sábado, 30 de mayo de 2015

Bendiciones: ¿Y para ti que es urgente? Amén. URGENTE Facundo Cabral

EL VAGÓN EQUIVOCADO

EL VAGÓN EQUIVOCADO
Fuente: Ana María Frege Issa
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
           
Cuentan que dos hombres, muy experimentados y que habían viajado mucho, sintiéndose orgullosos de eso, se jactaban de no necesitar la ayuda de nadie para saber qué tren tenían que  tomar, en cierta oportunidad se dirigieron a la estación y se acomodaron en un buen compartimiento del tren que ellos creían ser el que  los llevaría a su destino.

Por tres veces un joven de equipajes asomó su cabeza en el compartimiento para avisarles que debían pasar al coche de adelante. Por fin uno de ellos se decidió a preguntar, con aire de suficiencia:

    – ¿Y por qué no podemos quedarnos dónde estamos?

     – Por nada- respondió el hombre- solamente que este coche no está  enganchado al tren, de  manera que  no les llevará a ningún parte”

Los seres humanos somos así, confiados en nuestro conocimiento, nuestras fuerzas, los bienes acumulados, la influencia de la gente que conocemos y muchas cosas más; nos embarcamos en proyectos confiados en una u otra cosa terrenal e incluso buscando religiones que llenen el vacío que llevamos, cuando sólo Dios puede hacerlo.

No está mal ser emprendedor, por el contrario, el problema está en no saber reconocer nuestras limitaciones, el confiar en las cosas materiales, en personas tan falibles como nosotros.

Mucha gente, confiada en sus conocimientos rechaza los consejos de los demás  e incluso, deja de consultar con Dios si esa es Su voluntad.  Apoyados en su autosuficiencia se embarcan en su orgullo y emprenden el viaje. Pero, ¿Será que los llevará a su destino?, ¿El vagón será el correcto?

Por algo, en Proverbios 3:5-8 se nos aconseja: “Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Señor y aléjate del mal. Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos” (NTV)

Hoy es un buen día para detener nuestra marcha acelerada y pensar si estamos seguros de estar en el lugar, el proyecto o la empresa correcta; si no cabe la posibilidad de que confiando en nuestro conocimiento no hayamos embarcado en el coche incorrecto y que después de muchos sacrificios y tiempo nos percatemos que el vagón en el que nos sentamos nunca se movió.

Pídele a Dios que te de la humildad necesaria para reconocer tus limitaciones, la sabiduría para tomar las decisiones correctas, que te  muestre su voluntad y te de la fortaleza y determinación para seguirla.

Cuando te embarcas en un vagón tomado de la mano de Dios, puedes estar seguro de que llegarás al lugar correcto sano y salvo.

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EL CORDERO DE DIOS

EL CORDERO DE DIOS
Fuente: Mensajes cristianos.net

La vida de toda criatura está en la sangre. Yo mismo se la he dado a ustedes sobre el altar, para que hagan propiciación por ustedes mismos, ya que la propiciación se hace por medio de la sangre.

¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

La sangre del Cordero.

La preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto.

Sin derramamiento de sangre no hay perdón.

La sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.

Entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno.

Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.

Uds. fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.

Lev.17:11   Jn.1:29   Ap.7:14   I P. 1:19   Heb.9:22   I Jn.1:7   Heb.9:12; 10:19, 20, 22   I Co.6:20

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LO QUE MÁS IMPORTA

LO QUE MÁS IMPORTA
Fuente: yesHEis.com

Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor. Efesios 6:4

Muchos padres se pasan la vida dándole instrucciones a sus hijos.

 Muestran su preocupación regañándoles por lo que no han hecho y por lo que hacen y dan órdenes para todo.

Muchas veces, eso los aleja de sus hijos y no permite que desarrollen una buena comunicación, lo cual, especialmente en la adolescencia, es de suma importancia para el desarrollo emocional de los jóvenes.

El modelo más grande de paternidad nos lo muestra Dios.

 Nos ha amado tanto, al punto del sacrificio, que nos dio a su hijo Jesús para que seamos salvos a través de creer en Él.

Dios nos muestra su amor constantemente y de la misma manera, permite que vivamos consecuencias de nuestras faltas para que enderecemos nuestro camino.

