SUMERGIDOS
Fuente: Ana María
Frege Issa
Este artículo fue producido por Radio Cristiana
CVCLAVOZ.
Se cuenta que durante una prueba, un
submarino permaneció muchas horas en
aguas profundas. Cuando salió a la superficie le preguntaron al capitán: ¿En
qué forma le afectó anoche la tempestad?
Sorprendido, el capitán respondió: ¿Tempestad? No
sabemos nada tempestad alguna.
Las noticias cada vez son más desalentadoras, la
inseguridad y la violencia a nivel mundial se han incrementado impresionantemente,
lejos de mejorar pareciera que el mundo se dirige a un caos total.
Sin embargo, para aquellos que confiamos en Dios, que
lo hemos puesto por escudo, refugio y escondite, las malas noticias no deben
afectarnos porque nada ni nadie podrá tocarnos, por muy fuertes que soplen los
vientos nuestras vidas están sobre la Roca segura.
En muchos Salmos encontramos declaraciones acerca del
cuidado y protección de Dios hacia sus hijos. Quizás el Salmo 91 sea uno de los
más conocidos y de los que más aliento nos infunden cuando las cosas no se ven
nada bien:
“Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán
descanso a la sombra del Todopoderoso. Declaro lo siguiente acerca del Señor:
Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío. Te
rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales. Con sus
plumas te cubrirá y con sus alas te dará
refugio.
Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección. No tengas miedo
de los terrores de la noche ni de la
flecha que se lanza en el día. No temas a la enfermedad que acecha en la
oscuridad, ni a la catástrofe que
estalla al mediodía. Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu
alrededor, esos males no te tocarán.
Simplemente abre tus ojos y mira cómo los
perversos reciben su merecido. Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo,
ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. Pues él ordenará a sus ángeles que te
protejan por donde vayas. Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te
lastimes el pie con una piedra. Pisotearás leones y cobras; ¡aplastarás feroces
leones y serpientes bajo tus pies! El Señor dice: “Rescataré a los que me aman;
protegeré a los que confían en mi nombre. Cuando me llamen, yo les responderé;
estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré. Los
recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación”. (NTV)
No temas si la tempestad se desata y golpea fuerte, si
las malas noticias aumentan o pareciera que tus enemigos han aumentado; tú
esperanza, refugio, escondite y salvación es Dios y Él no permitirá que nada te
dañe.
Inclusive es posible que desconozcas todos los peligros
de los que Dios te ha librado, justamente porque estabas sumergido en Él cuando
soplaron los vientos.
Recibe una Bendición y
un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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