ESPERANZA PARA TU MATRIMONIO
Fuente:
Luis y Hannia Fernández
Renuevo
de Plenitud.com
¡Es
un proceso que requiere trabajo y cuidado, pero el resultado lo justifica!
Vivimos
una etapa de la historia de la humanidad en la que vemos a simple vista un
grave deterioro en las familias de la tierra. Los matrimonios se rompen con
extremada facilidad, muchas familias son desintegradas y sufren todas las
consecuencias espirituales, emocionales y económicas.
Muchas
familias permanecen unidas por conveniencia o necesidad, pero están
emocionalmente destruidas, llenas de resentimiento, dolor, desánimo y
desesperanza.
En
primer lugar los matrimonios deben reconocer que tienen fracturas emocionales y
que antes de pensar en cambiar de pareja con todas las consecuencias negativas
que eso trae, deberían cambiar de actitud y buscar la ayuda adecuada a tiempo,
antes de que se deterioren mucho las relaciones.
Muchas
personas abandonan su esperanza y se divorcian para entregarse a otra relación
que cree si funcionará. Pero si no aprenden a manejar los conflictos a la
manera de Dios, que es la única que funciona, volverán a fracasar pero aun con
más dolor y sufrimiento para toda la familia.
Si
un matrimonio está debilitado, es porque hay heridas, resentimientos,
frustraciones en la relación. Evidentemente no han sabido cómo resolver los
conflictos y se han lastimado mutuamente. Quizás hay heridas muy grandes,
traición, mentiras, engaños. ¿Qué hacer?
Romanos
15:13. Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que
abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Nunca
pierdas la esperanza de restaurar y fortalecer tu matrimonio. Sin embargo
tenemos que entender que solo se puede lograr a la manera de Dios y en total
unidad con el Espíritu de Dios. No es un asunto de religión de ninguna clase,
es un asunto de relación con nuestro Padre Celestial. Estamos hablando de
reconocer nuestros errores, pedir perdón a Dios primero, vestirse de humildad,
pedir perdón a quién hayamos ofendido y tomar una decisión sólida y absoluta:
vivir para honrar a Dios.
La
esperanza de restauración proviene de nuestra obediencia a Dios, de hacer las
cosas a su manera. Pidiendo perdón, perdonando y bendiciendo a quienes nos han
hecho daño. Esta es la justicia de Dios. Definitivamente no es fácil, pero si
Dios nuestro Diseñador y Creador nos dice que debemos hacerlo, es porque
podemos hacerlo. Pero además contamos con la ayuda poderosa del Espíritu de
Dios.
¡Muchas
personas nos dicen: Pastor, he orado mucho y he hecho todo lo que me han dicho
y mi cónyuge no cambia! El gran error es hacer las cosas esperando un cambio de
tu cónyuge. Esa no debe ser la motivación. La razón correcta por la que reconocemos
errores, pedimos perdón,
Perdonamos
y bendecimos a los que nos ofenden es: para agradar a nuestro Padre Celestial.
Lo maravilloso es que como consecuencia recibimos la bendición de cambios en
nosotros y en nuestro cónyuge.
No
te pongas a pensar si le haces el bien a tu cónyuge porque se lo merece o
porque no se lo merece. O porque tu actitud le pueda hacer cambiar. No. Debemos
hacerlo simplemente porque decidimos amar a Dios y obedecerle aunque no veamos
soluciones. Pídele a Dios que te muestre lo que tú tienes que cambiar para
honrarlo a EL. Lo demás vendrá por añadidura.
Tenemos
que vencer la resistencia natural a la oración, a leer la palabra de Dios, a
asistir a la Iglesia y a todo evento para fortalecer el Matrimonio. Esa
resistencia tiene que ver con orgullo y prepotencia. Los altivos y orgullosos
no recibirán nada de Dios.
Santiago
4:6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios y da
gracia a los humildes.
Toma
hoy mismo la decisión de obedecer las instrucciones de Dios. Ármate de humildad
y reconoce tus errores; pide perdón y reconcíliate con tu cónyuge. Alimenten su
relación espiritual y confíen en el Dios de la esperanza.
Tú
matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. ¡Cuídalo!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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