 Dios nunca condiciona su amor, siempre nos recibe cuando nos arrepentimos y nunca nos pierde de vista.

Para ser mejores padres, mejores esposos, y amigos de verdad, necesitamos mirar el ejemplo de nuestro Padre Celestial, reflejar el carácter de Jesús y llenarnos de amor por nuestros semejantes.

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NUESTRO SALVADOR

NUESTRO SALVADOR
Fuente: Mensajes Cristianos.net

Anhelamos recibir al Salvador.

 En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio, mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.

Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia.  Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él.

Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan.

En aquel día se dirá: « ¡Sí, éste es nuestro Dios; en él confiamos, y él nos salvó! ¡Éste es el Señor, en él hemos confiado;  regocijémonos y alegrémonos en su salvación!»

Fil. 3:20   Tit.2:11-14   II P.3:13, 14   Heb.9:28   Is.25:9

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LA ALMOHADA Y LA FRAZADA

LA ALMOHADA Y LA FRAZADA
Autor Desconocido
Renuevo de Plenitud.com

Hace mucho tiempo, una niña de una familia adinerada se preparaba para ir a la cama. Decía sus oraciones cuando oyó un sollozo a través de su ventana. Un poco asustada, se asomó por su ventana. Otra niña, quien parecía de su misma edad y desposeída estaba parada en el callejón junto a la casa de la niña rica.

Su corazón se identificó con la niña desposeída, ya que estaban en lo más frío del invierno, y la niña no tenía frazada, tan sólo viejos periódicos que alguien había tirado. A la niña rica se le ocurrió una brillante idea. Llamó a la otra niña y le dijo: “Hey, tú, por favor acércate a mi puerta”. La niña desposeída estaba tan asombrada que solo pudo asentir.

Tan rápido como se lo permitieron sus piernas, la niñita bajó las escaleras hasta el closet de su madre y tomó una vieja frazada y una gastada almohada. Tuvo que caminar lentamente a la puerta del frente para no tropezar con la frazada que colgaba, pero finalmente lo logró.

Dejando caer ambos artículos, abrió la puerta. Parada allí estaba la niña desposeída, visiblemente atemorizada. La niña rica sonrió cálidamente y le entregó ambos artículos a la otra niña. Su sonrisa se ensanchó al observar la genuina sorpresa y felicidad en el rostro de la otra niña. Ella se fue a la cama increíblemente satisfecha.
A media mañana del día siguiente alguien tocó a la puerta. La niña rica voló a la puerta esperando ver a la otra niña allí. Abrió la gran puerta y miró fuera. Era la otra niñita. Su rostro se veía feliz y sonrió. “Supongo que no querrás estos de vuelta”.

La niña rica abrió su boca para decir que podía quedárselos cuando se le ocurrió otra idea. “No, sí los quiero de vuelta”. El rostro de la niña desposeída se entristeció. Esta obviamente no era la respuesta que había anticipado. A desgano, dejó los gastados artículos en el umbral y se volteó para irse cuando la niña rica le gritó: “¡Espera! Quédate allí”.

Se volteó a tiempo para ver a la niña rica corriendo escaleras arriba y por un largo corredor. Decidiendo que sin importar lo que la niña rica hiciese, no valía la pena esperar, se volteó y se alejó. Al dar el primer paso, sintió que alguien le tocó el hombro. Al voltearse vio a la niña rica, tirándole una nueva frazada y almohada. “Ten éstas”, dijo suavemente. Estas eran las suyas, hechas de seda y plumas.
Al crecer las dos, no se vieron mucho, pero nunca estuvieron muy lejos la una de la otra en sus mentes.
 Un día, la niña rica que ahora era una mujer rica, recibió una llamada telefónica de alguien. Un abogado que decía que necesitaba verla en su oficina.

Cuando llegó a la oficina, le dijo lo que había pasado. Hace cuarenta años, cuando ella tenía nueve años, había ayudado a una niña necesitada que creció para convertirse en una mujer de clase media con esposo y dos hijos. Ella había muerto recientemente y le había dejado algo en su testamento. “Aunque”, dijo el abogado, “es la cosa más peculiar. Le dejó una almohada y una frazada”.

