"DE MANERA QUE PODEMOS DECIR CONFIADAMENTE: EL SEÑOR ES MI
AYUDADOR; NO TEMERÉ LO QUE ME PUEDA HACER EL HOMBRE."
Hebreos
13: 6.
Fuente:
Charles H. Spurgeon
La
Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
Debido
a que el Señor nunca nos dejará ni nos abandonará, hemos de estar muy contentos
con las cosas que tenemos.
Puesto
que el Señor es nuestro, no nos podemos quedar sin ningún amigo, sin ningún
tesoro y sin ninguna morada.
Esta seguridad debe hacernos sentir que somos
muy independientes de los hombres.
Contando
con tal amparo, no nos sentimos tentados a amedrentarnos delante de nuestros
semejantes, ni a pedirles permiso para considerar a nuestras vidas como
nuestras propias vidas; por el contrario, lo que decimos, lo decimos
valerosamente, y desafiamos la contradicción.
El
que teme a Dios no tiene nada más que temer.
Hemos
de vivir en tal temor del Dios vivo, que todas las amenazas que pudieran ser
usadas por el más altivo perseguidor no deberían tener más efecto en nosotros
que el silbido del viento.
El
hombre en estos días no puede hacer tanto en contra nuestra como lo que podía
hacer cuando el apóstol escribió el versículo que encabeza esta reflexión.
El
potro de tormento y la hoguera están fuera de moda.
El
Gigante llamado el Papa no puede quemar a los peregrinos ahora.
Si
los seguidores de falsos maestros intentan la cruel burla y el escarnio, no nos
sorprendemos por ello, pues los hombres de este mundo no pueden amar a la
simiente celestial.
¿Qué
pasa entonces? Debemos soportar el escarnio del mundo.
El
escarnio no quiebra ningún hueso.
Con
la ayuda de Dios, seamos valerosos, y cuando el mundo se enfurezca, que lo
haga, pero no debemos tenerle miedo.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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