EL PRECIO
Fuente: Ana María
Frege Issa
Este artículo fue
producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Cuentan
que el gran reformador Martín Lutero viajaba a pie muy a menudo.
En cierta
ocasión pidió alojamiento en una rústica casa de campesinos. Sin saber quién
era, lo recibieron bien y lo trataron tan bien como pudieron.
Al saber quién era rehusaron toda paga, pero le
pidieron encarecidamente que se acordara de ellos en sus oraciones y que
escribiera con tinta en su pared alguna inscripción de recuerdo.
Prometió hacerlo y escribió: “DominiSumus”. El
campesino le preguntó qué significaban aquellas palabras, y Lutero explicó que
tenía doble sentido:
– Significan “Somos del Señor”, pero pueden
también significar “Somos señores”. Lo uno entra en lo otro: siendo propiedad
del Señor Jesucristo, a gran precio adquirida, no debemos ser esclavos de
satanás ni de hombre sino señores verdaderamente libres que no sirven al pecado
sino al Señor Jesús.
El precio de nuestra libertad fue muy alto, Jesús nos compró
con su sangre y al hacerlo nos dio la libertad para servirle y ya no ser
esclavos de las cosas terrenales. Como hombres y mujeres verdaderamente libres,
se nos otorgó la oportunidad y responsabilidad de elegir a quién serviremos.
“Dios pagó un alto precio por ustedes, así que no se
dejen esclavizar por el mundo”. 1 Corintios 7:23 (NTV)
Que tus acciones, pensamientos, tus palabras y toda tu
vida reflejen un continuo agradecimiento a aquel que no escatimó el precio por
tu libertad.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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