Hay cosas en la vida que quizás no tengan mucho precio para algunos, pero para otros pueden ser de mucho significado, especialmente cosas que con amor y comprensión y mucho corazón alguien compartió. Hay mucho que podemos hacer y que podría impactar la vida de otros.

 Hoy puede ser ese día en que podrías impactar la vida de otro con un gesto, un presente o solo una sonrisa pero con mucho corazón.

El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas. Proverbios 10:12

Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. Cantares 2:4

“En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25:40

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jueves, 28 de mayo de 2015

¿DÓNDE ESTÁ LA FELICIDAD?

¿DÓNDE ESTÁ LA FELICIDAD?
Fuente: avanzapormas.com

NO EN EL DINERO. Jay Gould, el millonario norteamericano, al morir dijo: “Supongo que soy el hombre más miserable sobre la tierra.”

NO EN EL PODER MILITAR. Después de que Alejandro el Grande había conquistado el mundo hasta entonces conocido, lloró en frustración porque no había más mundos que conquistar.

NO EN EL PLACER. Lord Byron, quien vivió una vida de placeres y comodidad, escribió:

 “El gusano, el cáncer y la pena son sólo míos.”

NO EN LA INCREDULIDAD. Voltaire, el notorio incrédulo, escribió: “Desearía no haber nacido nunca.”

NO EN LA POSICIÓN Y EN LA FAMA. Lord Baconsfield disfrutó de las dos cosas en muy buena proporción, pero escribió: “La juventud es una equivocación; la adultez es una lucha; la vejez es una pena.”

Entonces…… ¿DÓNDE ESTÁ LA FELICIDAD?….. La respuesta es simple:

Solamente en Cristo. Él dijo: “…y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.” Juan 16:22

….. ¿Y TU…..donde está tu felicidad?…

2 Corintios 2:14
Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.

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AMOR EN ACCIÓN

AMOR EN ACCIÓN
                          Fuente: avanzapormas.com

Cierta noche, un hombre vino a nuestra casa y me dijo:

- Hay una familia con ocho niños. No han comido durante días.

Tome algunas provisiones y fui a verlos.

Cuando llegue con esa familia, vi las caras de los niños desfiguradas por el hambre. No se reflejaba ninguna aflicción ni tristeza en sus caras, solo el profundo dolor del hambre.

Le ofrecí arroz a la madre. Ella dividió el arroz en dos y salió, llevando consigo la mitad. Cuando regreso, le pregunte:

- ¿A dónde fue? -ella me dio esta simple respuesta:

- ¡Con mis vecinos, ellos también tienen hambre!

… No me sorprendió su acción, porque la gente pobre realmente es muy generosa.

Pero si estaba sorprendida de que supiera que también ellos tuvieran hambre.

Por regla general, cuando nosotros somos los que estamos sufriendo, nos enfocamos en nuestras necesidades y no tenemos tiempo para los demás.

Madre Teresa

Lucas 10:27
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo.

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COMO ESCUCHAR Y OÍR LA VOZ DE DIOS

COMO ESCUCHAR Y OÍR LA VOZ DE DIOS
Devocionales Cristianos.org

“HABLA, SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA” (1 Samuel 3:9b)

Muchos de nosotros pensamos que orar es sólo hablarle a Dios, y raramente nos preguntamos si Él quiere hablarnos a nosotros. ¿Cómo nos habla el Señor?

(1) A través de su Palabra. Un versículo conocido resalta de la página y toma un nuevo significado.

(2) A través de personas. No debes estar tan preocupado, o ser tan selectivo como para no reconocerles.

(3) A través de su Espíritu. El Espíritu Santo nos guía, nos reprende, nos anima, nos conforta y nos expansiona.

Sin embargo, parece ser que muchos de nosotros no esperamos que Dios nos hable en modo alguno. Por la manera de actuar, pensarías que Jesús, cuarenta días después de su resurrección, “hizo las maletas”, volvió al Cielo y desde entonces, no supimos más de Él. No es así; la Biblia está llena de relatos en los que el Señor habla a sus hijos. Si la esencia de nuestra fe consiste en tener una relación personal con Dios, entonces Él debe estar hablando todavía hoy. Pero no puedes construir una relación sobre un monólogo; lo que hace falta es un contacto regular e íntimo entre dos personas que se hablan y se escuchan mutuamente.

