomarles su parecer, sabiendo
que la decisión final pesa sobre ustedes. Desde mi perspectiva muy personal; y
aclaro que es mi opinión; creo que es recomendable no involucrar muy
rápidamente a los niños/as en nuevas relaciones sentimentales que tengan mamá o
papá. Déjenlos que ellos y ellas asimilen una cosa a la vez.
Evite castigar a su ex pareja utilizando a sus hijos/as
en estas épocas. Hay muchos adultos que hoy en día andan peleados con ellos
mismos en estas fechas, porque sus recuerdos de infancia no les permiten
disfrutar.
La navidad si es una época para compartir y para
celebrar. Pero creo que a muchos nos ha tocado pasado pasar navidades tristes y
muchos nos hemos logrado sobreponer. Trabaje en eso. Permítase vivir un día a
la vez. No se exija más allá de lo que pueda dar. Recuerde que Dios es su
amparo y su fortaleza y que Él será su pronto auxilio y sobre todo, aduéñese de
lo que nos promete en el salmo 23; junto a aguas de reposo, Él le hará
descansar y sobre aguas de reposo, le pastoreará, confortará su alma….
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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