jueves, 24 de octubre de 2013

EXCELENCIA PERDIDA

EXCELENCIA PERDIDA
Fuente: Milagros García Klibansky
Congregación León de Judá
Pues estas virtudes, al estar en ustedes y al abundar, no los dejarán ociosos (ser inútiles) ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 2 Pedro 1:8
Todos se avergonzarán a causa de un pueblo que no les trae provecho, no les sirve de ayuda ni de utilidad, sino de vergüenza y también de oprobio. Isaías 30:5

Conozco un hombre que desde niño trató de ser siempre el mejor, en su escuela era el más aventajado del aula, si no sacaba la máxima puntuación en un examen, él pedía una revalorización porque no quedaba conforme con obtener una nota que no fuera excelente. Su carrera universitaria fue brillante y en su tesis fue felicitado por sus maestros y el jurado. En el juego también era el mejor, casi un adicto, perder era inaceptable para él. Cuando comenzó la etapa laboral, fue un excelente trabajador, enseguida ocupó un buen puesto y comenzó a recibir elogios y beneficios por su trabajo. Le gustaba relatar los logros que tenía y desbordaba orgullo haciendo las historias.
El día que entregó su vida a Cristo, toda su familia se sintió feliz, pues una persona que en todo había sido brillante, estaba llamado a ser un “cristiano de grandes ligas” Fue frustrante vivenciar como alguien con un prometedor futuro, suspendió el examen más importante, perdió la carrera que lo sostendría el resto de su vida, no pudo ganar con honores el boleto a la eternidad.
Cuantas personas hoy basan su vida en el estudio, en ser el mejor en esto o aquello, no soportan ver como otros le aventajan y se afanan por ocupar lugares de eminencia para poder brillar. Es penoso ver como esas mismas personas se convierten en mediocres cuando del evangelio se trata y se quedan, o inertes en los bancos de un templo o ni siquiera se presentan en los lugares de reunión. Como plantas privadas de sol y agua, crecen torcidos y se quedan raquíticos, con el paso del tiempo se olvidan de cuál es su propósito en la tierra, de que forman parte de un plan divino, pero han sucumbido a la pereza y ya no tienen ni siquiera fuerzas para levantarse. La inercia del mundo los venció.
El libro de los proverbios de Salomón está lleno de alusiones a las consecuencias de la pereza en el ser humano y en Eclesiastés 10.18 Dios nos dice: “Por la pereza se cae la techumbre y por la flojedad de las manos se llueve la casa”. ¡Tal es el desastre!
No es importante cuan excelentes somos según nuestro criterio o el de los demás, lo importante es cuan excelente eres para Él. Esa es la única carrera que te garantiza, la Salvación y la eternidad, nada puede elevar más el corazón del hombre que cumplir propósito para el cual fue creado por Dios. “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas…” Hebreos 12.12
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


No hay comentarios:

Publicar un comentario