Escuchar al Señor hablándonos a través de su Espíritu no es sólo normal, sino esencial. Pablo escribió:

“…vosotros… vivís… según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros” (Romanos 8:9). Una vez entregada tu vida al Señor, las cosas no son como antes. La vida ya no consiste sólo en lo que se puede ver, sentir o imaginar; ¡incluye caminar por fe, confiar en Dios y abrirte constantemente a su voz y a la guía de su Espíritu!

“HABLA, SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA” (1 Samuel 3:9)

Algunos de nosotros no estamos dispuestos a abrirnos a Dios y ser dirigidos por Él. ¿Que por qué? Pues porque conocemos personas que dicen hacerlo y su procedimiento nos asusta. Parecen haberse hecho una especie de lobotomía intelectual [se realiza en la substancia del cerebro para corregir trastornos mentales], de manera que esperan que el Señor elija sus calcetines por la mañana y el restaurante donde van a comer. Afirman experimentar dirección cada hora, visiones diarias y por lo menos un milagro a la semana. Como reacción a esto, algunos de nosotros nos vamos al lado opuesto. Por consiguiente, los impulsos del Espíritu Santo parecen ir en contra de la naturaleza humana y el pensamiento convencional. Acostumbrados a dirigir nuestro propio barco, tememos dejar que Él nos dirija. Deseamos que “el paquete” sea más “ordenado”; parece demasiado ilusorio y misterioso. Nos pone nerviosos. De manera que, cuando sentimos que el Espíritu nos dirige, nos resistimos, lo analizamos, y llegamos a la conclusión de que es ilógico; por lo tanto, no le prestamos atención. ¡Qué desperdicio!

Algunos queremos obedecer al Espíritu, pero no estamos seguros de cuándo nos habla realmente. ‘¿Estoy oyendo mis propios deseos o la voz de Dios?’. No queriendo empezar por la parte más profunda, evitamos del todo “entrar en el agua”. Todas estas reacciones son comprensibles.

Todos las hemos experimentado. No obstante, Pablo escribió: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu” (Gálatas 5:25). Cuando no consigues abrirte al Espíritu de Dios y llevar “su compás”, tu vida con Él se vuelve cerebral, aburrida y lo peor de todo, infructuosa. ¡No dejes que esto te pase a ti!
¿Por qué es tan importante reconocer la dirección del Espíritu Santo en tu vida? Porque:
(1) ¡TU DESTINO ETERNO ESTÁ DETERMINADO POR ELLA!
Si entregaste tu vida al Señor, sin duda podrás recordar aquel tirón interior que te llevó a Dios por primera vez, haciéndote capaz de reconocer a Cristo como tu Salvador. Pero aun después de dar tu vida al Señor, Él todavía sigue tirando de ti.
(2) ¡TU SEGURIDAD DEPENDE DE ELLA!
Cuando estás en un aeropuerto, fíjate en la diferencia entre los pasajeros que tienen billetes confirmados y los que están esperando a embarcar. Los primeros leen el periódico, hablan con sus amigos o duermen, mientras que los últimos deambulan ansiosamente alrededor del mostrador. ¿Cuál es la diferencia? ¡Confianza! Si supieras que en quince minutos tienes que estar delante de Dios, ¿cuál sería tu reacción? ¿Caminarías con nerviosismo, o te dirías a ti mismo: ‘No puedo esperar.’? Pablo escribió: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16). En otras palabras, el Espíritu te susurra: “Relájate; tú has confiado en Cristo; estás en ‘ruta’ hacia el Cielo”.
(3) ¡TU CRECIMIENTO COMO CREYENTE DEPENDE DE ELLA!
Escucha: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad…” (Juan 16:13). Como creyentes, somos responsables de leer toda la Palabra de Dios. Pero la Biblia es un Libro muy grande; no nos la podemos “tragar de un bocado”. Por eso, mientras la leemos, el Señor nos alimenta con su verdad, “bocadito a bocadito”. El Espíritu Santo tiene una manera maravillosa de enfatizar diferentes verdades en diferentes etapas de nuestro crecimiento. ¿No te alegra?

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miércoles, 27 de mayo de 2015

"PORQUE SI ESTAS COSAS ESTÁN EN VOSOTROS, Y ABUNDAN, NO OS DEJARÁN ESTAR OCIOSOS NI SIN FRUTO EN CUANTO AL CONOCIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO."

"PORQUE SI ESTAS COSAS ESTÁN EN VOSOTROS, Y ABUNDAN, NO OS DEJARÁN ESTAR OCIOSOS NI SIN FRUTO EN CUANTO AL CONOCIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO."
2 Pedro 1: 8.
Fuente: Charles H. Spurgeon
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

Si deseamos glorificar a nuestro Señor con muchos frutos, hemos de poseer ciertas cosas dentro de nosotros, pues nada puede salir de nosotros que no esté previamente dentro de nosotros.

 Debemos comenzar con la fe, que es el fundamento de todas las virtudes; y luego añadir diligentemente a la fe virtud, conocimiento, dominio propio y paciencia.

 Junto a todas ellas, hemos de tener piedad y afecto fraternal. Todas estas cosas juntas nos conducirán a producir con toda certeza, como fruto de nuestra vida, los racimos de la utilidad, y no seremos meros conocedores ociosos, sino hacedores reales de la palabra.

 Estas cosas santas no solamente han de estar en nosotros, sino que han de abundar, o seremos estériles.

 El fruto es el derramamiento de la vida, y hemos de estar llenos antes de que podamos desbordar.

Hemos observado a algunos hombres de considerables dotes y oportunidades que nunca han tenido éxito en hacer un bien real en la conversión de las almas; y después de un diligente escrutinio hemos concluido que carecían de ciertas gracias que son absolutamente esenciales para dar fruto.

 Las gracias de una utilidad real son mejores que los dones. Según es el hombre, así es su trabajo.

Si queremos tener mayor utilidad, debemos ser mejores.

Este texto debe ser una delicada insinuación para los profesantes estériles, y para mí también.

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NUESTRAS PALABRAS TIENEN PODER

NUESTRAS PALABRAS TIENEN PODER
Fuente: Dr. Roberto Miranda
Congregación León de Judá

Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mateo 12:37

Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.         Proverbios 18:21

Es importante que entendamos el poder que tiene un hijo de Dios con las palabras que pronuncia con su boca.

Muchas veces cuando criticamos a nuestros hijos cuando estamos molestos por algo que han hecho y decimos: "ah tú nunca vas a ser nada bueno" o "tú eres un mentiroso", o "te voy a ver un día en la cárcel si no cambias tu forma de ser". Estas palabras pronunciadas que salen de nuestra boca tienen gran poder sobre nuestros hijos y pronunciadas por un padre que tiene autoridad espiritual sobre un hijo, esas palabras, esas expresiones que lanzamos sobre nuestros hijos pueden ser sumamente dañinas.

La Biblia dice que la lengua tiene en su poder la vida y la muerte, y nosotros debemos tener mucho cuidado con lo que decimos, aún para nosotros mismos. Muchas veces cuando la gente nos pregunta ¿cómo estamos? salimos con una cantidad de expresiones negativas: "oh, no estoy bien" "todo me va mal" "la gente no me ama" "Dios no se recuerda de mí", tantas cosas que decimos con nuestra boca que son formas de llenar nuestra vida de energía negativa.

Por eso es que los cristianos hablamos de confesar positivamente, de declarar la buena Voluntad de Dios, de a veces incluso cuando nos sentimos mal, salir con una Palabra de alabanza y adoración. La importancia de que de nuestra boca salgan palabras de cántico y de bendición, memorizar la Palabra de Dios y pronunciarla con nuestros labios cuando estamos en situaciones difíciles, creer que Dios va a hacer un milagro si nosotros lo declaramos con nuestra boca.

A veces vamos a buscar un trabajo por eso de no dejar pero decimos: "sí voy a ir pero yo sé que no me va a ir bien." Todas estas cosas tienen el poder de convertirse en profecías negativas que afectan directamente al resultado de nuestros esfuerzos y por eso es que tenemos que cambiar nuestro vocabulario muchas veces.

Si venimos de un pasado negativo, si hemos tenido muchos fracasos en la vida, cambiemos el vocabulario, aprendamos y entrenémonos a declarar Palabras de bendición sobre nuestras vidas, a bendecir a nuestros hijos, a darles cumplidos y animarlos cuando hacen algo bien y declararles cosas positivas en su vida para que esa energía, esa bendición de un padre y una madre, pronunciada en diferentes maneras a lo largo de la vida se conviertan en aliados espirituales que los lleven adelante en el camino de la vida.

Las bendiciones son tan importantes, tenemos que bendecir a nuestros hijos, tenemos que llenarlos de confianza y de positividad con las palabras que pronunciamos sobre ellos y también sobre nuestra propia vida porque nosotros tenemos autoridad espiritual con las cosas que visualizamos y las cosas que pronunciamos con nuestra boca.

Les diré algo personal: nuestro primer nieto se llama Caleb, y la razón por la cual lo llamamos Caleb, sus padres y yo también sugerí que le llamáramos este nombre y ellos accedieron, es porque Caleb es uno de esos personajes en la Escritura maravillosos en la Escritura que es un hombre de poder, de fe, de autoridad, es un hombre guerrero, es un hombre que aún en la vejez refleja vitalidad fuerza física y fuerza mental, y espiritual, un hombre que ya avanzado en edad todavía le queda energía para creer en Dios, para conquistar tierra y para vencer a sus enemigos, y que señala que aún en la vejez tiene la vitalidad de cuando era un joven.

Y entonces nosotros hemos querido a través de ese nombre, bendecir su vida e impartirle un destino espiritual a él. Y de hecho les digo: yo tengo en mi biblioteca una pequeña estatuilla de un jovencito como de 14, 15 años sentado sobre una pila de libros, leyendo muy intensamente un libro, y la figura de esta estatuilla refleja un joven lleno de fuerza, atlético pero también interesado en el conocimiento, por eso está sentado sobre un montón de libros grandes y también tiene un libro en su mano y está leyéndolo con mucha concentración, pero también como digo su figura refleja virilidad, masculinidad, fuerza y también como sanidad emocional.

Y esa estatuilla, cuando la vi en una tienda, la compré y siempre la he tenido cerca de mi biblioteca donde oro, y cuando yo la veo recuerdo a mi nieto y declaro sobre él esas mismas virtudes que yo veo reflejadas sobre esa estatuilla, entonces para mí esa estatuilla se ha convertido como en una energía profética, un acto profético con el cual yo bendigo la vida de mi nieto, y yo creo que como su abuelo, su antepasado espiritual tengo cierto grado de autoridad espiritual sobre su vida y puedo declarar cosas, y puedo venir ante el Trono de Dios con autoridad y bendecirlo de esa manera.

Yo creo que nuestra vida puede estar llena de gestos así, que pueden incluir las Palabras proféticas que proferimos sobre aquéllos que están bajo nuestra autoridad, lo que pronunciamos sobre nuestra familia, nuestros esposos o esposas, los ministerios que tenemos, tenemos que declarar la bendición de Dios, la buena Voluntad de Dios, con nuestras palabras bendecirlos y abrir un canal de bendición para que entre.

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BIENAVENTURANZAS DE LOS MATRIMONIOS CRISTIANOS.

BIENAVENTURANZAS DE LOS MATRIMONIOS CRISTIANOS.
Fuente: Heraldo Cristiano- Habana, Cuba.
1Pe. 3: 1-7.
Bienaventurados son el esposo y la esposa que continúan afectuosos, considerados y amantes después que las campanas nupciales han dejado de sonar.

Bienaventurados son el esposo y la esposa que son tan condescendientes y corteses el uno con el otro como son con sus amigos.

Bienaventurados son aquellos que tienen un sentido de humor, porque este atributo será un medio disponible para absorber el impacto de los embates de la vida.

Bienaventurados son los matrimonios que se abstienen del uso de bebidas alcohólicas.

Bienaventurados son los que aman a su cónyuge más que a ninguna otra persona en el mundo y que alegremente cumplen su promesa matrimonial de fidelidad y de ayuda mutua por ambas partes.

Bienaventurados son los que llegan a ser padres, porque los hijos son la herencia del Señor.

Bienaventurados son aquellos que dan gracias a Dios por el alimento antes de participar de él y que separan algún tiempo cada día para la lectura de la Biblia y la oración.

Bienaventurados son aquellos cónyuges que nunca se hablan uno al otro en voz alta y que hacen de su hogar un sitio donde nunca se oye una palabra desalentadora.

Bienaventurados son el esposo y la esposa que fielmente asisten a los cultos de adoración de la iglesia y que trabajan juntos en la iglesia para el extendimiento del Reino de Cristo.

Bienaventurada es la pareja que tiene una comprensión completa de los asuntos financieros y que delinea un plan de sociedad con el dinero que recibe.

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martes, 26 de mayo de 2015

EL BUEN PASTOR DA SU VIDA POR SUS OVEJAS​

EL BUEN PASTOR DA SU VIDA POR SUS OVEJAS
Fuente: Devoción Total.com

“Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, pero el Señor cargó sobre él la maldad de todos nosotros.” Isaías 53.6 (Dios Habla Hoy)

“Ustedes andaban antes como ovejas extraviadas, pero ahora han vuelto a Cristo, que los cuida como un pastor y vela por ustedes.” 1 Pedro 2:25 (DHH)

 “Así dice el Señor omnipotente: Yo mismo me encargaré de buscar y de cuidar a mi rebaño.  Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, se hayan dispersado.  Yo las sacaré de entre las naciones; las reuniré de los países, y las llevaré a su tierra. Las apacentaré en los montes de Israel, en los vados y en todos los poblados del país.

Las haré pastar en los mejores pastos, y su aprisco estará en los montes altos de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo y se alimentarán de los mejores pastos de los montes de Israel.  Yo mismo apacentaré a mi rebaño, y lo llevaré a descansar. Lo afirma el Señor omnipotente.  Buscaré a las ovejas perdidas, recogeré a las extraviadas, vendaré a las que estén heridas y fortaleceré a las débiles... Yo las pastorearé con justicia.” Ezequiel 34.11-16 (NVI)

Y Jesús te dice: “Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí.

“Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.” Juan 10.14, 27,28 (NVI)

Así que hoy puedes decir con seguridad y confianza: “Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.” Salmos 23.1-3 (RVR60)

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"MÁS A JEHOVÁ VUESTRO DIOS SERVIRÉIS, Y ÉL BENDECIRÁ TU PAN Y TUS AGUAS."

"MÁS A JEHOVÁ VUESTRO DIOS SERVIRÉIS, Y ÉL BENDECIRÁ TU PAN Y TUS AGUAS." 
Éxodo 23: 25.
Fuente: Charles H. Spurgeon
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

¡Qué promesa es esta! Servir a Dios, en sí mismo, es un excelso deleite.

Pero ¡qué inmenso privilegio es que la bendición del Señor descanse sobre nosotros en todas las cosas!

 Nuestras cosas más comunes se vuelven benditas cuando nosotros mismos somos consagrados al Señor.

 Nuestro Señor Jesús tomó el pan y lo bendijo; he aquí, nosotros también comemos del pan bendito.

Jesús bendijo el agua y la convirtió en vino: el agua que bebemos es mucho mejor para nosotros que cualquier vino con el que los hombres celebran; cada gota contiene una bendición.

 La bendición divina está en el hombre de Dios en todo, y permanecerá con él en todo momento.

¡Qué importa si sólo contamos con pan y agua! Pues se trata de pan y agua benditos.
Pan y agua tendremos. Esto está implícito, pues tienen que estar allí para que el Señor los bendiga.

 "Se te dará tu pan, y tus aguas serán seguras." Con Dios a nuestra mesa, no solamente pedimos una bendición, sino que tenemos una.

No es sólo en el altar, sino también en la mesa, que Él nos bendice. Él sirve bien a quienes le sirven bien.

 Esta bendición de la mesa no es por deuda, sino por gracia.

En verdad, hay una gracia triple: Él nos concede gracia para servirle, por Su gracia nos alimenta con pan, y luego, en Su gracia lo bendice.

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